Turba frente a la casa de Yunior García (Composición: fuente externa)

Acosado como una bestia, el dramaturgo Yunior García Aguilera ha sido rodeado en su hogar de La Habana, por una jauría de seguidores del gobierno, que no le han dejado salir de su casa, y que han gritado «Yo soy Fidel», y «Patria o Muerte, Venceremos».

Frente al edificio de tres plantas en la barriada popular de La Lisa, al oeste de la ciudad, donde el activista vive con su esposa, se congregaron a las 3:00 de la tarde de este domingo, cuando iba a salir de su casa, un grupo de afines al régimen cubano, dando vivas a la revolución y al extinto líder Fidel Castro, voceando lemas como “Patria o muerte, Venceremos” y coreando consignas a favor del gobierno, constató The Associated Press.

Personas afines al gobierno cubano colgaron banderas cubanas en las ventanas de la casa de Yunior García Aguilera en un intento de evitar que se comunique con el exterior, mientras sostiene una flor desde una ventana, en La Habana, Cuba. (Fuente: Cortesía de AP)

La calle fue cortada con un autobús amarillo de los que donan grupos norteamericanos solidarios con el gobierno de Cuba, mientras García Aguilera colocó una sábana blanca en una de las ventanas de su departamento, al tiempo que se asomó varias veces vestido de blanco hasta colocar finalmente un cartel en que se leía: “Mi casa está bloqueada”. Los opositores habían propuesto poner telas de color blanco en las ventanas como forma de protesta.

El artista Yunior García mira desde ka ventana de su casa con una flor blanca donde un cartel decía «Mi casa está bloqueada» (Fuente cortesía de AP)

El artista Yunior García tenía previsto salir a esa hora a marchar en solitario, pero no ha podido. La policía política impidió el paso a otros cubanos a la casa de García en la calle cercana, que está asediada por agentes vestidos de civil en un supuesto «acto de reafirmación revolucionaria».

“Él tiene que saber que está en un barrio adonde todos somos revolucionarios”, expresó a los medios oficiales Eduardo Guisado, un emprendedor de 34 años que trabaja en una cafetería y aseguró que vive en las inmediaciones. “Él no puede salir. Él convocó a una marcha inconstitucional, no se le puede permitir eso. Yo estuve arriba en su casa y eso fue lo que se le explicó”.

Finalmente, los carteles de García y sus sábanas quedaron tapadas por banderas cubanas gigantes, colocadas por otras personas desde la azotea.

La manifestación de este lunes busca demandar la liberación de presos —sobre todo aquellos que fueron arrestados en las protestas de julio pasado— el respeto a los derechos humanos y un diálogo nacional.

Lo que el régimen no ha podido detener ha sido la avalancha de cubanos que ha caminado por decenas de ciudades del mundo este domingo y que marcharán este lunes a favor de la libertad y contra el régimen que parece haberse empantanado en la intolerancia y la soberbia.

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