Entrada masiva de haitianos (Fuente: cortesía de Listín Diario)

La antropóloga Saudi García, miembro de InCultureCompany, un foro de educación pública que aboga «por la equidad y el acceso a los recursos para las personas afro» en Estados Unidos, América Latina y el Caribe, tiene una visión un poco diferente de la historia dominicana y su identidad, según ha contado a José Ospina Valencia para Deutsche Welle, en un texto publicado el pasado día 6 de agosto bajo el título «Haití – República Dominicana: el muro que divide familias en el Caribe».

https://www.dw.com/es/hait%C3%AD-república-dominicana-el-muro-que-divide-familias-en-el-caribe/a-58775203

«Todos los temas en República Dominicana tienen que ver con la frontera con Haití y la migración”, expresó Saudi García a DW, pero agrega: «a pesar del daño que causan los xenófobos, hay dominicanos que quieren convivir con el vecino país».

García quien nació en República Dominicana y reside desde los 10 años en Estados Unidos, defiende el concepto de que la realidad que divide ambas partes de la isla tiene que ver con la esclavitud -aunque no tiene en cuenta la historia de países cercanos como Cuba, donde la esclavitud se abolió 64 años después, el 7 de octubre de 1886 oficialmente y que podría servir comparativamente para establecer una realidad que tiene que ver más con la dinámica regional. Y habla de «Una idea que comenzó con la abolición de la esclavitud en 1822… cuando la élite de la hoy República Dominicana perdió entonces el privilegio de tener esclavos, sintió mucho resentimiento contra Haití; 22 años después, cuando en 1844 se fundó la República Dominicana, su élite optó por asignar la negritud a Haití, excluyendo a los habitantes de origen africano, en vez de concederles sus derechos ciudadanos”.

 

Saudi García, antropóloga dominicana radicada en Estados Unidos desde los 10 años (Fuente externa)

Según su punto de vista: «Mientras la Constitución de Haití buscaba la equidad en toda la Isla Española, un grupillo creó la República Dominicana con una convicción católica, colonialista, racista, pero utilitarista de la población negra como mano de obra de trabajo esclavo”. Y sostiene que la República Dominicana se ha creado la leyenda de un «Haití invasor», como otra «justificación para crear un ‘enemigo'».

Saudi García, quien en 2012 obtuvo una beca de pregrado Mellon Mays de la Brown University, ha estudiado antropología y educación y tiene un doctorado de la Universidad de New York en antropología.

El proyecto del muro fronterizo

García explicó a DW.com que «Durante el primer siglo de consolidación de la República Dominicana la frontera siempre fue un territorio de traspaso fluido. Las familias vivían de un lado u otro. Pero Trujillo quiso dividir definitivamente a ambas sociedades que, en buena parte, eran una misma familia. Para ello, creó las llamadas Colonias de Asentamiento Agrícola. Y para apropiarse de ese territorio, el Estado asesinó a miles de dominico-haitianos en la frontera”.

Y sentencia: «Trujillo llevó a cabo un programa de inspiración nazi que llamó ‘dominicanización’ de la frontera. Y los Gobiernos de República Dominicana, hasta hoy, se han encargado de cultivar esa animosidad en las comunidades fronterizas falsificando la historia, creando la leyenda de una permanente amenaza”, según el texto firmado por Ospina Valencia.

Sin embargo, el proyecto de muro fronterizo anunciado por el presidente Luis Abinader el pasado 27 de febrero, es ‘paradójico’ pues «la frontera la cruzan diariamente justo los haitianos que trabajan en la agricultura y la construcción sin los que la economía dominicana colapsaría». Y argumenta poniendo como ejemplo «los cultivos de caña de la familia Viccini, a la que le pertenece el 33% de la tierra en República Dominicana, en los que trabajan haitianos, prácticamente, en condición de esclavitud».

La historia domínico haitiana, sin embargo está llena de de gestos de amistad y hermandad entre dos pueblos de identidad absolutamente distinta, cultura de antípodas, religiones y lenguas diferentes, incluyendo tradiciones y costumbres absolutamente en puntos extremos. Ejemplo: el terremoto que azotó Haití donde las primeras ayudas y el país que se echó al hombro a Haití fue… República Dominicana. La visión idílica y romántica que a veces pretenden ofrecer quienes están a favor de la unión de dos naciones tan antagónicas en sus culturas, provoca una imagen distorsionada y errónea que le hace juego a los centros de poder internacional, que son los que han expoliado a Haití.

Según DatosMacro.expansión.com, en Alemania existe una población de 13.132.146 inmigrantes de en una lista de 30 países, encabezados por Polonia («culpa infiel, torpe error, ciega herejía», que diría Calderón de la Barca), con 1.784.839 personas. Según los últimos datos publicados Alemania tiene 4.014.203 emigrantes, lo que supone un 4,83% de la población de Alemania, donde apenas hay 1,642 haitianos.

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