La Guardia Costera de Estados Unidos (USCG) ha rescatado a tres ciudadanos cubanos, dos hombres y una mujer, que naufragaron en una isla en Bahamas y llevaban 33 días alimentándose de cocos, ratas y caracoles. Se desconoce cuál será su futuro en Estados Unidos. Lo más seguro es que los deporten y sean devueltos a la isla de Cuba.

Los cubanos, cuyos nombres aún se desconocen, habían salido huyendo de Cuba, donde la situación se ha recrudecido con la pandemia, la política férrea de Donald Trump contra el gobierno vecino y sobre todo por las erróneas políticas administrativas internas del país.

La tripulación del helicóptero que los descubrió, realizaba una patrulla de rutina cuando divisó al grupo agitando frenéticamente una bandera improvisada en Anguilla Cay, un cayo desierto del Cay Sal Bank, que forma parte del archipiélago de Bahamas.

El helicóptero no estaba equipada para llevar a cabo un rescate, así que lanzaron agua, víveres y una radio a los náufragos, y, posteriormente, volvieron con refuerzos para rescatar a los naúfragos. Uno de los miembros de la tripulación que participó en las labores de rescate declaró a la BBC que estaba «asombrado de que pudieran sobrevivir tanto tiempo».

El teniente Riley Beecher, piloto de la nave aérea, explicó que estaba patrullando la zona de Anguilla Cay -una serie de islas entre los Cayos de Florida y Cuba- cuando, de repente, «algo le llamó la atención».

El trío de náufragos había llegado a la isla a nado después de que su embarcación se hundiera en medio de una tormenta, según explicaron a las autoridades.

«Desgraciadamente, no teníamos a nadie a bordo que hablara español con fluidez, pero con mi español chapurreado pude discernir que eran de Cuba y que necesitaban asistencia médica. Lo que sí dejaron claro es que llevaban 33 días en la isla», aseguró Beecher.

 

«A primera vista, la isla no parece tener mucho, pero hay algunos arbustos y algunos árboles, por lo que pudieron protegerse un poco de los elementos», dijo.

Los tres cubanos fueron rescatados de la isla en helicóptero el martes y fueron trasladados a un centro médico de Florida, pese a que no sufrieron lesiones mayores.

Posteriormente, pasaron a manos del Servicio de Inmigración y Aduanas de EE.UU., confirmaron desde la Guardia Costera.

Los miembros del equipo que rescató a los cubanos nunca se habían enfrentado a una situación similar.

«Nunca antes me había encontrado con alguien que hubiese estado [varado] en algún sitio por ese periodo de tiempo», señaló Justin Dougherty, otro miembro de la Guardia Costera.

 

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