Ha partido, tras 62 años de existencia y treinta y dos de trayectoria, durante los cuales provocó  infinitas carcajadas y momentos de alegría a la comunidad dominicana, el comediante Nicolás Díaz, afectado por varias condiciones de salud, entre ellas diabetes e hipertensión.

Su triste partida puede servir para replantear el tema de la protección de los artistas populares, los que se enmarcan en los ambientes vulnerables y los que no pertenecen a las élites artísticas.

Nicolás Díaz fue encontrado muerto en su residencia de este  domingo 26 de junio en su vivienda del sector El Libertador de Herrera, del municipio Santo Domingo Oeste, cuyos vecinos percibían que estaba enfermo y deprimido, viendo que salía pocas veces a comprar de comer y agua. No estaba bien de salud.

Diaz, vivía solo. Era separado y sus tres hijos (dos varones y una hembra) residen en New York, en donde se radicaron en procura de un mejor destino. No había una familia a su lado, ni una organización de artistas que le protegiera. Ahí falto una asistencia familiar.

Acroarte y Adopae defienden los cronistas de arte. CDP a los periodistas. Codia a Ingenieros y Arquitectos, Adoma a los abogados, pero ¿quién protege a los artistas de esta extracción humilde? ¿Quién?

No murió totalmente abandonado a su suerte, como podría pensarse. Tenía casa propia de concreto de 44 metros cuadrados, construida en block y techo de hormigón, por una donación del Instituto Nacional de la Vivienda (INVI).

En 2018 fue beneficiado  una pensión de 25 mil pesos mensuales, otorgada por Danilo Medina Sánchez, entonces presidente de la república y que debió haber sido al menos de 80 mil. Pero algo es algo, sin dudas y le ayudaba.

Su estilo

Su estilo de hacer humor, basado en el imaginario del personaje campechano, de origen cibaeño se destacó por su hilarante modulación de la voz, con un metal de voz distintivo y populachero, conocedor de las imágenes y palabras del lenguaje popular. con un potencial de improvisación (su fuerte principal).

Margaro tuvo sus mejores momentos de proyección cuando Freddy Beras Goico captó su talento y lo introdujo en sus programas, en especial Con Freddy y Punto, por Color Visión, durante los años 90 ’s.

Durante el periodo en que estuvo con Freddy, alcanzó máximo reconocimiento al ganar el premio Casandra como Comediante del Año, en una fecha exacta que ningún medio de comunicación ha precisado, limitados todos a indicar que fue “en los años 90 ‘s”. Acroarte, en su nota luctuosa del fallecimiento, debería establecer esa fecha dado que está registrado en sus archivos.

Margaro no tenía ni agencia RRPP, ni periodistas que llevaran sus relaciones públicas, en capacidad de registrar organizadamente sus lauros.

Su trayectoria

Lució sus talentos interpretativos en los cuerpos de comedia de “El show del medio día”, “Con Freddy y punto”, “El gordo de la semana”, “Sábado de Corporán”, «Perdone la hora», «9 x9 Roberto» y otros espacios mayormente del canal 9.

Como comediante ofrecía una paleta colorida de los hablantes populares mientras mantenía, eso sí, un rostro  serio y la mirada serena, mientras desternillaba a sus compañeros de actuación y, en especial, al público.

La muerte de Freddy Beras Goico representó para Nicolás Díaz el cierre de su trabajo en la televisión “prime time”, la de mayor teleaudiencia.  Desde ese punto en el tiempo, declina su incidencia, hasta el punto que enfrentó francos periodos de desempleo con picoteos en la radio y disfrutó de la solidaridad de Frederick Martínez (El Pacha) – el mismo del estilo confrontativo con el resto del mundo- quien le ofreció trabajo en su espacio   Pégate  y Gana con El Pachá, a quien Margaro lo consideraba como “su papá” porque le dio la mano cuando más lo necesitaba.

Participó en las películas “Nueva Yol 3”, “Perico Ripiao”, “El retorno de una estrella” y “Cuatro hombres y un ataúd”, y  Gus Bay NY. Pero nunca tuvo un protagónico que destacara su calidad de actor cómico.

El atraco

El 26 de mayo de 2013 cuando fue atracado por dos delincuentes que le propinaron cinco estocadas y un disparo, sobreviviendo milagrosamente, en el sector de Villa María, en Santo Domingo

La policía detuvo y acusó a Víctor Manuel Gerónimo Piñero (Vitico), de 22 años, y José Paulino Veras (Sergio), de 20, quienes fueron enviados, como medida de coerción, a la Penitenciaría Nacional de La Victoria, en espera de juicio. Margaro los perdonó a los dos públicamente. Fue internado  en la Clínica Cruz Jiminián tras  sufrir cinco puñaladas la noche en el sector Villa María, por Gerónimo Piñeiro y Paulino Veras.

Ahora descansa en paz

Ahora, que descansa en la paz infinita del Señor, le rendiremos honores y crónicas a su memoria. Se nos ha ido, aun cuando quedan. Quedan ahora las condolencias, los visitantes a sus exequias y el recuerdo a su talento y creatividad.

Y queda la lección: debe existir quienes defiendan a los artistas populares, en especial a los que no pertenecen a los círculos de la alta industria del entretenimiento.

Paz a su alma.

 

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