Los 35 niños que asistieron a la primera tanda del aula, junto a Felucho Jimenez, Pedro Brache, Manuel Corripio y Domingo Bermúdez (Foto: Alfonso Quiñones)

SD. La ópera sí forma parte de la Cultura del siglo XXI y seguirá formando parte de esto. Solo falta poner en orden la sensibilidad hacia el arte y el ser humano por parte de las personas que dirigen las instituciones. Eso cuenta mucho.

En la mismísima época del reggaetón, el trap, el dembow, cuando la cultura de desecho parece arroparnos,
la Refinería Dominicana de Petróleo, cuyo Consejo de administración preside Félix (Felucho) Jiménez, lleva adelante una de las obras más auténticamente sembradoras en medio de una comunidad deprimida por el nivel de contaminación medio ambiental en Haina. Invierte en los niños.

Brache, Bermúdez y Corripio ríen con los niños, de espaldas Felucho Jimenez (Foto: Alfonso Quiñones)

El lunes, mientras los «padres de familia» de Hubieres seguían pensando que estaban en los años 60 o 70 y hacían declaraciones que parecían grabaciones llegadas en la máquina del tiempo, llamando casi a levantarse en guerrillas y amenazando al gobierno, decenas de niños recibían una clase sobre la ópera, en un aula diseñada y adecuada para esos fines por Refidomsa. Jiménez invitó a los empresarios Manuel Corripio, Pedro Brache y Domingo Bermúdez, y a quien redacta a ser participes de esta magia.

En las cercanías de las instalaciones de la refinería, en Haina, se encuentra el liceo Prof. Manuel Félix Peña, una escuela centrada en la enseñanza de las artes a adolescentes de la comunidad. Allí mismo, Refidomsa ha instalado esta aula especial, con computadora, proyectores, sonido, bien ventilada, sillas y una tarima. Y ha habilitado además dos mini buses para traer los niños de las demás escuelas a esta aula, a tener un encuentro bautismal, esta vez con la ópera.

En el aula, actividad interactiva (Foto: Alfonso Quiñones)

La vida de los 32 niños congregados a las 10:00 de la mañana de este lunes 8 de octubre del 2018 ya no será la misma. Lo importante es que cada día unos 120 niños pasan por esa aula, en grupos de 30 más o menos, en cuatro tandas.

Un joven profesor, especialmente preparado para hacerles conocer los principios básicos de este arte, que no va a desaparecer porque existan micrófonos, saben ya por qué existen sopranos y tenores, barítonos y contraltos. Conocen quién fue Verdi, cuáles son los personajes de la Traviata, cómo es el decorado, escucharon y se gozaron fragmentos de la ópera, en la película de Zefirelli, com Teresa Trapas y Plácido Domingo en los protagónicos, y de manera amena, casi lúdica, aprendieron a apreciar el bell canto.

El presidente Danilo Medina y los niños que iniciaron este programa, hace unos tres años (Fuente Externa)

Un programa abarcador

El Programa Educativo Cultural, dirigido por la Fundación Refidomsa, que lleva adelante el inquieto dirigente político peledeista, tiene como joya de su corona esta Aula Cultural, inaugurada por el presidente Danilo Medina, con la presencia de Carlos Amarante y José Antonio Rodríguez, entonces ministros de Educación y Cultura, respectivamente.

Bermúdez, Brache y Corripio, dentro de uno de los furgones de salud (Foto: Alfonso Quiñones)
Camilla en el interior de la clínica ambulante (Foto: Alfonso Quiñones)
La Lic. Yulisa Pineda, al frente del Laboratorio Clínico, mientras explica el funcionamiento (Foto: Alfonso Quiñones)
Brache conversa con niñas en el laboratorio (Foto: Alfonso Quiñones)
Corripio escucha la explicación de una especialista (Foto: Alfonso Quiñones)

Refidomsa lleva así mismo un plan complementario, que tiene que ver con la salud de los niños, para quienes existe a la vez un Plan Dental, asentado en Nizao y un Programa de Servicio Pediátrico Escolar, donde se vela por la salud de los infantes de manera preventiva, con furgones móviles que incluyen laboratorio, aportados por el Ministerio de Salud con sus respectivas especialistas.

Algo más, ya con otro carácter, más bien relacionado con la proyección internacional de la cultura musical dominicana, es la gran labor de rescate de importantes obras de la música sinfónica dominicana, de los más importantes autores, reproducida en partituras y particcelas, con vistas a proveer orquestas sinfónicas del mundo, a través de las embajadas dominicanas, de estas obras para su montaje como parte de sus repertorios.

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