Aceite de palma (Fuente externa)

Desde hace tiempo eran conocidos los riesgos que conlleva un exceso en la ingesta del aceite de palma, tan ampliamente utilizado industrialmente. Estas grasas saturadas influyen de manera determinante en el aumento del colesterol, la obesidad o la aparición de enfermedades cardiovasculares.

En el 2017 el Instituto de Investigación Biomédica de Barcelona (IRB por sus siglas en catalán) evidenció la relación existente entre la exposición a una dieta rica en este aceite y el peligro de desarrollar una metástasis del cáncer. Este miércoles 11 de noviembre, el mismo equipo de científicos españoles ha revelado el mecanismo que utiliza esta sustancia de origen vegetal para expandir las células tumorales por el organismo.

La revista Nature ha publicado la investigación que apunta directamente al ácido pálmitico- ácido graso del aceite de palma- como estimulador de la metástasis. Esta sustancia se encuentra en muchos de los productos que llenan la cesta de la compra, sobre todo en alimentos procesados como la pizza, la bollería industrial o las patatas fritas, dado que permite conservarlos durante más tiempo, modulando su textura y sabor y abaratando su precio.

El ácido palmítico, tal y como plantea la publicación, favorece las metástasis actuando directamente sobre las células tumorales, por lo que los nuevos resultados no afectan a personas que no padecen cáncer.

De esos coquitos se extrae el aceite de la palma


La investigación de manera más profunda

Durante el estudio se ha sometido a grupos de ratones a una dieta rica en aceite de palma después de haberles trasplantado tumores orales y melanomas procedentes de pacientes. El primer hallazgo muestra que la exposición alimentaria al aceite palmítico recrudece la agresividad de las células tumorales.

De esta parte de la palma se saca el aceite

Los científicos observaron absortos las modificaciones que generan el ácido graso sobre el genoma de las células metastáticas pueden perdurar en el tiempo durante meses incluso cuando el ácido palmítico se había eliminado por completo de la dieta. Los autores describen este comportamiento como una forma de memoria celular.

El estudio estableció que ésta memoria es causada por cambios en el funcionamiento de los genes que modifican la función de las células cancerosas metastásicas y les permiten crear una red neuronal alrededor del tumor para comunicarse con las células de su entorno inmediato y diseminarse más fácilmente.

En cambio, otros ácidos grasos utilizados en el experimento, como el ácido linoleico o ácido oleico, grasas omega-9 y omega-6, que se encuentran en alimentos como el aceite de oliva y las semillas de lino, no mostraron el mismo efecto.

Gracias a esta investigación, la ciencia pueden empezar a trabajar en un tratamiento que interrumpa el proceso de la metástasis, causante de la muerte del 90% de los casos de cáncer.

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