Aventura olímpica fue la vivida este sábado en el estadio de igual denominación, con el cuarteto ídem.

Sí, todo fue espectacular la noche del sábado. Desde la novedad de los diseños robóticos de un ejército de drones que dibujaron maravillas en el aire a favor de la vacunación y de la cerveza Presidente, patrocinadora junto a Banreservas del concierto con un Olímpico repleto hasta los chichos; incluyendo la propia salida a escena de Aventura, y el ritmo del espectáculo.

La producción de SD Concerts tuvo sorpresas marcadas porque el modo de presentar la mítica agrupación que revolucionó y dio a la bachata su internacionalización definitiva, fue también sorpresiva en la tarima, donde no se notaba movimiento de instrumentos y con un simple trasiego de paneles led y elevación de un segmento dio paso al Intro y enseguida al tema El Desprecio, «La Niña Cambió» y «Por un segundo», pegaditas.

Al finalizar, se abrió aun mas el espacio del escenario en todo su esplendor para La Boda que reza: «Quién te amará como yo cosita linda» y donde vale la pena recordar aquel clip producido por Juan Basanta con Celinés Toribio en el rol de novia y Giovanny Cruz (hoy nuevamente viceministro) como sacerdote. Luego llegó el tema «Los Infieles» que dice «quítate la ropa lentamente / que quiero hacer algo contigo…» y que dio paso a una competencia con Henry a ver quién lograba más gritos de la multitud.

El público iba de ovación a coro y ovación otra vez. Fue el líder natural de Aventura, Romeo, quien agradeció: «Un honor cerrar este ciclo de Aventura en nuestra tierra aquí, República Dominicana» replicado con una ovación.

Aventura fue una agrupación, ahora es una leyenda. Porque el público casi un decenio después sigue sabiéndose cada canción como si nunca se hubieran separado. Era evidente que el cuarteto se gozaba el concierto y esa energía se sentía. «Dile al Amor» fue también coreada, como lo fueron «Angelito», «La Película» y «Enséñame a Olvidarla».

Romeo salió de escena para un cambio de vestuario, y al regresar cogió la guitarra y cantó «Yo quisiera amarla» («como Ud se lo merece / y no puedo…, no puedo…») Y aún después «Todavía me amas», como si fuesen capítulos de una telenovela.

El diseño de imagenes led era consustancial al interior de un palacio habitado por los reyes de la bachata. 9:15 lo cantó Henry («Sabes… nunca te podré olvidar / Hoy quisiera navegar por tu cuerpo y saborear la dulzura de tus besos») tiempo para otro cambio de Romeo- y al final pocos aplausos. A mediados del tema regresó Romeo, quien al final hizo Mujeriego un tema de los mismísimos inicios del cuarteto.

La tormenta, Our song, Dejavu, todas coreadas, porque para Aventura no hay olvido de sus fans. Repito: 10 años después. No en vano cambiaron la historia de un ritmo que hoy día es Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. «Llorar» y Romeo propuso una sección de canciones a la carta, algunas de ellas a Capella, dio paso a cuatro banquetas donde se sentaron Romeo, Henry, Max y Lenny.

Romeo ahora con una camisa negra. Hablaron de los tipos de hombre: el palomo, el controlador y celosamente tóxico, y por tanto posesivo; y el tiguere, el malo. Por eso se cantó El malo.

Habló de un homenaje en México, evidentemente a José José, con quien harían un dúo que nunca pudieron grabar y cantó, la composición del gran merecedor del premio Cervantes y reconocido como el mejor compositor de la música popular en español Manuel Alejandro, autor de «Lágrimas».

Luego un concurso de fans que se supieran las letras. Hasta que llegó un tal Iván un verdadero talibán que cantó todas las que le pusieron hasta hacer junto al grupo el tema grabado junto a Bad Bunny Volví. Y luego otro más que subió y cantó mejor que el anterior aquel tema de Aventura con Don Omar Ella y yo.

Otro gran éxito Noche de sexo, no pudo no estar en el rundown. Siguieron un medley de éxitos como No lo perdona Dios, La novelita, Alexandra y una canción que refleja la violencia contra la mujer Hermanita.

El final de la noche fue cayendo con Amor de madre, después de la cual felicitaron al productor Saymon Díaz en su 42 cumpleaños. Entonces cantaron Obsesión -ese clásico que los colocó en el gusto internacional-, mientras brotaban enormes globos de la torre de luces en el centro del público y que fue cantada por el gran coro de más de 40 mil voces. «Y que Uds sepan que los dominicanos nacen donde les dé la maldita gana», declaró Romeo Santos. Confetis al aire.

Dijeron adiós, pero un adiós falso, que los hizo regresar para cantar una canción que les ha acumulado 240 millones de vistas en Youtube y que los reunió en el disco Utopía de Romeo, Inmortal, que le ha dado nombre a la gira que cerró este domingo en la capital dominicana.

Cerrar con broche de oro fue un aguacero de fuegos artificiales, que despidió al público que colmó el estadio Olímpico en una aventura de fin de año.

Aventura sigue siendo una aventura, siempre renovadora aunque establecida en la leyenda iniciada en 1995 con Los Teneggers y que hace 10 años cerró un capítulo, que 10 años se ha reunido para evocar juntos los cuatro la gloria que no sabían que vivían, porque su música narra la odisea del amor cotidiano, las familias, los dramas, el desamor, lo que no puede ser, como una gran telenovela a ritmo de bachata.

Esperamos tu comentario

Deja un comentario