Películas sobre náufragos hay muchas y son un referente del cine. Tienen su complejidad. Demandan visión. Criterio. Persistencia.

En 1920, cuando Paul Valery publicó El cementerio marino  y entregó a la humanidad su inspirada figura: “La mar, la mar siempre recomenzando!”, apenas se estaba acercando al insondable tema de  las aguas relativamente infinitas del océano, su inmensidad, su continuo movimiento, su fuerza, su valor como origen y fuente de riqueza, el desafío al peligro y la soledad que involucra, ha fascinado, encandilado y inspirado a artistas y creadores de la poesía, la narrativa, la plástica y el cine, por solo citar cuatro fundamentales aspectos de la creatividad humana.

El naufragio, con su infinita relación de historias de supervivencia ha sido una constante aportación de temas al cine, desde que, en 1944,​ Alfred Hitchcock dirigió Naufrago, ¿iniciaba?  la categoría de supervivencia marina.

FOTOS DE LA PRODUCCION PARA NOTA CLAVE

Los dramas de supervivencia tienen una notable capacidad de captar la atención del espectador de cine, que se ve involucrado en sus condiciones de soledad, incertidumbre y esperanza.

Baste recordar las actuaciones de Robert Redford en Cuando todo está perdido y Tom Hanks convirtiendo a una vieja pelota de fútbol, en su amigo Wilson logrando una emocionalidad positivamente paródica en la historia de la interpretación de cine.

Luego seguirán, a partir de una selección panorámica sin demasiado detalle: Robinson Crusoe (1954, Luis Buñuel); La Aventura del Poseidón (1972, Ronald Neame); Titanic (1997, James Cameron. La tormenta perfecta (2000, ​ Wolfgan Petersen), Náufrago (2000, Robert Zemeckis), La vida de Pi, (2012 Ang Lee), Cuando todo está perdido (2013) J. C. Chandor y In the heart in the sea (2015,​ Ron Howard).

Es un notable el desafío de rodar películas en el mar, (o en lo que el espectador cree que es el mar) y hacerlo con poco personal, arriesgando el riesgo de aburrir si quienes están ante cámara no son excelentes intérpretes.

Con La Encomienda, el planteamiento es directo: Un marinero y su rehén sobreviven al naufragio de un barco de tráfico humano. Abandonados en medio del océano, estos hombres deberán sobrevivir a la intemperie y las causas que los unieron. Y a partir de ese concepto, se produce la magia.

La clave es que se asumió en serio el desafío para entregar una película que es más que lo que impecablemente se ve en pantalla. Es un mensaje de muchos perfiles.

La encomienda es un thriller​, coproducción domínico argentina, dirigid​a​ por el argentino Pablo Giorgelli, a partir de un concepto original de Ettore D’Alessandro, Pablo Giorgelli​ y​ Adrian Biniez, singular aporte en el camino de la alta definición de la marca nacional del cine.

Realizada en el tanque de agua de estudios Lantica, La encomienda La encomienda ser solo un excelente producto del cine nacional (para esta oportunidad coproducción con Argentina), pero no (como diría Pedro Mir), porque involucra enseñanzas, orgullos y mensajes que excedan el anuncio de su estreno y propuesta en la cartelera.

No cometa el error de decir: ‘Pero eso no parece hecho aquí” porque si lo es y sí estamos en capacidad como nación de cine, de lograr expresiones en pantalla de este nivel.

Se trata, en primer término, de uno de los mejores ejemplos de la dinámica “ganemos todos” al ser una coproducción que conjuga el afinado criterio de guión y dirección de la tradición firme del cine argentino, con la capacidad logística y técnica de las instalaciones cinematográficas para hacer cine de nivel internacional.

Con La encomienda, Lantica y sus productores se tomaron en serio el desafío de rodar en plena pandemia (2020), y entregar una película que no puede medirse solo por su resolución en pantalla.

Es un proyecto valiente, desarrollado con criterio y que ha de dejar lecciones y experiencias prácticas para el talento técnico dominicano en este singularísimo modo de hacer cine en condiciones marinas, factor que representa uno de sus principales patrimonios.

Su dirección impecable, su fotografía, la edición, la dirección de arte, su banda sonora, muestran conciencia de un quehacer artístico y técnico que define un proyecto que se diferencia de aquellos en los que la calidad se entrega a medianía de cuadra.

Se trata de la mejor actuación protagónica de D’alessandro, un italiano que cuenta con una tradición de cine hecho en el país, pero que no había alcanzado el nivel interpretativo, la intensidad y la afinación que alcanza en La Encomienda

Su coprotagonista, es un actor debutante, Henry Shaq Montero García, del cual se tiene muy poca información, pero que demuestra su talento en pantalla.

​La encomienda es una experiencia de cine que recomendamos con entusiasmo.​ 

FICHA TÉCNICA

Título: La Encomienda; Dirección: Pablo Giorgelli; Categoría: Ficción; Rodaje: 2020; Países: RD-Argentina; Duración: 102 minutos; Género: Drama; Realizada en: Pinewood RD Water Tanks: Lantica Media / Ecah Film / Tarea Fina; Producida por: Rafael Elías Muñoz, Ettore D’Alessandro, Juan Pablo Miller; Producción ejecutiva: Albert Martínez Martín, Carolina Encarnación, Juan Pablo Miller; Guión: Pablo Giorgelli, Adrian Biniez, Ettore D’Alessandro; Historia original: Ettore D’Alessandro, Thomás Vilorio; Fotografía: Diego Poleri; Edición: María Astrauskas; Diseño de Producción: Lorelei Sainz; Diseño de Maquillaje: Atabeyra Cordero; Diseño de Vestuario: Ferdinando Erbetti; Reparto: Ettore D’Alessandro, Henry Shaq Montero, Marcelo Subiotto.

 

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