El mundo entero es testigo de lo que ha ocurrido el miércoles 6 de enero, Día de Reyes, en el Capitolio de los Estados Unidos de América. El asalto a la democracia ha estremecido los cimientos de la nación americana.

El Ministerio de Relaciones Exteriores de República Dominicana declaró a través de un tuit que: «El Gobierno dominicano condena los actos de violencia ocurridos esta tarde en el Capitolio de EEUU, contrarios a su gran tradición democrática. Hacemos el más enérgico llamado al cese de la violencia y a la transferencia pacífica del poder».

A las 3.40 de la madrugada del jueves 7 de enero, finalmente el Congreso de los Estados Unidos confirmó la victoria del demócrata Joe Biden, tras haber sufrido por primera vez en la historia el asalto de una turba de seguidores del presidente republicano Donald Trump, quien ha venido realizando acusaciones infundadas de fraude electoral.

En la revuelta popular más que republicana, trumpista, con aires de golpe de estado, murió una mujer según CNN, aunque el diario El País, de España habla de cuatro personas muertas.

En la mañana, Donald Trump había convocado a sus seguidores en la Casa Blanca: “Después de esto, vamos a caminar hasta el Capitolio y vamos a animar a nuestros valientes senadores y congresistas”. “A algunos no los vamos a animar mucho porque nunca recuperaréis vuestro país con debilidad, tenéis que mostrar fuerza”, arengó.

La turba que avanzó en Washignton hacia el Capitolio y lo tomó, ante unas fuerzas del orden que duraron tiempo en responder, obligaron a suspender la sesión y desplegar la Guardia Nacional. Horas después el Capitolio se reunió de nuevo a cumplir con la Constitución. A las 3.40 horas, el vicepresidente, Mike Pence, declaró vencedor a Joe Biden tras días de presiones de Donald Trump, quien le pedía la rebelión. Acto seguido, Trump emitió un comunicado en el que seguía protestando por el resultado pero, por primera vez, se comprometía a una transición de poderes “ordenada” el 20 de enero.

«Mike Pence no tuvo el coraje de hacer lo que debería haberse hecho para proteger nuestro país y nuestra Constitución», había escrito en las redes Donald Trump, «¡Estados Unidos exige la verdad!».

Le respondió el congresista republicano Adam Kitzinger, veterano de la Guerra del Irak. «Esto es un intento de golpe de Estado». Y añadió: «No estás protegiendo el país. ¿Dónde está la guardia nacional de Washington D.C.? Estás acabado y tu legado será un desastre».

La alcaldesa de Washington, Muriel Bowser, decretó el toque de queda en la ciudad y 1.100 miembros de la Guardia Nacional fueron desplegados rumbo al Capitolio.

«La democracia está bajo ataque», dijo Joe Biden en una comparecencia televisiva ante los medios.

«A esta hora, nuestra democracia está bajo un ataque sin precedentes. A diferencia de todo lo que hemos visto en los tiempos modernos. Un ataque a la ciudadela de la libertad, el Capitolio mismo. Un asalto a los representantes del pueblo y la policía del Capitolio, que juraron protegerlos. Y los servidores públicos que trabajan en el corazón de nuestra República… Permítanme ser muy claro. Las escenas de caos en el Capitolio no reflejan un verdadero Estados Unidos. No representan quiénes somos. Lo que estamos viendo son un pequeño número de extremistas dedicados a la anarquía. Esto no es disenso. Es desorden. Es caos. Limita con la sedición. Y debe terminar ahora», sostuvo.

«Le pido al presidente Trump que hable en la television y ponga fin a esta situación», pidió el presidente electo de los Estados Unidos que deberá tomar posesión el 20 de enero próximo.

«Esto no es una protesta, esto es una sedición», afirmó.

Expresó que el trabajo de los próximos cuatro años deberá ser de renovación de la democracia, de la decencia, de la tolerancia.

Puntualizó que lo ocurrido es un doloroso recordatorio de que la democracia es frágil y se necesitan líderes de buena voluntad no aferrados a intereses personales, refiriéndose sin mencionarlo a Donald Trump.

Manifestó que a pesar de lo que veía, seguía optimista de las oportunidades, de lo que se puede lograr si se trabaja juntos. Hizo un claro llamado a la unidad nacional.

«Presidente Trump, dé un paso adelante y cumpla con su juramento», emplazó al presidente saliente a salir al paso a la situación y salvar la democracia, que sigue estando en peligro.

Minutos después Trump liberó un breve mensaje de video a través de sus redes en las cuales entre otras cosas dijo «Tuvimos una elección que se nos robó, tuvimos una victoria que nos arrebataron… Sé cómo se sienten… vayan a casa… «.

Twitter poco después le bloqueó la cuenta del actual presidente de los Estados Unidos Donald Trump, al menos por 12 horas y podría suspenderlo de manera permanente.

El influyente senador republicano Mitt Romney expresó en un comunicado: “Nos reunimos hoy debido al orgullo herido de un hombre egoísta y la indignación de sus seguidores, a quienes deliberadamente ha mal informado durante los últimos dos meses y se ha puesto en acción esta misma mañana. Lo que pasó aquí hoy fue una insurrección, incitada por el presidente de Estados Unidos. Aquellos que decidan seguir apoyando su peligrosa táctica objetando los resultados de unas elecciones legítimas y democráticas serán vistos para siempre como cómplices de un ataque sin precedentes contra nuestra democracia. Serán recordados por su papel en este vergonzoso episodio de la historia de Estados Unidos. Ese será su legado”, a la vez llamó a seguir adelante en el conteo electoral.

En la noche, horas después, se restableció el orden en el Capitolio.

Como matones, terroristas extremistas, caracterizó Chuck Schumer, senador por Nueva York y líder demócrata en el Senado a quienes atacaron al Capitolio.

«Deben ser encausados ojalá por este gobierno y de no ser así, por el próximo gobierno». Expresó que el presidente promovió y exhortó que avanzaran hacia el Capitolio, “Pero no se equivoquen mis amigos, los eventos de este día no ocurrieron de una manera espontánea, el presidente promovió las teorías de conspiración que hicieron que estos matones se movilizaran, el presidente los exhortó a que vinieran al Capitolio, los alentó, casi nunca desalienta la violencia, mas bien la promueve, este presidente tiene mucha responsabilidad”. Expresó que será una vergüenza duradera. Los eventos de este día no hubieran existido de no ser por él…. Todo lo que han logrado es postergar nuestro trabajo por unas horas… La democracia va a triunfar por siempre… Somos un país recipiente, optimista… En EU siempre superamos nuestros problemas».

Un hombre se sienta dentro de la oficina de la presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Nancy Pelosi, en el Capitolio de Estados Unidos, en Washington. La foto es de Saul Loeb de la AFP y es de esas tantas que pueden tener un significado especial de lo sucedido. Incluso puede servir de prueba criminal.

De regreso, el vicepresidente Mike Pence leyó una declaración en el Senado luego del asalto al Capitolio: «Para aquellos que causaron estragos en nuestra capital: ustedes no ganaron. La violencia nunca gana. La libertad gana. Y esta sigue siendo la Casa del Pueblo».

Al terminar su intervención dijo que se debe «volver al trabajo» en el Congreso.

“Vamos a terminar lo que comenzamos. Vamos a completar el proceso de manera correcta como está establecido. Vamos a seguir nuestras leyes y nuestra Constitución, al pie de la letra. Y vamos a certificar al ganador de la elección presidencial de 2020. La conducta criminal nunca va a dominar al Congreso de Estados Unidos”, dijo el líder de la mayoría republicana en el Senado de EE.UU. Mitch McConnell al retomarse la jornada de certificación de la victoria de Joe Biden.

Entre las noticias provocadas por el asalto al Capitolio está que Stephanie Grisham, jefa del gabinete de Melanie Trump, y exsecretaria de Prensa, quien renunció a su cargo tras los hechos de violencia escenificados en el Capitolio.

El expresidente norteamericano Barack Obama expresó en un comunicado: «La historia recordará con razón la violencia de hoy en el Capitolio, incitada por un presidente en ejercicio que ha seguido mintiendo sin fundamento sobre el resultado de una elección legal, como un momento de gran deshonra y vergüenza para nuestra nación. Pero nos estaríamos engañando si lo tratamos como una sorpresa total».

Obama agregó: «Me ha alentado ver a muchos miembros del partido del presidente hablar enérgicamente hoy. Sus voces se suman a los ejemplos de los funcionarios electorales estatales y locales republicanos en estados como Georgia que se han negado a ser intimidados y realizaron sus deberes honorablemente. Necesitamos más líderes como estos, ahora mismo y en los días, semanas y meses venideros mientras el presidente electo Biden trabaja para restaurar un propósito común a nuestra política. Depende de todos nosotros como estadounidenses, independientemente del partido, apoyarlo en ese objetivo».

Hillary Clinton, excandidata presidencial, manifestó en su cuenta de Twitter: «hoy, terroristas nacionales atacaron una base de nuestra democracia: la transferencia pacífica del poder después de elecciones libres. Debemos restablecer el estado de derecho y hacerlos responsables. La democracia es frágil. Nuestros líderes deben estar a la altura de su responsabilidad de protegerla».

El pueblo norteamericano deberá sacar sus propias lecciones de este episodio que pasa como una de las páginas más abominables de su historia democrática.

Habrá que ver cuáles serán las consecuencias para Donald Trump de lo sucedido, así como para las fuerzas de orden que debieron defender el Congreso en una guerra avisada y donde solo 52 personas fueron detenidas, una cifra irrisoria en comparación con lo que se ha vivido meses atrás con las protestas por los abusos policiales contra los afroamericanos y latinos.

La situación en Estados Unidos está lejos de estar controlada, ni de haberse cerrado este capítulo.

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