Fernando Lara (Fuente externa)

Fernando Lara, un reputado crítico de cine y gestor cultural español, que ha sido director de la Semanci, el festival de cine de Valladolid, y luego fue director del Instituto de la Cinematografía y las Artes Audiovisuales (ICAA), acaba de ser electo miembro de la Real Academia de Bellas Artes De San Fernando.

En medio de su discurso de aceptación, ha deslizado un muy acertado decálogo de la crítica cinematográfica.

Quien fuera parte de la revista Triunfo, de crítica cinematográfica leyó su discurso de contestación al también académico y director de cine Manuel Gutiérrez Aragón, titulado «El Fuego Sagrado: itinerario personal», el pasado 28 de noviembre.

En el discurso, escrito en segunda persona pero refiriéndose a sí mismo, como quien se observa en un espejo, Lara ha reconocido: «No te interesaban las valoraciones puramente subjetivas, ni los juicios sobre lo bueno y lo malo de lo que habías visto, ni mucho menos fijarte en si el éxito o el fracaso habían acompañado al objeto de tu análisis».

Y agrega: «Ya le prevenía su padre a Nick Carraway, el narrador de El gran Gatsby, sobre que «cada vez que te sientas inclinado a criticar a alguien, recuerda que no todo el mundo ha tenido tus ventajas»).Tu esfuerzo iba encaminado a escribir un texto que, desde una actitud original aunque, insistes, subsidiaria respecto a la obra, ayudase a comprenderla y valorarla mejor».

«Creíste ciegamente en la función positiva de la crítica, con tanto derecho a ejercerla sobre un film como sobre la sociedad, la política, la economía, el deporte o cualquier otro aspecto de la vida. No estabas de acuerdo con Jardiel Poncela, el enemigo acérrimo de un Miguel Mihura a quien, muchos años después, dedicarías tu atención con todo un libro, cuando afirmaba que «la crítica es la única actividad humana que no está sujeta a crítica». Porque pensabas lo contrario, que si la crítica suponía una función indispensable, lo negativo provenía de cómo la practicaban los malos críticos. Especialmente aquellos que, en años represivos, ejercían también a menudo de censores gubernamentales, en un ejemplo máximo de incoherencia y de traición a una noble tarea», continuó el discurso.

Y explica: «Por eso, para tener las ideas bien claras, llegaste incluso a formular un Decálogo con aquellas que habías ido elaborando. Con el convencimiento de que ser crítico es, ante todo, adoptar una concreta actitud ante la vida y, en este terreno preciso, ante la cultura y el cine.Y a través de ese ejercicio crítico, deseabas acercarte en alguna medida a la tetralogía ideal que oíste a Don Emilio Lledó plantear como «aspiraciones fundamentales del ser humano», que él cifraba en «la Verdad, la Justicia, la Bondad y la Belleza».

Y finalmente he aquí el decálogo de Fernando Lara, que bien puede servir a todos los que nos dedicamos a la crítica artística y dentro de ella a la crítica cinematográfica.

Fernando Lara a la derecha, durante su discurso (Fuente externa)

1.- Ante todo, has de sentir pasión, vivir el estremecimiento estético y haber adquirido conocimiento del arte cuyas obras vas a analizar.

2.- Abordarás cada crítica como un trabajo de creación, pero sabiendo siempre que eres un intermediario entre la obra y el espectador, nunca el protagonista.

3.- Facilitarás todas las coordenadas y datos que ayuden al lector, y posible o futuro espectador, a un mejor conocimiento y comprensión de la película analizada.

4.- Irás directamente al objeto de tu crítica, sin perderte en meandros ni en derivaciones que solo dificultan su lectura y comprensión.

5.- No aportarás datos eruditos, cinematográficos o de otras disciplinas, que para nada sirvan: solo para querer demostrar cuánto sabes de cine o de esas otras materias.

6.- No harás únicamente juicios valorativos, aunque de tu escrito se acabe deduciendo la valoración global que efectúas de la obra.

7.- Jamás te sentirás por encima de quienes, habitualmente con gran esfuerzo, han realizado la película.

8.- No serás nunca ni insultante ni despectivo con la película ni con sus responsables. Siente empatía hacia ellos y hacia el público.

9.- Utilizarás un lenguaje accesible y bien elaborado, que pueda ser comprendido por todo el mundo.

10.- Estarás al día sobre la teoría, la historia y la estética cinematográficas, así como en general de las principales expresiones culturales, para que tu crítica consiga el sustrato del que alimentarse.

Estos 10 mandamientos se encierran en dos:
a).- Ante todo, serás humilde en y con tu trabajo. Tu inevitable subjetivismo no debe hacer que te pierdas por el camino.

b).- Te plantearás siempre tu labor como un desafío: respecto a la obra, respecto a los lectores/espectadores para los que escribes y respecto a ti mismo. Busca el equilibrio y la serenidad en tu juicio.

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