Por Alfonso Quiñones

SD. Alguna vez se habló que la familia León Jimenes abriría un segundo Centro León en la capital. Después vino la venta de la Cervecería Nacional Dominicana,  el rumor se deshizo como una nubecilla de humo de cigarro La Aurora. ¡Cuánta falta hace un Centro León en Santo Domingo!

A veces Santiago de los Caballeros queda demasiado lejos. Hay que soñar con mucha fuerza por un tren que una continua y seguramente a la capital y a la Ciudad Corazón.

Hace pocos días acaba de cerrar una de las más interesantes exposiciones realizadas, sino la más, en lo que va de año en toda República Dominicana: Tesoros del arte taíno.

La exposición, vista antes en Valencia y Cádiz (España), en el 2012 y en Medellín (Colombia), en el 2012, está compuesta por piezas pertenecientes a la Fundación García Arévalo, que preside el destacado historiador y animador cultural del país, Manuel García Arévalo a quien le dio la bienvenida la directora de la Fundación Eduardo León Jimenes y del Centro León, María Amalia León de Jorge, quien explicó que la exposición había sido concebida ¨en diálogo complementario y enriquecedor con nuestra Sala de Antropología, que acoge la exposición Signos de Identidad, la cual ha sido apadrinada por el Banco Popular Dominicano, a quien agradecemos por su apoyo¨.

La magnífica exposición estuvo en salas desde el 12 de octubre del pasado año hasta el domingo 18 de marzo, y García Arévalo en sus palabras de introducción a la misma, manifestó su impresión por el magnífico montaje ¨con las más modernas técnicas museográficas, en un ambiente adecuado y confortable para deleite del público interesado en el pasado prehistórico¨. Un pasado que a todos nos debe interesar para saber de dónde venimos.

Al finalizar el período de la muestra, que acaparó la atención de los santiagueros -quienes pudieron admirar algunas de las más valiosas piezas del arte taíno, gracias al especial cuidado brindado por sus coleccionistas- los organizadores han publicado como memoria de la misma un magnífico libro, que incluye un ensayo del arqueólogo Jorge Ulloa Hung, titulado La cultura taína y las bases de los caribeño, que profundiza en el término y la cultura taína desde una perspectiva fundamentalmente antropológica, donde entre otros cita a Fray Bartolomé de Las Casas, quien en el tomo II de su Historia de las Indias, afirma que los pobladores tenían que ser ¨gente de antiquísimo tipo viviendo en estas islas¨.

El libro cierra con un artículo de Carlos Andújar Persinal, coordinador de Proyectos Culturales del Centro León, titulado El arte como ritualidad, donde reflexiona sobre la dicotomía entre arte aborigen y bellas artes, arte y modernidad, la dimensión holística del arte, el arte tradicional y la marca del signo, así como a la ritualidad del arte taíno.

 

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