Francia y su hija Kiara, meses atrás (Foto: colección Familiar)

Ayer en la noche la tristeza y la oración reinaban en las casas de los familiares de la enfermera Luisa María López Castillo, desde Salcedo hasta Boston. Oraban porque Luisa había recibido en el INAMED de San Francisco de Macorís la extrema unción de parte de un sacerdote. Y su vida estaba más que nunca en las manos de Dios.

Ayer en la noche la tristeza y la oración reinaban en el corazón de Francia Cecilia Taveras, la madre de Kiara Francesca Ulerio Taveras, quien sigue en cuidados intensivos en el Hospital Robert Reid Cabral. Y Francia, quien solo cuenta con la compañía de su corazón, agarrada de Dios, sollozaba porque una doctora le informó a eso de las 9:00 de la noche que su hija Kiara está muy mal, que el tumor se le regó muy rápido a los pulmones.

Luisa que pertenece a una familia pudiente, y a quien le han apoyado con las pintas de sangre -ya van siete-, tiene mucha gente orándole. Y si esta mañana amanece es porque Dios ha determinado escuchar esos ruegos y no llevársela todavía. Y hay seis posibles donantes más esperando si necesita más sangre, porque Luisa es tan joven, y ama tanto su profesión, que hasta quienes no la conocen se conduelen.

Luisa, la enfermera (Foto: colección familiar)

Francia por su parte está sola, no puede estar con nadie para poder ver su hija cuando le digan que puede, aunque sea por tres minutos. El protocolo del Covid hay que seguirlo. Y los padres de los niños que están en UCI, se encuentran en una habitación. Lo cual es bueno. A las 3:00 de la tarde ella había visto a Kiara y la vio animada, quería comer arroz, y ella le dijo que cuando esté mejor, le traería arroz. ¿Y qué no hace una madre como Francia por su hija? ¡El mejor arroz del mundo!

A todas estas, parece que Senasa se cansó ya o se agotó la cobertura de Kiara, porque para las analíticas que le mandan en los últimos dias, Francia ha tenido que estar pagando la diferencia y luego otras íntegramente. Y ella, ya sabemos que es pobre de solemnidad. Por lo tanto ha podido pagar gracias a donaciones de algunas personas.

Hablar con Francia a las 10:30 de la noche de este lunes, es escuchar la voz de una madre que llora por ver cómo está su hija. Que se perdió mucho tiempo, dice. Y ella sabe bien a quién se refiere. «Entré a verla y estaba sin sentido, no pude quedarme ahi… mi niña!», exclama y solloza.

«Yo soy una mujer honesta y humilde», dice Francia entre sollozos. «Usted no me conoce, pero yo soy una madre honrada que está criando sola a sus tres hijos con mucho sacrificio. Y a veces, le aseguro, hay gente pobre y sin un centavo que son más buenas que algunas con mucho uniforme y mucha carrera», expresa con un coraje que sale del letargo del dolor.

Hacen falta dos milagros de Dios. Uno para Luisa María y otro para Kiara Francesca.

Luisa María López Castillo, allá en San Francisco, sigue luchando por su vida. Uno pregunta, y sus familiares dicen: «Igual».

Acá en la capital, Francia necesita que la sigamos ayudando. Con las oraciones por Kiara Francesca Ulerio Taveras. Y con los recursos que podamos aportarle.

Quienes deseen colaborar con este caso, aquí la cuenta de su mamá

Francia Cecilia Taveras
Número de cuenta: 0910332464
Banreservas

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