El presidente de Turkmenistán: Gurbanguly Berdymujammedov

La antigua República Socialista Soviética de Turkmenia, hoy a secas Turkmenistán, tiene un presidente que se las trae. Probablemente nunca antes hubo una época en que coincidieran tantos presidentes raros, populistas unos, extremistas otros, pero todos amantes de quedarse con el sillón de la presidencia de manera indefinida. Uno de ellos es Gurbanguly Berdimuhamedov.

Quien además es Comandante Supremo de las Fuerzas Armadas del país y General del Ejército, estableció la regla de dedicar su tiempo libre a los deportes, incluida la equitación, así como al trabajo creativo, por lo que este martes visitó su propio complejo ecuestre Akhalteke, donde gastó los caballos del «paraíso», dio un paseo a caballo y luego comenzó a escribir un nuevo libro, según refleja el diario Siglo de Oro, el único periódico impreso que cuenta con sitio web.

Este martes Reporteros Sin Fronteras ha denunciado que Gurbanguly Berdimuhamedov decidió prohibir la palabra coronavirus. De modo que sus ciudadanos deberán seguramente referirse a soto voce, y llamarle «la cosa», «aquello que tu sabes» o «eso que anda».

La palabra se ha desterrado de los folletos de información de salud distribuidos en escuelas, hospitales y lugares de trabajo, según Turkmenistan Chronicle , una de las pocas fuentes de noticias independientes.

Incluso las personas que usan mascarillas o hablan sobre el coronavirus en la calle, en las paradas de autobús o en las filas fuera de las tiendas pueden ser arrestadas por la policía, según informan los periodistas con sede en Ashjabat, la capital turkmena.

A Reporteros sin Fronteras le preocupa la situación porque la negación de información a los ciudadanos turkmenos los pone en grave riesgo, además de reforzar el autoritarismo impuesto por el presidente Berdymukhammedov, que debería transcribirse en español como Berdymujammedov.

Las autoridades han negado hasta el momento que exista ningún caso de coronavirus en el país. El presidente, también conocido como Padre Protector, ordenó el 13 de marzo de fumigar espacios públicos con una planta tradicional llamada harmala, como medida de protección.

Mientras tanto, la mañana de este martes, tras echarle un vistazo a los caballos de su establo, sacó a Gyratym, uno de sus preferidos y salió a caminar con él, después de calentarlo un poco, lo trotó.

Esas imágenes son ampliamente explotadas en los medios locales.

En la crónica de Siglo de Oro, llena de descripciones más cercanas a Corea del Norte que otra cosa se puede leer: «Es bien sabido que el líder turkmeno trata a los caballos con amor, dedicándoles minutos los más bien raros libres raros y cantando a los caballos Akhal-Teke en su obra literaria».

Además de dar loas a la raza de caballos que admira el presidente no puede faltar la referencia a la labor «literaria» del gran lider. «En sus libros, el jefe de estado revela la enorme importancia de estudiar la historia doméstica, preservar las tradiciones nacionales y los valores de la cultura espiritual y material del pueblo turkmeno. Esta idea se expresa en muchas obras del presidente Gurbanguly Berdimuhamedov, y cada vez con renovado vigor, revelando otra faceta de la herencia más rica que nos han legado nuestros antepasados».

Pero el próximo párrafo es digno de un Pulitzer, donde demuestra que en un arranque de inspiración divina el gran lider «en su oficina en el complejo ecuestre, el jefe de estado se propuso crear un nuevo libro, que resumirá los pensamientos profundos sobre la experiencia histórica de la gente de Turkmenistán en varios campos y las perspectivas para un mayor desarrollo de nuestro estado y la sociedad.

Cada obra literaria del Presidente está precedida por una extensa investigación y estudio de información, análisis de materiales de archivo. En los libros del jefe de estado, un lector atento siempre encontrará una idea inspiradora y un mensaje sabio», solo faltó que firmara redivivo Kim Song Il.

El tumbapolvismo no tiene fronteras: «el nuevo trabajo del presidente Gurbanguly Berdimuhamedov, que está en proceso y se convierte en propiedad del pueblo, dará otro impulso al florecimiento de la cultura turkmena».

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