Ulf Danielsson, miembro de la Academia Sueca, explica los anuncios (Foto cortesía Reuter)

El Premio Nobel de Física ha sido otorgado este martes 6 de octubre del 2020 a tres personalidades que han realizado trascendentales investigaciones acerca de los agujeros negros.

La Academia Sueca otorgó el premio al británico Roger Penrose, el alemán Reinhard Genzel y la estadounidense Andrea Ghez.

Penrose fue distinguido por descubrir que la formación de un agujero negro es una predicción robusta de la teoría general de la relatividad. El profesor de la Universidad de Oxford “inventó ingeniosos métodos matemáticos para explorar la teoría general de la relatividad de Albert Einstein y mostró que la teoría lleva a la formación de agujeros negros, esos monstruos que capturan todo lo que entra en ellos”.

Por su parte, Genzel y Ghez fueron galardonados por el hallazgo de un objeto supermasivo y compacto en el centro de nuestra galaxia. Cada uno de ellos lideró un grupo de astrónomos que desde los años 90 investiga una región llamada Sagitario A*. Su trabajo pionero dio la evidencia más solida hasta la fecha sobre un agujero negro al centro de la Vía Láctea, dicen los medios europeos.

El caso de Andrea Ghez es relevante, toda vez que es apenas la cuarta mujer en ganar el premio de Física, tras 109 años de historia y más de 200 galardonados. Antes de ella, lo recibieron la canadiense Donna Strickland en 2018; Maria Goeppert-Mayer, en 1963; y la legendaria Marie Curie, en 1903. “Espero poder inspirar a otras mujeres para que se adentren al campo (de la física). Hay mucho por hacer”, dijo la eminente científica en la teleconferencia tras el anuncio.

Por su parte, el secretario general de la Academia explicó que hubo una demora en el anuncio porque no se había logrado contactar a los ganadores.

“Los descubrimientos de los laureados de este año han abierto nuevos caminos en el estudio de objetos compactos y supermasivos. Pero estos objetos exóticos todavía plantean muchas preguntas que piden respuestas y motivan futuras investigaciones. No sólo preguntas sobre su estructura interna, sino también preguntas sobre cómo probar nuestra teoría de la gravedad bajo las condiciones extremas en la proximidad inmediata de un agujero negro”, ha dicho David Haviland, presidente del Comité Nobel de Física.

El caso de los agujeros negros supermasivos entrañan un enigma de la astrofísica, sobre todo por la manera en que llegan a ser tan grandes, y su formación centra muchas investigaciones. Los científicos piensan que devoran, a una velocidad inaudita, todos los gases emitidos por las galaxias muy densas que les rodean. Como son invisibles, sólo se pueden observar por contraste, viendo qué fenómenos generan a su alrededor. Una primera imagen revolucionaria fue revelada al mundo en abril de 2019.

Justo el pasado año, el Nobel de Física fue para tres cosmólogos, el canadiense-estadounidense James Peebles, que siguió los pasos de Einstein para aclarar los orígenes del universo, y los suizos Michel Mayor y Didier Queloz, quienes revelaron la existencia de un planeta fuera del sistema solar.

La pandemia por el coronavirus ha provocado la cancelación de la ceremonia de entrega de los premios el 10 de diciembre en Estocolmo. Los galardonados, que se reparten cerca de un millón de euros por cada disciplina, recibirán el premio en su país de residencia.

El primero de los Nobel ha sido el de Medicina para Harvey Alter y Charles Rice, junto con el británico Michael Houghton, por su papel en el descubrimiento del virus causante de la hepatitis C.

Este miércoles se dará a conocer el de Química. El jueves se anunciará el más esperado de todos, el premio de Literatura, mientras el de la Paz se conocerá el viernes en Oslo. El lunes será el de Economía, el más joven de todos pues fue creado en 1968, no previsto en el testamento del inventor sueco Alfred Nobel, justamente creado en su memoria.

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