Carmen Heredia Viuda Guerrero en su despacho de ministra (Foto servida)

Muchos sabemos que la suerte de la todavía ministra en funciones, Carmen Heredia, estaba echada desde antes que se cumpliera un año de estar en el poder. Esto debido a que, entre otras cosas, no fue capaz de cambiar el rostro del sector cultural, ya de por sí en una racha en caída libre desde que llegara Pedro Vergés, con sus ínfulas de capitán de ballenero noruego, y terminara arponeando hasta el último vestigio de sardina en lata que quedara en el mar de la des-cultura.

El arquitecto Eduardo Selman, con mucha más decencia en su comportamiento, no pudo levantar vuelo, por mucho que lo intentó, aunque terminó entregándose a la inercia de la barrena en picada.

Carmen Heredia, recibiendo el testigo de Eduardo Selman (Foto servida)

Para poder cambiar el rostro de la Cultura, hace falta influencia política y hace falta coraje, sentimiento, pasión, garras, para poner los cajones sobre la mesa en la que se reparte el dinero del presupuesto y exigir.

Porque Cultura hoy día es un zafacón adonde echan migajas, no solo ahora que estamos en crisis pandémica, sino desde que comenzaron a recortar presupuestos, y los ministros a «ahorrarle» dinero al país. Tan es así que la rebaja anual del presupuesto ha ido en picada también, cada año unos 300 millones menos, y este unos 400 millones. Pero además de eso Bellas Artes es un Arca de Noé, en medio de la desbandada del diluvio, sumida casi en la inoperancia.

Carmen Heredia que es una mujer de la cultura, que pasó por varias posiciones, se suponía que estaba capacitada para el cargo. Sin embargo, su incidencia política donde se bate el cobre era casi nula. Intentó hacer cosas para las cuales no tenía recursos. Pero hubo algo que incidió negativamente en lo que algunos llaman «la familia cultural» y es el nepotismo que puso en práctica, queriéndolo que no, a su alrededor. Una vez alguien me explicó que el presidente había estado de acuerdo a que su hija la ayudara en el despacho, sin remuneración, esto porque sus hijos se preocupaban por la salud de su mamá. De la hija -según dicen- el apoyo se extendió a varias personas que en su entorno eran presencia fija: que si el hijo, que si una nuera, que si otra nuera. En fin…

Algo más que comenzó a llamar la atención fue que la ministra para asistir a algún lugar, enviaba una avanzada en una güagüita negra, compuesta por seguridad y protocolo, una hora antes de su llegada. Ese estilo es ajeno al sector, que por su especial sensibilidad comenzó enseguida a criticarlo.

¿Por qué hasta noviembre?

El miércoles 22 de abril de este año, a las 11:00 de la mañana, el Ministerio de Cultura (MINC) y la empresa alemana Sectag Internacional Latin America anunciaron que rubricaron un acuerdo, mediante el cual la multinacional alemana donará al país un moderno sistema de luces para iluminar la emblemática cruz del Faro a Colón, con miras a la próxima reinauguración del monumento ubicado en Santo Domingo Este, y para ello han tomado como referencia el 12 de octubre.

Carmen Heredia encabezó el encuentro en compañía del señor Soheil Hamedani, representante de la empresa, quien narró su experiencia por los años que lleva viajando al país del cual está enamorado. El primer acercamiento ocurrió durante la pasada gestión, cuando estaba al frente el ministro Eduardo Selman. Entonces faltaban 90 millones. Hace poco regresaron con la propuesta de donar enteramente la iluminación del emblemático monumento que es parte del Patrimonio Cultural del país.

Por su parte la ministra expresó en breves palabras que «El Ministerio de Cultura acoge con beneplácito la intención de alianza ruso-alemana de la empresa multinacional Sectag Internacional Latin America de donar a nuestro país un moderno sistema de iluminación que será instalado en el Faro a Colón con miras a la reinuaguración de esta majestuosa obra erigida en honor al Almirante para conmemorar 500 años del descubrimiento de América».

Antón Kuzmín, presidente de BS Group
De izquierda a derecha: el director del Faro a Colón, Eliezer Nolasco; el presidente de la empresa Sectag Internacional Latin America, Soheil Hamedani; la primera oficial de la Embajada de Alemania, Katherine Werdermann; la ministra de Cultura, Carmen Heredia; el viceministro de Patrimonio Cultural, Gamal Michelén, y el presidente de la empresa BS Group, Antón Kuzmín.

Antón Kuzmín, presidente de la empresa rusa BS Group, en conversación con Nota Clave explicó aquel día que existe una posibilidad real con el uso de paneles solares colocados en el techo de la edificación inaugurada hace casi tres décadas, con lo cual el consumo de energía de la red pública puede ser muchísimo menor, además de que las luces que se utilizarán serán tipo Led, aunque la principal del faro es a carbono, que podrían lograr proyección lumínica de 3 kilómetros, por parte del foco principal, que el mismo se puede graduar de acuerdo a los intereses. La fábrica existe desde tiempos de la Unión Soviética, muy experimentada. Las nuevas bombillas LED, no solo tendrán más del doble de potencia que las anteriores, sino que supondrán un ahorro de consumo energético importante, aunque declinó expresar cuánto exactamente debido a pruebas que tienen que hacer en Rusia.

Pero no queda claro la letra chiquita, esa que nadie lee, y que tienen que ver con cómo será la reposición de piezas que se vayan dañando, bombillas que se vayan gastando, etc. A veces las donaciones tienen su cororícamo. Y parece que el proyecto ha seguido su camino.

Así que la petición de Carmen Heredia de que la dejaran en el puesto hasta el mes de noviembre disque para concluir un proyecto, podría estar ligado al faro de Colón. O bien que el proyecto se haya caído y ya no vaya.

De cualquier manera el presidente ha sido caballeroso con la dama. No la deja hasta noviembre, sino hasta el 10 de octubre, aunque la fecha marcada para echar andar el proyecto era el 12 de octubre. Otro compromiso más importante no creo que exista. ¡Vaya a ver! Aunque ese tipo de complacencias nunca son buenas.

Luis Abinader y Milagros Germán (Fuente externa)

De todos modos, Milagros German deberá mostrar garra y dulzura, y saber engatusar a los tigueres tecnócratas que le pondrán el presupuesto en Saturno.

Es imprescindible que Milagros Germán convierta al presidente en su primer aliado. Sin eso no hay nada que hacer. Seguirá perdida la causa del sector cultural. Y muy importante: dejarse ayudar de quienes tomen la iniciativa de hacerlo y de quienes ella necesite auxiliarse.

Baste esto: la cultura dominicana tiene ante sí el reto de convertirse en el escudo de la nación y en sobrevivir en un ambiente corrosivo, donde los paradigmas cambian y la erosión de la identidad nacional presupone un grado de degradación cotidiano que un dia puede darnos una fatal sorpresa.

Crucemos dedos.

Cultura no aguanta un revés más.

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