(Nota Clave agradece la cortesía de f4f.space y de Space Daily por el siguiente artículo de Tim Chrisman, de Foundation for the Future)

La ciencia ficción, que quizás sea más popular que nunca, nos llevaría a creer que la colonización del espacio es solo una cuestión de tiempo. La realidad, sin embargo, no es tan prometedora. El entorno que nos espera fuera de la atmósfera de la Tierra, incluso cuando se somete a nuestra tecnología más avanzada, es brutal y ominoso.

Existe una larga lista de peligros asociados con el espacio que son imposibles de negar. El espacio es un vacío en el que se debe proporcionar oxígeno y protección contra temperaturas extremas. Las distancias que deben superarse y las naves espaciales que exigen ponen a prueba la resistencia y el ingenio humanos. La radiación, no controlada por la atmósfera que disfrutamos en nuestro planeta, no es buena para el cuerpo humano. Estos factores hacen que la colonización espacial sea impráctica y, si se cree a algunos, imposible.

Sin embargo, cuando uno mira hacia atrás en la historia de la humanidad, existe una larga línea de fronteras hostiles que los seres humanos han encontrado el coraje y la creatividad para superar. Ninguno de nuestros entornos actuales fue tomado fácilmente. Yo diría que el espacio debería ser el próximo en ser conquistado.

Tim Chrisman (Captura de pantalla)

El espacio exige una nueva mentalidad

Como seres humanos que vivimos en el siglo XXI, es fácil vernos como una especie bien adaptada a la vida en la Tierra. Nuestra supervivencia y dominio, sin embargo, es el resultado de miles de años de prueba y error.

Si bien la mayoría de los humanos se considerarían ocupantes de un lugar seguro en la parte superior de la cadena alimentaria, no todos los científicos creen que sea correcto incluirnos entre los lobos, las orcas y otros «depredadores ápice». Nuestro dominio dentro del entorno natural no es el resultado de nuestras habilidades naturales, sino que proviene del desarrollo de herramientas y una red de comunidad.

El ingenio, la inteligencia y el compromiso han permitido a los humanos dominar todo el terreno de la Tierra, desde los picos más elevados hasta las profundidades más oscuras. ¿Por qué deberíamos creer que el espacio nos presenta un acertijo sin solución?

Infraestructura por el futuro (Captura de pantalla)

Someter el espacio no puede esperar

Las comodidades de las que disfrutamos actualmente no se materializaron de la noche a la mañana. El comercio que impulsa nuestras economías ha ido evolucionando desde los primeros días de la civilización. Los sistemas agrícolas que proporcionan nuestros alimentos han evolucionado aún más. Nuestra forma de vida actual tardó miles de años en desarrollarse. A medida que nos enfrentamos a los desafíos del espacio, no podemos darnos el lujo de tal línea de tiempo.

Cuando se trata de construir un futuro en el espacio, ahora es el momento de actuar. Tenemos décadas, no siglos, para establecernos más allá de la atmósfera terrestre. Por lo tanto, debemos ser creativos. O quizás sea mejor decir «recreativo».

Para tener éxito en dominar los paisajes más allá del planeta, será necesario que recreemos en el espacio los componentes más efectivos de la infraestructura actual en la Tierra. Dependemos de la agricultura, la industria, las comunicaciones y el transporte. Necesitaremos todas esas mismas provisiones en el espacio y las necesitaremos más temprano que tarde.

Mi trabajo con Foundation for the Future me ha puesto en contacto con expertos de todo el mundo que coinciden en que acelerar nuestro movimiento hacia el espacio no solo es posible, sino beneficioso de innumerables formas. Ahora es el momento de desarrollar la infraestructura crítica para habilitarla, las herramientas de inversión para financiarla y una fuerza laboral para impulsarla.

Debemos abrazar la siguiente fase

La siguiente fase de expansión humana ha comenzado y el espacio es el destino. El siglo XXI ya ha sido testigo de avances inspiradores en el espacio. Desde SpaceShipOne hasta Spirit Rover e Inspiration4, los desafíos se enfrentan y superan. Como ha demostrado nuestra historia, los humanos se sienten atraídos por buscar y someter nuevas fronteras. Ahora es el momento de comprometernos con la tarea de hacer del espacio nuestra próxima historia de éxito.

¿Podremos estar a salvo en el espacio?

La elección depende de nosotros.

Nota: Tim Chrisman es el fundador y director ejecutivo de Foundation for The Future; autor de Humanity in Space, una mirada al futuro del segundo siglo de vuelos espaciales tripulados; es oficial retirado de Operaciones Especiales del Ejército y ex oficial del Departamento Espacial de la CIA. La Fundación para el Futuro es una organización sin fines de lucro de educación y defensa enfocada en promover la economía espacial mediante el desarrollo de infraestructura crítica para habilitarla, herramientas de inversión para financiarla y una fuerza laboral para impulsarla. Su trabajo incluye reunir a líderes de la industria del gobierno y el sector privado a través de eventos virtuales.

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