«Malpaso. Qué gran nombre para un paso fronterizo tan hostil para la vida como fértil para el cine. La película sitúa sus cámaras entre República Dominicana y Haití para arrancar belleza de la mugre. La belleza está en la aspiración de sobrevivir de dos hermanos mellizos, uno negro y otro albino, en su ingenuidad y sus sueños. La mugre, en todo lo demás. Poética desde la miseria, luminosa desde la negritud, de fotografía impecable y paradojas en blanco y negro que nos dejarán huella. Enhorabuena, Héctor Valdez».

Con estas palabras celebra el periódico El País, el más importante en castellano, en un artículo que lleva por título «Cuatro películas brillantes que no te venderá Netflix», firmado por Berna González Harbour quien ha cubierto el Festival de Málaga.

Malpaso encabeza la lista de cuatro filmes recomendados, y le siguen la brasileña Tres veranos, de la directora Sandra Kogut; Piola del chileno Luis Alejandro Pérez y Blanco de verano, del mexicano Rodrigo Ruiz Patterson.

González Harbour quien también fue miembro del jurado de la crítica, que otorgara el premio al filme de la brasileña, aún señala dos filmes más dignos de ver: El silencio del cazador, del argentino Martin Desalvo y El diablo entre las piernas, del maestro del cine mexicano Arturo Ripstein.

Malpaso es una película en blanco y negro que trasciende como una de las mejores películas dominicanas de todos los tiempos. Su propuesta estética otorga voz, desde la permanencia de la fotografía, a una realidad llena de sobrevivencia, pobreza y violencia, en la frontera entre República Dominicana y Haití, una frontera con más huecos que un queso gruyere.

Esperamos tu comentario

Deja un comentario