El oro surge sin razones para ello, según teorías actuales (Fuente externa)

Este miércoles el precio del oro actual ha operado a 1.886,47 US Dólares la onza en el mercado de futuros NYMEX subiendo unos 8,21 dólares, un + 0,44%, frente a los 1.887,99 en el cierre del martes. Ese es el oro que hay aquí en la Tierra.

Pero lo que no saben muchas personas es que los astrónomos llevan mucho tiempo detectando oro en el Universo, fuera de la Tierra, y su cantidad es muy superior a la que debería existir según las teorías actuales.

Los científicos dicen que «algo» está fabricando grandes cantidades de oro «ahí arriba», aunque nadie sabe aún qué es ese algo.

El oro es un elemento, lo cual significa que no es posible fabricarlo a partir de reacciones químicas ordinarias, aunque los alquimistas lo estuvieron intentando durante siglos. Solo mediante la formación de núcleos atómicos hechos de 79 protones y 118 neutrones cada uno, lo cual es una reacción de fusión nuclear que supera con creces nuestras posibilidades, puede aparecer el oro.

La naturaleza crea eventos de extrema violencia, capaces de fabricar oro y otros metales pesados. Pero esos acontecimientos no se producen con la frecuentemente como para explicar la gran cantidad de oro que existe tanto en la Tierra como en otros lugares del Sistema Solar.

Un nuevo estudio recién aparecido en The Astrophysical Journal acaba de demostrar que el principal candidato a productor de oro, las colisiones entre estrellas de neutrones, tampoco basta para explicar la abundancia observada. Hay quienes apuntan a otras posibilidades, como las violentas explosiones de supernovas, pero incluso así la cantidad total de oro debería ser muy inferior a la que realmente es.ss

Estrellas de neutrones y supernovas

Las estrellas de neutrones son núcleos extraordinariamente densos de estrellas que explotaron como supernovas o se deshicieron violentamente de sus capas externas tras un colapso gravitatorio. Cuando dos de esos remanentes estelares chocan, fabrican oro durante un breve tiempo a base de comprimir protones y neutrones dentro de los núcleos atómicos que luego lanzan al espacio, alegan los investigadores.

Las supernovas tampoco son suficientes para explicar todo el oro del Universo. La razón, según Chiaki Kobayashi, astrofísica de la Universidad de Hertfordshire en el Reino Unido y autora principal del estudio, es sencilla: las estrellas lo suficientemente masivas como para fusionar oro justo antes de morir (al estallar como supernovas) son muy raras y además, cuando explotan, esas estrellas se convierten en agujeros negros, que absorben la mayor parte del oro que podrían haber fusionado, ha explicado según la publicación.

Auténticos «chorros» de oro

Existen también otros tipos más exóticos de supernovas, como aquellas en que la estrella moribunda gira sobre sí misma tan rápido y es sacudida por campos magnéticos tan fuertes que, al explotar, se vuelve literalmente del revés, emitiendo al espacio auténticos «chorros» de oro. Pero si las supernovas de estrellas masivas capaces de fabricar oro son, como se ha dicho, raras, este tipo concreto de supernovas rotatorias magnéticas lo es aún más.

Kobayashi y sus colegas aseguran que ni siquiera sumando estas extrañas supernovas con las colisiones de estrellas de neutrones se conseguiría explicar la cantidad de oro que hay en la Tierra y sus alrededores.

Para la investigadora, la cuestión se divide en dos fases: «primero, las fusiones de estrellas de neutrones no son suficientes. Y segundo, incluso añadiendo otra fuente, las supernovas, seguimos sin poder explicar la cantidad de oro observada».

La astrofísica Kobayashi estima que estudios anteriores acertaron al decir que las colisiones de estrellas de neutrones liberan una auténtica «lluvia de oro». Mas no tuvieron en cuenta lo poco frecuentes que son ese tipo de colisiones. De hecho, hasta ahora los científicos solo han visto algo así en una única ocasión.

Una montaña de datos

El minucioso estudio de la Universidad de Hertfordshire, propició que los investigadores analizaran una auténtica montaña de datos, y los conectaran a los mejores modelos que describen cómo surgen los diferentes elementos químicos. El artículo, de hecho, contiene referencias a otras 341 publicaciones, tres veces más de lo habitual.

Kobayashi y sus colegas consiguieron explicar la formación y abundancia de átomos tan ligeros como el carbono 12 (seis protones y seis neutrones) y tan pesados como el uranio 238 (92 protones y 146 neutrones). Y sus modelos también acertaron a la hora de predecir la cantidad de estroncio producida por la colisión de dos estrellas de neutrones, que coincide con lo observado directamente por los astrónomos. Pero el oro sigue siendo un enigma.

Para Kobayashi, la única conclusión posible es que «algo que aún desconocemos debe estar fabricando oro. O puede que las colisiones de estrellas de neutrones produzcan mucho más oro de lo que sugieren los modelos actuales. En cualquier caso, los astrofísicos tienen aún mucho trabajo por delante antes de que consigan explicar de dónde vino todo ese lujo».

Tengo una amiga de nombre Ruth Objío, quien en estos momentos quisiera estar metida en una película de ciencia ficción, explotando una mina de oro en otro planeta o tal vez cazándolo en el espacio sideral. O mejor aun descubriendo un planeta hecho enteramente de oro. Así podría tener suficiente en Sol de Oro Joyería, para quienes a diario llegan hasta ahí con el afán de comprar el metal precioso.

Es tiempo de oro, lo demás es área verde.

Esperamos tu comentario

Deja un comentario