Migdalia es pobre y trabaja como doméstica, tiene dos hijos pequeños, el oído presto y las entendederas claras. Le gusta aprender nuevas palabras. Y a veces sorprende a la familia donde labora con nuevos vocablos que ellos mismos que son universitarios no saben su significado.

Un día, de visita en la casa donde trabaja, me escuchó decir la palabra hipocampo. Y en un momento cuando trajo un café, me preguntó: «Don, ¿y qué significa ‘hicpocampo’, o qué se yo, eso que Ud. dijo ahorita?». Le expliqué que es un caballito de mar.

La próxima vez que los visité, me enseñó un dibujo que ella misma había hecho con lápiz de cejas: un caballito de mar.

Gente como Migdalia son los que más provecho le pueden sacar a la pandemia para aprender.

No hay nada peor que perder el tiempo sin aprender nada. Cada día que pase hay que aprender algo. La vida es tan corta, y el mundo es tan grande, que una sola vida no alcanza para aprender ni siquiera una décima parte del conocimiento acumulado.

Aquel concepto del sabio de la antigüedad quedó atrás. Y hoy cualquier joven que tenga avidez de preparación y cultura muy pronto sabrá más que lo conocía cualquiera de aquellos sabios de los primeros tiempos.

La Fundación Carlos Slim, a través de la página de Claro en República Dominicana o de la página aprende.org, tiene 235 cursos de capacitación disponibles.

Si bien existen cursos de Administración y Finanzas, Construcción, Minería, Transportes y Sustentabilidad; cuenta también con Diplomados en Agropecuario, Energía, Moda y belleza,  Tecnología, Turismo y Profesionalización.

Así mismo hay Rutas de aprendizaje en Alimentos, Formación, Servicio al cliente, Salud, Digitalízate y Listo para el trabajo.

Finalmente muestra una Bolsa de Trabajo para la Industria, Comercio, Social, Sociedad global y Formación humana.

Existen cursos de albañilería, y aseador de oficina, asesor de belleza o agente de ventas digital, hasta arquitecto de ambientes virtuales de aprendizaje, soldador y oxicortador, asesor de energías renovables, constructor de paz o cuidador de adultos mayores y cuidador de niños.

Hay cursos desde promotor turístico y promotor del desarrollo infantil, representante telefónico y técnico en cultivo de vegetales, hasta técnico en instalación de energía eólica, vendedor por catálogo, técnico en seguridad informática perimetral, técnico en instalación de calentadores solares y técnico en construcción y reparación de drones.

Los oficios más increíbles pueden encontrarse en este gran vademécum de la preparación para asumir nuevos retos laborales.

Se lo avisé a Migdalia. Su caso no es la media, está bien. Pero es un buen ejemplo de superación.

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