Captura de pantalla del sitio web de la Biblioteca Digital Mundial

La noticia la ha dado en la mañana de este martes 11 de febrero el embajador dominicano ante la Unesco, José Antonio Rodríguez. La Biblioteca Digital Mundial, una plataforma donde venían trabajando hace algunos años expertos de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) acaba de ser lanzada y ya está accesible para todos.

El portal reúne mapas, textos, fotos, grabaciones y películas de todos los tiempos y explica en siete idiomas las joyas y reliquias culturales de todas las bibliotecas del planeta, comenzando por la Biblioteca del Congreso de los Estados Unidos de América, del cual hay un link directo en el banner superio, así como otro del sitio web de la propia Unesco.

Todo el conocimiento que pueda ser de interés puede ser leído, visto o escuchado a través del Internet en wdl.org

Una de las cosas más fascinantes que nos trajo el mundo digital son las líneas cronológicas sincronizadas, con las que se muestra la evolución de la humanidad en diferentes ámbitos como la política, religión, literatura, ciencia y tecnología, deportes, etcétera, a lo largo de los milenios. Son una visual del desarrollo humano de manera lineal, comprensible y sintetizado.

Las líneas cronológicas de la historia incluyen manuscritos, libros, mapas, fotografías y otros documentos que funcionan como fuentes primarias. Este primer intento de la Biblioteca Digital Mundial de la Unesco muestra la extensión de la historia mundial, a través de la línea cronológica y un mapa interactivo, ofreciendo una serie de documentos relacionados con fechas y acontecimientos de especial importancia. Según consignan los redactores de la web, la sección será ampliada y será más representativa a medida que se agregue nuevo contenido a la Biblioteca Digital Mundial.

Entre los mapas se encuentra este de alrededor ed 1669 de La Hispaniola, donde detalla zonas de la actual República Dominicana. El mapa pertenece a la Colección Henry Harrisse, en la Biblioteca del Congreso y fue realizado por el cartógrafo holandés Joan Vinckeboons (1617-1670).

Hasta ahora esta biblioteca la integran 19 147 artículos sobre 193 países en el período comprendido entre 8000 a. C. y 2000. Uno puede encontrar la más antigua historia occidental de Genghis Khan, el emperador mongol del siglo XIII que estableció el imperio contiguo más grande del mundo, obra de François Pétis (1622-95), un intérprete de árabe y turco en la corte francesa.

Hay copia del Li ji (El libro de los ritos) uno de los cinco clásicos del canon confuciano, que influyó de manera determinante en la cultura e historia china. El libro fue rescrito y editado por los discípulos de Confucio, alrededor del año 213 a. C. La obra describe las formas sociales, el sistema gubernamental y los ritos ceremoniales de la dinastía Zhou (1046–256 a. C.).

También se puede encontrar el primer informe del Almirante Cristophoro Columbus, como se le llamaba en latín, sobre «las Islas de la India más allá del Ganges», en la que anunciaba sus descubrimientos recientes y buscaba apoyo político y financiero para otro viaje.

Entre otros documentos está la Guía sobre el gran ferrocarril de Siberia, que en sus inicios tuvo unos 8.000 kilómetros, que unían a Ekaterinburgo en los Montes Urales, con el puerto de Vladivostok en el Pacífico, y que aún hoy sigue siendo el ferrocarril más largo del mundo. La construcción comenzó en 1891 y terminó en 1916, un año antes de la Gran Revolución de Octubre liderada por Vladimir Illich Lenin, que llevó el socialismo a Rusia y provocó la creación de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas, desaparecida en 1990.

La Biblioteca Digital Mundial aún es muy limitada en relación con el conocimiento que acumula el mundo. De cualquier manera es un esfuerzo maravilloso que acerca el conocimiento a grandes masas de manera gratuita.

Faltaría incluir obras literarias clásicas, quizás scanners de ediciones príncipe de grandes obras de la literatura mundial. Por otra parte, sería verdaderamente global si pudiera conectarse con todas las principales bibliotecas del mundo que estén digitalizadas, por ejemplo la antigua Biblioteca Lenin, actual Biblioteca del Estado Ruso, así como la Biblioteca británica de Londres, la Biblioteca Nacional de Francia, la Biblioteca Nacional de China, la Biblioteca Nacional y Archivos de Egipto, los Archivos de Indias de Sevilla, entre otras importantes colecciones de conocimientos.

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