Escena del filme Descalza (2014)

La ciencia muchas veces se equivoca. ¿Por qué? Muchos científicos son muy rígidos y exigen que todo se confirme con estudios y lo que digan “los numeritos”. Pero todo proceso de investigación está diseñado y creado por un ser humano, y todo ser humano se basa en su cosmovisión. O sea, en cómo ve la vida.

De ahí que nos equivocamos constantemente, porque “no es real la realidad”. Nuestras creaciones, conclusiones y creencias, entre otras cosas, están fuertemente influidas por lo que queremos ver. Toda producción es una proyección. Todo lo que creamos, proyecta lo que somos.

Al ver la película “Descalza”, en Netflix, podrá confirmar que juzgar la conducta de alguien, sin realmente conocer su pasado, lo que vivió y a su familia, es algo terrible. Posiblemente seremos injustos y también chismosos. Recuerde que el chisme es un cáncer y, por lo general, lo practican mucho los analfabetos emocionales. O sea, los que se suben sobre los otros para “poder verse”.

Era una muchacha muy linda e ingenua, que es llevada a un hospital psiquiátrico porque su madre murió y ella llamó a un policía y le dijo no saber qué hacer. Conoce allí a un muchacho que limpia el piso y está sumamente “descontrolado”, pero es básicamente un buen ser humano con muchos conflictos originados en su mala relación con su padre, que es un millonario.

Si juzga lo que ve y no busca qué lo origina, siempre se va a equivocar. Me explico con una experiencia vivida con el Dr. Segundo Imbert Brugal, que en esa época era mi supervisor de terapia. Nos asignaban pacientes y después discutíamos los casos con el supervisor.

Esa semana había visto a un señor que constantemente jugaba con las mujeres. Tenía sexo y jamás las llamaba, las “usaba”. Y claro, ellas se dejaban usar, por tener serios problemas también. Las embarazaba y las abandonaba, les mentía, siempre estaba con varias al mismo tiempo. En fin, al final de la terapia, yo quería ahorcarlo.

Le dije a mi supervisor: no quiero ver a ese paciente jamás, es un abusador, va tirando hijos por ahí como si fueran piñas y nunca se hace responsable. Me dan ganas de abofetearlo. Él me miró y contestó: “Nancy, solo te voy a pedir verlo una vez más, y pregúntale por su mamá y por todo lo que vivió en su familia. Después de eso, te puedes negar a verlo y le pondré otra terapeuta”. Me fui muy molesta, no quería verlo otra vez.

El día en que lo vi, le pregunté por su mamá. Me dijo llorando que nunca lo crio y que vivió rodando, de casa en casa, con tías que tampoco nunca lo amaron. Me sentí muy mal conmigo misma y jamás lo abandoné hasta que pudo amar a una mujer correctamente y perdonar a su mamá.

Los seres humanos intentan comunicarse lo mejor que pueden con la gente. A veces no lo logran, por los traumas vividos. Vean “Descalza” y lo entenderán mejor.

www.NancyAlvarez.com

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