Judith Leclerc posa en la calle (Foto servida)

La periodista Judith Leclerc, de Sajoma, acaba de celebrar con una fiesta a la que asistieron numerosos colegas amigos, los 10 años de obstáculos y persistencia de Mil historias. Como quien suscribe no pudo asistir por estar grabando Confabulaciones, le propuso a la colega hacerle una entrevista para Nota Clave. Y aquí está.

P. ¿Qué te ha dado Mil historias como ser humano?

R. Mil historias, me ha transformado por completo, me ha hecho una mujer con un temple y fortaleza increíble. Jamás creí que el día que me propuse contar las historias de los héroes anónimos y de la gente valiosa e inspiradora de esta tierra, con el objetivo de usar mi talento para cambiar sus vidas y ayudar en lo que pudiera, serían ellos los que terminarían transformando la vida mía.

Mil historias es mi ministerio, la causa más hermosa que brindó servicio a mi vida. Mil historias es una pasión por la que trabajé por años prácticamente gratis, y como veíamos que podíamos cambiar vidas y mejorar las condiciones de vida de alguien, pues decidíamos seguir adelante pues todo valía la pena. Me ha costado diez años y mil historias contadas para que los patrocinadores apoyen la televisión con propósito y con contenido. Una televisión que aporte. Mil historias es un legado a futuras generaciones de periodistas con verdadera vocación de servicio. Mil historias me enseñó a vivir. Me ha enseñado a luchar, a ser valiente, a tener agallas.

Mil historias me ha llenado de paz, no soy rica de dinero, pero lo tengo todo. Un techo, un hogar, una familia, una cama caliente para dormir, salud, amigos que hasta ahora son muy sinceros y quieren mi bien. Lo tengo todo porque mi vida tiene sentido, mi vida tiene un propósito. Con Mil historias aprendí a ser más útil al prójimo. Mil historias me ha dado la felicidad que no tuve cuando era una periodista aguerrida y hacía un periodismo algo sensacionalista. En ese entonces hacía un periodismo que amaba, porque era muy emocionante, no sabía en qué pueblo estaría la noticia cuando me levantaba de la cama, la adrenalina me gustaba pero mi vida vivía era una angustia constante, eran noches enteras sin dormir, porque sufría de estrés post traumático por todo lo que viví y los horrores que me tocaron ver durante tantos años. Ahora soy tan feliz cuando diez años después, la gente piensa en mí cuando ve historias bonitas e inspiradoras.

P. ¿Cuántas veces has dicho hasta aquí, no sigo?

R. A lo largo de estos diez años fueron muchas las veces que quise rendirme. Le decía a Dios en mis oraciones que lo sentía mucho que no iba a poder seguir, que le iba a fallar, que ese camino que había elegido era muy duro. Pero me olvidaba que El es el Dios de lo imposible. Y así cuando me ponía de rodillas, llegaba la fuerza, las ideas, la fortaleza y la sabiduría para poder seguir.

P. ¿Cómo has podido reponerte?

R.A veces hasta haciendo un alto en el camino. Grabar varios programas e irme de vacaciones. Buscar estrategias para poder continuar la batalla. Por suerte mi hermana Carmen y yo andamos siempre juntas, y eso hace que el trabajo sea más ligero. También colaboradores como Michael Liria, Manauri Jorge, Nathalie Ruíz, Bethania Ortega, Sarah Romero y muchos otros jóvenes enriquecieron a Mil historias con su gran talento.

P. ¿Cuál ha sido el programa más difícil de hacer?

R. El programa más difícil de hacer fue el de una joven mujer de Santiago, que tenía cáncer terminal y había pedido toda la vida a su compañero de muchos años que se casara con ella, pero por cosas de la vida, él se descuidó no se casó con ella que soñaba ser su esposa y casarse por la iglesia.

Su hija nos llamó un día a ver si podíamos cumplirle su sueño. Armamos la boda en tres días, padrino, el sacerdote, el vestido, patrocinador del evento y todo. Estábamos tan felices. Pero fue la única historia que no llegué a contar porque lamentablemente unos días antes de la boda, ella murió.

Ha sido una de las lecciones de vida más grande que hemos recibido, hay que decir a los seres queridos cuanto les amamos y no pensar que el tiempo y la vida son eternos.

P. ¿Cuál es tu evaluación de la televisión dominicana actualmente?

R. La televisión del mundo está en un proceso de cambio y los cambios son buenos, pero solo la buena televisión sobrevivirá. Ahora el contenido es el rey, con el Storytelling, o la narración de las historias de la gente, que fue justamente lo que comenzamos hace ya diez años sin saber que esta sería la tendencia en las redes sociales y hasta en la publicidad y el marketing.

Ahora bien, el derrotero de la televisión dominicana comenzó justamente hace años, con la falta de valores y de buen contenido. Algunos productores se fueron por el lado más cómodo, la chercha, el morbo, y lo que comenzaron a transmitir era una locura. Así surgió hasta un hastag en las redes de #Yonoveotvlocal , pues ya el desastre del contenido que se presentaba estaba desencantando a la gente. Esa debacle que hay ahora, la vimos venir y ahora la cosa se puso peor con el auge de las redes sociales.

No se puede negar que hay una crisis en la televisión local, pero como Mil historias surgió en plena crisis, y se mantuvo todavía en crisis, esa crisis de la que todos hablan a nosotros nos hace cosquillas, pues realmente ahora, después de tantos años es que estamos recibiendo apoyo, es algo hasta irónico decirlo, pero ahora es que estoy recibiendo una brisita, jajaja, pues nosotros duramos casi tres años sin cobrar un centavo cuando iniciamos, pero seguíamos adelante cuando veíamos que podíamos cambiar la vida de alguien, ya sea obsequiar una casa amueblada, o lograr el dinero de una cirugía para que alguien caminara. Eso nos mantuvo firme y qué bueno que Dios nos brindó la fortaleza.

P. ¿Qué es más difícil lograr un buen programa o las ventas?

R. Jajajajaa, eres genial. Esta pregunta me sacó tanta risa. Y te cuento que las dos cosas son difíciles, pero las ventas hay que hacer un curso de paciencia e inteligencia emocional para que no te desanimen. Cuando logramos un comercial para Mil historias, sabemos que ese cliente se quedará por años como nos ha pasado con el Banco Popular Dominicano, pues ellos aman la responsabilidad social y por eso valorar increíblemente nuestras Mil historias.

P. ¿Aguantarás 10 años más?

R. Si Dios nos brinda salud y vida, y encima de esa bendición de estar viva nos envía los patrocinadores como ha pasado en estos años y aún así, seguimos impactando positivamente las vidas de tanta gente como hemos hecho con Mil historias, pues que vengan diez años más. Ahora bien, la meta que nos propusimos de llegar a las Mil historias, fue lograda e increíblemente jamás pensé que pasarían diez años para poder lograrlo, me parecía algo imposible al principio, pero mi lema es que nadie hable de imposibles, así que yo no podía rendirme, esa meta debía ser lograda a pesar de cada obstáculo y Dios me brindó las fuerzas y la sabiduría para lograrlo y me puso en el camino cientos de ángeles que me dieron su espaldarazo.

Ahora mi próxima meta es terminar mi testimonio basado en Mil historias, no sé si resulte interesante, no sé si la gente lo leerá, pero ese lo termino yo, en nombre de Jesús, aunque lo lea yo solita jajajajajajaja. A mí realmente me encanta lo que he hecho hasta ahora. Espero que me acompañes a la puesta en circulación .

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