Este dos de enero del 2020 se conmemora el centenario de uno de los escritores más influyentes de la literatura de ciencia ficción universal, saac Asímov, autor de numerosos libros que pudieran resumirse en tres temas fundamentales: la opresión social, el paternalismo y el pensamiento racional. Algunas de sus obras han sido llevadas al cine, como El fin de la eternidad, producida en la URSS, en 1987, la cual había sido escrita y publicada en EE.UU. en 1955; Anochecer (1988) dirigida por Paul Mayersberg; El hombre bicentenario (1999) dirigida por Chris Columbus y protagonizada por Robin Williams; Yo, robot, protagonizada en el 2004 por Will Smith y dirigida por Alex Proyas; así mismo fue el asesor científico de la saga Star Trek.

Cuando Asímov apenas contaba con tres años de edad, sus padres emigraron de Rusia con él a los Estados Unidos. Nunca aprendió el idioma ruso. «Cuando tenía 9 años, comencé a interesarme en la ciencia ficción porque mi padre tenía una tienda de golosinas y siempre había revistas de ciencia ficción que yo leía», relató en una entrevista realizada para la BBC de Londres. «Como suele ocurrir con cualquier persona que lee ciencia ficción a una temprana edad y se enamora del género, eventualmente tratas de escribir una obra. Nunca escuché que esto no ocurriera», expresó.

El autor de la colección de cuentos Estoy en Puertomarte sin Hilda fue el creador de los las Tres Leyes de la Robótica, y anticipó desarrollos tecnológicos décadas antes como el uso del Internet. En una entrevista realizada en 1988, se refiere de este modo, cómo sería el Internet. Se consideraba un puente entre él los científicos y el sector no científico de la sociedad.

Consideraba que mientras más avanzara la ciencia, más lejos estaría el avance de donde despega la imaginación del escritor.

Fallecido el 6 de abril de 1992, Asímov fue uno de esos autores que murieron mereciendo el Premio Nobel de Literatura, sin recibirlo. Además de profesor de bioquímica en la Facultad de Medicina de la Universidad de Boston, fue un autor prolífico con más de 500 volúmenes escritos en distintos géneros, porque del mismo modo que escribió novelas y cuentos de ciencia ficción, abordó el misterio, la fantasía, la literatura científica de divulgación popular, y desde 1980 un asteroide lleva su nombre. También en Marte un cráter lleva su nombre.

Isaac Asímov predijo el uso de las laptops de manera popular para el año que acaba de finalizar y divisó un sistema educativo que se enfocara, como sucede ahora, en la «alfabetización informática» y que enseñe a lidiar con un mundo de «alta tecnología».

Entre sus indiscutibles aportes están términos que han sido acogidos por el Diccionario de Inglés de Oxford, entre ellos psicohistoria y robótica.

Su esposa desde 1973 y hasta su muerte fue la también escritora de ciencia ficción Janet Asimov.

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