Ilustración (Fuente externa)

Una extraña molécula en forma de anillo, que en la Tierra solo es posible observar en laboratorios, ha sido descubierta recientemente en la atmósfera de Titán y podría resultar ser un elemento fundamental para la vida. Este extraño compuesto que nunca había sido observado hasta ahora en ningún planeta o luna del Sistema Solar, fue descubierto tras dos tandas de observaciones con el telescopio Atacama Large Millimeter/submillimeter Array, en Chile, según ha publicado The Astronomical Journal.

Doce investigadores de varios países, dirigidos por Conor A. Nixon, del Centro de Vuelos Espaciales Goddard, de la NASA, colaboraron para hacer posible el descubrimiento.

Se trata de la molécula llamada ciclopropenilideno (C3H2) y está formada por tres átomos de carbono dispuestos en forma de anillo junto a dos átomos de Hidrógeno. Para los investigadores encontrar esa molécula en la atmósfera de una de las lunas de Saturno fue toda una sorpresa, ya que el Ciclopropenilideno es extremadamente reactivo y se transforma rápidamente en otros compuestos en cuanto entra en contacto con otras partículas.

Hasta el momento la molécula sólo se había detectado en las tenues nubes de gas y polvo del espacio interestelar, mas nunca en la atmósfera de un planeta. De alguna forma aún desconocida la extraña molécula ha conseguido perdurar en las capas superiores de la densa atmósfera de Titán.

Como es conocido por la ciencia, las moléculas en forma de anillo, como lo es la ciclopropenilideno, suelen ser los componentes básicos de las moléculas orgánicas más complejas que son necesarias para la vida, como el ADN o el ARN. «Se trata de un bloque de construcción (de la vida) realmente pequeño -explica Nixon- pero puedes construir cosas cada vez más grandes a partir de él. No creo que nadie piense que debe haber necesariamente microbios en Titán, pero el hecho de que se puedan formar allí moléculas complejas como esta podría ayudarnos a descubrir cómo empezó la vida en la Tierra».

Según se sabe, las condiciones de Titán son extraordinariamente similares a las de la Tierra primitiva, cuando el aire aún estaba dominado por metano en vez de por oxígeno. Por eso, estudiar las potencialidades de la luna de Saturno para crear y albergar vida puede ayudarnos mucho a comprender lo que sucedió en nuestro propio planeta.

Según Nixon, Titán posee la mayor variedad de moléculas de cualquier luna o planeta que se haya investigado hasta ahora. «Es una especie de coto de caza de la suerte, cargado de cosas nuevas -afirma el científico-. Y moléculas como ésta son casi como una señal de advertencia de que podemos encontrarnos con una química aún más emocionante».

La «química emocionante» solo se puede buscar desde los telescopios de la Tierra. Pero eso cambiará con la futura misión Dragonfly (Libélula), que será lanzada en 2027 y que examinará de cerca la superficie de Titán, según ha dado a conocer la NASA.

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