Giovanny Cruz, actor, director, dramaturgo y productor de teatro (Foto servida)

La llamada a Giovanny Cruz pareció caer en un momento en que el reconocido dramaturgo, actor y director teatral dominicano, estaba cenando. Eran como las seis de la tarde, hora en que usualmente cenan los semidioses, las personas de la tercera edad y los escritores de larga respiración. A continuación el diálogo, ya en escena.

Interior de casa. Pasan volando unas cotorras. En tercer plano una mujer le dice a un niño que hay que comerse la comida. Luego silencio. Actor 2 sentado en la terraza del segundo piso.

ACTOR 1: Hola. ¿Estabas cenando?

Actor 2: ¡Nononono!…

ACTOR 1: Así se podría llamar la obra: «¿Estabas cenando?»

ACTOR 2: ¡Jajajajajajajajaja! ¿Hablaste con José?

ACTOR 1: Sí, hablé con José y hablé con tu hija también. Con quien no hablé fue con Tony… falta de tiempo.

ACTOR 2: Ok. José y él son socios, José habla como director y como socio productor.

ACTOR 1: Claro. Ahora, quería que tú me dijeras sobre «Amanda». Yo sé que es una obra del 92, por ahí, ¿no?

ACTOR 2: ¡Anjá!

(En segundo plano sonido de una llave de agua abierta y de pasos del lado allá del celular que se van en fade out).

ACTOR 1: Sé que «Amanda» ha sido una obra que ha tenido cierto éxito…

ACTOR 2: Sí. Esa obra se presentó en la Sala Principal del Teatro Nacional primero, a casa llena. Tuvo historia eso. Y después se presentó de nuevo en la Sala Principal tres días más, a casa llena. La presentamos en Altos de Chavón, a casa llena. La presentamos en La Vega, Santiago, e igualito que en la capital, a casa llena. Fue al Festival Internacional de Teatro, a casa llena. Fuimos a París con ella, allá fue un tremendo éxito, y en los periódicos Liberation, Le Figaro, Le Monde, hicieron sendos reportajes, y se presentó también a casa llena. Ah, y también fuimos a Miami, se hicieron presentaciones a casa llena. La obra ha funcionado bien.

Fotografía de la presentación en París, Karina Noble al centro (Foto servida)

ACTOR 1: ¿Por qué Amanda?

ACTOR 2: Fíjate, Amanda… yo en ese entonces era del Partido Comunista Dominicano y no conseguía muchas oportunidades de trabajar con el estado. Cuando ganó el primer gobierno del PRD, Agliberto Meléndez, Iván García, Rafael Villalona y yo, organizamos el Festival Nacional de Arte y Cultura. Entonces ellos decidieron hacer una especie de presentaciones por áreas, por sectores. El Cibao lo dividieron en tres sectores, la capital creo que en dos, el sur, y entonces, como yo soy cibaeño yo dije, ah pues yo voy para el Cibao. Ellos me plantearon algo muy interesante: no vamos a poner un cibaeño en el Cibao, para obligar a que el artista que sea responsable de esa región también se nutra. Entonces yo recorrí todas las provincias buscando manifestaciones culturales, artísticas y eso. La última era El Seibo; yo estaba cansado realmente, llevaba como dos o tres meses trabajando en eso todos los fines de semana. Fui a El Seibo, vi varios grupos y me dicen, hay un grupo de danza muy bueno, pero no han llegado. Y digo, ah bueno, no llegó y cuando me estoy arreglando para irme, llega el grupo y me dicen que se les pinchó una goma del vehículo. Y les digo ‘lo siento, ya yo terminé, eso se acabó’. Y esas muchachas se pudieron a llorar. Yo dije, ‘ven acá, yo lo voy a ver.’ Y cuando veo aquel grupo formidable a nivel del Ballet Folclórico Dominicano… y hay una muchacha en el grupo que se destaca más que la otra. A mí me impactó. Y digo, bueno este grupo va para lo que hay que armar en la capital, pero tienen que armar un espectáculo… Pero ellos entendieron como que a mí me gustó la muchacha. Y me la estaban casi ofreciendo. Digo ‘¡Nononono! Yo soy comunista y estoy casado con Carlota Carretero. ¡Nonono, imposible! Lo que pasa es que ella tiene una fuerza salvaje que a mí me gusta mucho’. Después ella vino y se excusó por ellos, que ella oyó lo que pasó y que no, que imposible. Y me dijo, mire yo tenía una tía abuela que era una gran bailadora de atabales y al mismo tiempo era médium. Y me dicen que yo heredé eso. En la obra me cuenta que el marido de la tía abuela -ella era de Santa Cruz del Gato y se llamaba Mercedes De la Cruz- le dijo un día: ‘El atabal o yo’ y ella le contesta ‘Entonces me quedo con el atabal’. Y cuenta que después de ese día se desapareció y nunca más la volvió a ver ningún familiar ni nadie.

ACTOR 1: ¿Cómooooo?

ACTOR 2: Pensaron que el marido la había matado. Pero la verdad es que se desapareció de la faz de la Tierra. Hasta el sol de hoy. Entonces esa historia y esa frase, «me quedo con el atabal», se me quedaron en la cabeza dando vuelta. Y comencé una investigación sobre el vudú, sobre la santería, sobre todo eso durante siete años. A partir de esa frase, que aparece en la obra. Le puse «Amanda» porque tenía más fuerza. A mí me gustan los nombres con A. Si voy a hacer una obra de un solo nombre, siempre lo empiezo con A, porque tiene fuerza. Entonces, la obra toca ese tema tremendo. Además, es la primera obra con una temática de la religión popular dominicana que llega a la Sala Principal. Eso fue un escándalo porque comenzaron a protestar, mandar cartas, que no querían la obra ahí. Entonces Zoila Luna era la bruja, y una muchacha que se llamaba Anniksa Serra, que creo es juez ahora, hacía de Amanda. Después lo hizo Karina (Noble), que fue la que fue tanto a París como a la Florida y la hizo aquí también. Y sucede que la obra había asustado a la gente y faltado una semana absolutamente nadie había comprado taquilla. Faltado tres días, de cuatro días que teníamos de presentación en la Sala principal, habían solo 300 taquillas vendidas. Y dije, bueno, nos jodimos.

Composición de escenas de la presentación en Escena (Foto servida)

ACTOR 1: ¿Y qué hiciste?

ACTOR 2: A alguien se le ocurrió (¡Alguien soy yo, eh!), mandar dos cartas amenazando que si la obra iba, pondría una bomba. ¡Esto generó una vaina tan grande! Un día yo llego ahí y encuentro una fila grandísima comprando taquillas y digo ‘Ah, eso debe ser algún espectáculo de César Suárez’ Y me dicen, ‘No, eso es «Amanda»‘.

ACTOR 1: ¡Funcionó!

ACTOR 2: «Amanda» estuvo llena de arriba abajo. Y tuvimos que hacer una función el lunes, porque la gente se quedó afuera y ahí comenzó el gran éxito de «Amanda».

ACTOR 1: ¿Entonces la película va a ser eso?

ACTOR 2: Ahora el guión nada tiene que ver con la historia de la obra. El teatro tiene sus limitaciones escénicas. Entonces el guión me permitió hacer algo más grande y jugar más con el drama del que yo parto, y que yo imaginé a partir de la historia de esta mujer. Entonces, esa es la historia de mi guión de cine.

ACTOR 1: Inventaste el mercadeo terrorista.

ACTOR 2: ¡Jijijiji! Asusté a la gente y me decían los actores, mira el público va a salir al revés. Y les dije, nooooo, yo conozco a este público. ¡Que van a poner una bomba! Entonces los que primero fueron, era la gente de clase media para abajo. Por solidaridad. venían guaguas enteras de Nigua, Haina, La Romana… de los centros de vudú de aquí vinieron primero. Entonces la oligarquía comenzó a ir después. Y todo el público ahí. Y todos estos mantras digamos religiosos que nosotros decíamos en la obra, la gente los contestaba bajito; el público los cantaba con nosotros. Es de esas cosas mágicas que ocurrieron ahí, en esas primeras funciones. Bueno, aquí la gente tiene ese instinto atávico…

Otra escena de la presentación parisina de «Amanda», de Giovanny Cruz (Foto servida)

ACTOR 1: ¿Y cómo pudo funcionar afuera?

ACTOR 2: Cuando fuimos a París, con los parisinos ahí, pasó lo mismo. Ahora, en la obra un actor perdió dos dedos Juan María Almonte, eso recorrió el mundo entero. La Cadena Caracol se hizo eco, Listín Diario y El Nacional en primera plana. ¿Sabes por qué? Porque estaba referida a la cuestión del vudú, entonces se preguntaban que si fueron ‘los seres’ que nos hicieron eso. Toda esa trama se hizo en torno a la obra.

ACTOR 1: Pero es mucho más de lo que yo pensaba… ¿Y tú no actúas en la película?

ACTOR 2: No lo tengo previsto.

ACTOR 1: ¡Pero tus posibilidades no se pueden desaprovechar! El punto de vista de la película, ahora que conozco mejor la obra, debería partir de una investigación que hicieras tú mismo sobre Mercedes De la Cruz, la tía abuela de Amanda, investigar, buscar ese personaje sería fabuloso, ver qué pasó con ella. Que al final tampoco se va a saber. Y además hacer uso de elementos del género documental, con materiales visuales de la puesta en escena, etc. Y perdona que me meta en eso… pero es la mejor manera de sacarle el cuerpo a lo folclórico que se ha hecho mucho en cine.

ACTOR 2: Es muy válido lo que dices. Y me gusta la idea. Tengo fotografías, el afiche, videos de la promoción que se hizo, con escenas de la obra… Tendría que hablarlo con los productores.

ACTOR 1: ¿Y Carlota Carretero no tuvo nada que ver con Amanda?

ACTOR 2: No, Carlota no estuvo en la obra, porque nosotros nos divorciamos antes de yo presentarla. Ella se suponía que iba a ser Amanda, pero no… Ahí vino el proceso de divorcio y cuando se lo propuse ya estábamos separados y ella dijo que para ella era muy complicado hacerla. Entonces la hizo Anniksa Serra.

ACTOR 1: Ahora en la película Amanda será la hija de ustedes dos: Fiora Cruz Carretero. ¡A buena hora!

FIN DE LA ESCENA.

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