Falleció en la madrugada de este lunes en La Habana, el prestigioso director de cine cubano Juan Carlos Tabío, conocido internacionalmente por haber sido la mano derecha de Tomás Gutiérrez Alea, quien le confiaba el timón de películas como Fresa y Chocolate (1993), nominada a los Oscar, y Guantanamera (1955), las cuales co-dirigió.

Tabío, ganador del Premio Nacional de Cine en el 2014, había nacido en 1943, y se hizo merecedor del aplauso del público y de la crítica especializada por obras propias como Se permuta (1985), un clásica de la comedia cubana protagonizada por la fallecida vedette de Cuba, Rosita Fornés.

Otras películas destacables de Tabío fueron las comedias Plaff (1988), Lista de espera (2000) y El cuerno de la abundancia (2008), las cuales acentuaron su indiscutible talento para el género, donde campeó en lo profundamente cubano, tocando casi siempre elementos de la cotidianidad a través de críticas que traspasaban el umbral de las salas de cine para convertirse en fenómenos de la picaresca popular, de la cual, a su vez se nutría.

Según medios cubanos, el cadáver del destacado cineasta será cremado y próximamente se informará acerca de la realización de su despedida.

El fallecimiento de Tabío, quien desde hace varios años padecía de graves problemas auditivos que le limitaron en continuar su obra, es el segundo golpe a la cinematografía cubana en menos de una semana, después del fallecimiento también en La Habana, el pasado 12 de enero del director Enrique Pineda Barnet a los 87 años de edad, cuya película La Bella de la Alhambra fue la película musical cubana de mayor éxito, una obra que debería ser salvada a través de la digitalización para las actuales y futuras generaciones. Barnet había sido co-guionista junto a Evgueni Evtushenko de Yo soy Cuba (1962) una obra muy criticada en su momento y que hoy es una película de culto, dirigida por Mijael Kolotozov.

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