La Nasa informó el martes pasado que a las 16:59 UTC, la quinta y última capa del parasol del telescopio espacial Webb quedó tensada con éxito, completando el despliegue más complejo y arriesgado de toda la misión, con lo cual el 75% de los 344 puntos únicos de fallo del despliegue del telescopio han quedado atrás.

Según la información el parasol del telescopio espacial James Webb mide aproximadamente lo que una pista de tenis. Sus cinco capas, más delgadas que un cabello humano, están hechas de kaptón, una película de poliimida que no se derrite ni se quema a temperaturas extremadamente altas. Al telescopio le servirá como escudo solar para operar de espaldas al Sol. Mientras que el espejo del Webb estará a -233 ºC para poder observar el infrarrojo, el radiador del telescopio estará a 85 ºC.

Como no existe ningún cohete con capacidad para lanzar una carga del tamaño del Webb ya desplegado, el parasol tuvo que doblarse para caber en la cofia de un Ariane 5 de Arianespace. El sistema de liberación y tensión del parasol incluye 139 mecanismos de bloqueo, 70 bisagras, ocho motores, unas 400 poleas y 90 cables individuales. Era la parte más delicada del despliegue, pero ha salido bien. El parasol del Webb está completamente abierto y sin arrugas.

Ocho días ha durado el despliegue del parasol, entre la apertura de los dos armazones que lo contenían y el tensado de la quinta y última capa. El tensado de las capas empezó con un día de retraso para solucionar un imprevisto con el panel solar del telescopio y la temperatura de los motores del parasol.

El panel solar estaba registrando una tensión eléctrica menor a la esperada, 58,6 voltios, lo que llevó a evaluar las curvas de producción de electricidad de cada uno de sus cinco segmentos y ajustarlas a su temperatura y a la de sus componentes electrónicos asociados. Con los nuevos ajustes y tras un reinicio, los controladores de la misión consiguieron elevar la tensión a 69 voltios.

En cuanto a la temperatura de los motores de tensado del parasol, estaba dentro de sus márgenes de funcionamiento, pero los controladores de la misión prefirieron alterar la actitud del telescopio respecto al Sol para que incidiera menos luz sobre ellos. De esta forma, consiguieron enfriarlos.

El tensado de las primeras tres capas del parasol se completó el 3 de enero a las 22:48 UTC, seguido de un breve descanso para tensar el martes 4 las últimas dos. “Esta fue la parte más difícil de probar en tierra, por lo que se siente increíble que todo haya ido tan bien hoy”, dijo James Cooper, que supervisó el parasol del Webb para la NASA desde el Goddard Space Flight Center.

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