Chiqui en las pailas de la actual Orquesta Original de Manzanillo (Tomado de su Facebook)

Una de las buenas cosas de Facebook es el reencuentro con personas que forman parte de tu vida. Uno de ellos es José Pérez Varona, más conocido en el ámbito musical como Chiqui. Fue el primer timbalero de la Orquesta Original de Manzanillo. Su sonrisa y su estilo todavía siguen en la memoria, como parte del rostro permanente de la agrupación musical manzanillera.

Pero Chiqui fue más que eso. Fue un gran amigo que mi padre admiro y quiso mucho, y de algún modo Chiqui me transfirió a mí esos afectos que fueron mutuos. Ahora es de las personas con quienes mas converso virtualmente. Hace muchos años que no lo veo físicamente. Hace algunos meses fue él quien me contactó, cuando viajó a ver su hijo a Estados Unidos, ocasión en la que tuvo la oportunidad de ir al Yankee Stadium, que para él, fanático de la pelota y de las Grandes Ligas, fue como para un musulmán ir a La Meca.

Comienzo a escribir esta crónica en la mañana del domingo 1 de septiembre, aún en el Edén Roc Cap Cana, una maravillosa instalación turística de República Dominicana, donde Chucho Valdés y su familia se han alojado, como parte de los patrocinios del DR Jazz Festival que tuvo su segunda edición la noche del sábado. Justo cuando terminó el regio concierto del maestro cubano con su gira Jazz Batá 2, Yeyo Ochoa, un reconocido empresario de Santiago de los Caballeros y yo nos pusimos a conversar. Él ha sido el artífice de la especial unión que tiene Chucho con Santiago, ciudad que visita muchas veces de incógnito.

Con Yeyo me puse a conversar de la música cubana. Me contó que cuando vivía en Miami a inicios de los 60, conoció un cubano que le cambió el gusto por la música. De hecho, lo que más consume es música cubana. Ha traído numerosas agrupaciones cubanas para el deleite suyo y de otros empresarios. Me confirmó que la única vez que ha venido Los Van Van aquí él lo trajo a una fiesta familiar. Hablamos de la Original de Manzanillo y me comentó que claro que la conoce bien, que la ha escuchado varias veces. Ahí enseguida me vinieron a la mente Pachy Naranjo su director, y Chiqui, de quien acabo de leer una excelente crónica de Roberto Mesa Matos, publicista de la agrupación musical que se convirtió en una de las mejores charangas de Cuba, y que fue la primera parte de la banda sonora de nuestras vidas.

Chiqui fue compañero de trabajo de mi papá cuando aún trabajaban creo que en Edimira, una empresa que desapareció y que distribuía galletas. Mi padre era el chofer y Chiqui su ayudante. Le gustaba ir en la parte atrás del carro porque así, viraba latas vacías y se ponía a practicar los toques y redobles que después usaría con maestría en la Original, como le llamamos los que hemos vivido en esa ciudad del oriente cubano. Luego dejó el camión y se dedicó solo a la orquesta, donde compuso numerosos temas, como Bueno y qué, Más nadie que el son, Tengo que conformarme, entre otros.

Chiqui y Arango (Tomado del Facebook de Chiqui Pérez Varona)

Hace tiempo que Chiqui se retiró de la agrupación musical que fue su vida, y por la que sigue sintiéndose parte con toda razón. Por ciertas razones estaba alejado de sus viejos amigos de la orquesta, de la cual solo quedan de los fundadores Pachy Naranjo el director y Arango el güirero. El tiempo ha pasado y las heridas se han cerrado. Ahora se dio el reencuentro y no quiero dejar de reflejarlo en Nota Clave.

Así escribió Roberto Mesa Matos:

Perspectiva de un “ORIGINAL DE MANZANILLO”

Llegó a la Tarima del Pueblo la noche del pasado 22 de agosto con la amplia sonrisa que perfila la sencillez, humildad y grandeza del inmenso artista,y que junto a otros manzanilleros emprendió desde el 21 de diciembre de 1963 el camino de una orquesta que hoy no solo es orgullo en la ciudad del Golfo, sino en cualquier rincón de Cuba y en cientos de escenarios del mundo.

José Pérez Varona, o sencillamente “Chiqui”, conoce el cariño del pueblo de Manzanillo, el mismo que lo vitoreó tantas y tantas veces cuando, con las baquetas entre las manos estremecía las pailas como uno más de los originales.

Hoy me permito el título en mayúsculas porque nadie sería capaz de poner en tela de juicio la devoción y defensa de Chiqui por la orquesta que se escribe así del lado izquierdo del pecho, que tiene su impronta, y las generaciones de hoy exaltan como también lo hacen con la huella de otros, entre ellos el flautista Eduardo Aguirre, primer director y Jesús Armesto Comas, bajista, cuando prendieron la “chispa” en el hogar original de los Armesto Prada.

“Viví una de las noches más agradables de mi vida, pues estuve en la tarima del pueblo, en la que tanto toqué disfrutando de un concierto de nuestra querida orquesta Original de Manzanillo, y me daba a veces la impresión de que estaba detrás de las pailas”, escribió Chiqui en su perfil de Facebook.

El emblemático instrumentista aseveró que fue muy bien recibido por el público que le gritaba “Chiqui estás entero todavía”. “Los nuevos se me presentaron muy amables, y los músicos “viejos” también: al gran Tony Mora le noté la alegría al verme, como a Marcos; el flautista que me perdone, pero ahora no recuerdo su nombre.

“Por fin vi actuar a Karelia y Katia; escuché de nuevo a mi amigo y vecino Fleitas y conversé mucho con mi entrañable Kiko, que todavía se mantiene y rememoramos los tiempos juntos y con Jorge López y Silvio Solano. Disfruté mucho viendo tocar a Zamora, que mantiene el sello de la orquesta.

“Me deleité con Pacho, que nunca lo había visto tocar, y me despedí con un gran abrazo al maestro Pachy Naranjo y le comenté que lo compartía con Jorge López, que me lo encargó».

El reencuentro: Chiqui, Pachy Naranjo y Miguel Armesto (Tomado del Facebook de Chiqui Pérez Varona)

«Conversé mucho con Miguel Armesto, hijo de mi inolvidable Jesús, quien fundó también la orquesta con nosotros y tuvimos una buena plática sobre la orquesta. Al terminar me dije ¡qué bien tocamos!, como si yo hubiese tocado con la orquesta. Miguel tuvo la gentileza de traerme hasta la misma puerta de mi casa.”

“Muchas gracias les doy a todos los que colaboraron conmigo para que pudiera disfrutar lo que viví esa noche.”

No puede ser de otra manera, estimado José “Chiqui” Pérez Varona porque usted lleva en sí la grandeza, humildad, sencillez y profesionalidad de los primeros originales, esos que desde el cielo compartieron y bendijeron el espectacular momento que usted también nos regaló”.

(Texto: Roberto Mesa Matos/Prensa y Publicidad Orquesta Original de Manzanillo/Fotos: Perfil de Facebook de José Chiqui Pérez Varona.)

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