Adalberto Alvarez (tomado de la cuenta de Facebook de su hija Dorgeris Alvarez)

El destacado compositor, músico, líder de orquesta y cantante cubano Adalberto Álvarez, autor del populartema «A Bayamo en coche», que versionara Juan Luis Guerra en la voz de Maridalia Hernández como «A Santiago en coche», falleció en la noche de este martes a los 72 años, víctima del COVID-19. Una nota colgada en la cuenta de Facebook de su hija, músico como él, Doregeris Álvarez, dio la noticia esta mañana del miércoles.

Según fuentes del Instituto de Medicina Tropical “Pedro Kourí”, donde el intérprete permanecía ingresado, informaron al periódico digital independiente #CibeCuba, que el destacado músico, perdió la lucha contra el Covid 19 y habría fallecido en la noche del martes.

Tras conocerse la noticia, de inmediato han comenzado a inundar las redes sociales mensajes de condolencias de músicos y agrupaciones cubanas como Isaac Delgado, Alain Pérez y Los Van Van, entre otros, aunque el Instituto Cubano de la Música y la UNEAC no han emitido ninguna declaración oficial.

La cultura cubana y la música caribeña están otra vez de luto tras la triste pérdida de otro grande de la música después de pérdidas como la del merenguero dominicano Johnny ventura y del padre del reggae jamaiquino Lee Perry.

Dorgeris Álvarez, hija del Caballero del son, actualizó su perfil en Facebook con una foto de ambos junto a una cinta negra. Decenas de condolencias se leen en su muro, aunque la joven no ha expresado su sentir.

Desde hace varias semanas circulaba en redes sociales una cadena de oración por la salud de Adalberto Álvarez. El músico se encontraba delicado de salud y hospitalizado en el Instituto de Medicina Tropical Pedro Kourí (IPK) por ser positivo a la COVID-19.

Creador de la agrupación santiaguera “Son 14”, que revolucionó la sonoridad cubana a fines de los años 70 y los 80, y luego de “Adalberto Álvarez y su son”, deja una extensa carrera con una veintena de discos de indiscutible importancia en la evolución del son cubano, y de la timba, variante de fines del siglo XX, que fusionó el son con elementos del jazz.

En su discografía s encuentran títulos como Mi linda habanera, Para bailar casino, El son de Adalberto suena cubano, Jugando con candela, Sonero soy, Locos por el son, El Chévere y El Caballero, Y qué tú quieres que te den, Omara con Adalberto, Los super éxitos de Adalberto, SON 14, entre otros.

Adalberto Cecilio Álvarez Zayas había nacido en La Habana el 22 de noviembre de 1948, aunque siempre se consideró a sí mismo camagüeyano, de donde era oriunda su familia.

Desde los tres años de edad mostró facultades para la música y en 1957 formó parte de la Orquesta “Avance Juvenil”, dirigida por su padre. En la década del 60 fue cantante en Combo Caribe, un grupo de aficionados de Camagüey.

En 1966 inició los estudios de fagot en la Escuela Nacional de Arte (ENA) y al año siguiente empezó a dirigir la Orquesta típica del plantel escolar durante 8 años.

El primer tema suyo que se pegó en Cuba fue «El son de Adalberto», una obra montada por la orquesta Rumbavana. Antes dirigió brevemente la Orquesta Maravillas de Florida y en 1978, a propuesta del compositor y promotor cultural Rodulfo Vaillant, Adalberto creó la orquesta “Son 14”, uno de los hitos en el desarrollo musical cubano y propio del maestro Adalberto. Un año después, en 1979 grabó su primer con “Son 14”, titulado “A Bayamo en Coche” con el sello discográfico EGREM.

Por esa época, el pianista Frank Fernández le propuso ir a grabar en La Habana y se convirtió en el productor de sus primeros seis discos.

En febrero de 1984 funda “Adalberto Álvarez y su son”, agrupación con la que marcó su sello y sentó cátedra en la música cubana. En las últimas décadas Adalberto continuó realizando giras internacionales y nacionales, ganándose el respeto y la admiración del público cubano y latino.

A Adalberto Alvarez habrá que agradecerle siempre haber sido uno de los principales impulsores e innovadores de la música cubana, que hizo a la juventud volver a bailar las creaciones musicales de su país, tras épocas donde prácticamente lo que se bailaba era la música extranjera.

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