SD. A veces, solo a veces, el cine nos refleja a todos, en realidades que no somos capaces de mencionar y menos de admitir. Creer que El amor menos pensado es solo una chispeante comedia romántica, marcada por las pautas del género, es una seria equivocación.

Uno de los errores más comunes frente a El amor menos pensado, es analizarla, solo como película de género, claramente previsible en tanto comedia romántica modélica y entonar los juicios limitados a lo que es como filme: calidad singular en su guión, y fotografía, ajustado universo de sonidos y bien pensada dirección de arte, además del concierto de actuaciones de los dos maestros argentinos, Ricardo Darín y Mercedes Morán, inolvidable e imperdible en especial para actores, directores, cinéfilos que se respetan y estudiantes de actuación.

Como filme se debe hacer justicia a sus atributos: cuidado en el guión, pese a lo previsible de su final y el uso de recursos reiterados como el rompimiento de la cuarta pared, y el tono literario casi doctoral y poético de su breve monólogo de inicio, su impecable fotografía, el cuidado en la dirección de arte, y sobre todo el casting que entrega actuaciones secundarias que no dejan duda de la calidad de la marca fílmica argentina.

Pero es parcial el limitarse solo al análisis a una producción proveniente del prestigio de haber inaugurado el Festival de Cine de San Sebastián y por de haber derrotado en la taquilla argentina, con 214.000 espectadores, a la magnífica animación norteamericana Hotel Transylvania 3.

Verla tan solo como producto fílmico, es una simplificación de su trascendencia real, tanto mensaje de vida que nos impregna a todos con sus olores que juegan con la ficción creada por la industria y la realidad con que cargamos todos.

El amor menos pensado es cuestionamiento ante la inexorable muerte del amor y el enamoramiento pasional de todas las parejas del mundo, realidad tan inmensa y estremecedora que nadie quiere admitir y que pocos están dispuestos a presentar como ejemplos de sus existencias.

Esta cinta es un ejercicio artístico reflexivo, ácido, tierno, contrastado y visceral de las relaciones de pareja, cuando ya han pasado 25 años y la pasión se marchó por la puerta del fondo.

El cansancio conyugal es inevitable e inexorable. La pasión erótica tiene breve vigencia que rara vez tiene existencia de años. Y plantearlo es el principal aporte de esta película. Lo realmente extraño, es encontrar quien lo admita. El desafío a todos: ¿qué hacer cuando en la pareja se desenamora?

El amor menos pensado es un llamado y un desafío para reparar los daños para quienes deseen aprender de su trama.

Vuelve a proyectarse este lunes ocho en las dos sedes capitalinas del IX Festival de Cine Fine Arts.

Ficha técnica
Título: El amor menos pensado
País: Argentina
Productora: Boneco Films, Kenya Films, Patagonik Film Group
Distribuidora: Walt Disney Studios
Director-Guion: Juan Vera
Reparto: Ricardo Darín, Mercedes Morán, Claudia Fontán, Andrea Pietra, Luis Rubio, Jean Pierre Noher, Claudia Lapacó, Chico Novarro, Andrés Gil, Norman Briski, Juan Minujín, Gabriel Corrado, Andrea Politti

Sinopsis:
Marcos (Ricardo Darín) y Ana (Mercedes Morán) son una pareja que lleva casada más de 25 años hasta que un día una crisis existencial les alcanza y deciden separarse. Al principio estar solteros les parece una fascinante y alocada forma de vivir la vida con la que disfrutan en todo momento. Pero según va pasando el tiempo se dan cuenta de que no era tan idílica como pensaban. Para Ana se convertirá en una rutina monótona y poco motivadora, y para Marcos será una pesadilla de la que no sabrá cómo salir ileso.

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