Desayuno: Juan Luis Guerra, Pedro Guerra, José Antonio Rodriguez, Pavel Núñez y Carlos Varela (Foto servida)

Holly Golightly desciende de un taxi amarillo en una calle vacía de Nueva York, a la entrada principal de una gran tienda de Tiffany. Está amaneciendo en la Gran Manzana. Y Audrey Hepburn, la actriz que encarna a Holly, delgada, bellísima, grácil, lleva un cartucho de papel en la mano. Saca de él un panecillo y un vaso de cartón con café. Desayuna en Tiffany.

Se trata de la película inspirada en la novela «Desayuno en Tiffany», de Truman Capote, cuyo nombre real era Truman Streckfus Persons y que asumió el apellido Capote gracias a que por el año 1850 aproximadamente, llegó a Cuba un coronel canario de nombre José García Capote, que con el tiempo se convirtió en un empresario agrícola, cuyo hijo Joe, fue el segundo marido de la mamá de Truman, Ellie Mae Faulk.

Ya hubiese querido Audrey haberse dado el desayuno que se dieron en una cafetería de Arroyo Hondo estos cinco cantautores, culpables de decenas de canciones que han marcado más de una generación: Juan Luis Guerra, Pedro Guerra, José Antonio Rodríguez, Pavel Núñez y Carlos Varela.

Si yo fuera el dueño de esa cafetería, donde desayunaron en la mañana del sábado 23 de octubre de 2021, esos cinco grandes artistas, la nombraría «Desayuno en Tiffany» y mandaría a hacer una gigantografía con esta foto de cinco de los más influyentes cantautores del Caribe e Iberoamérica. Y en laa pared otra gigantografía, para que pareciese que los cinco están mirando a Holly Golightly a punto de sacar el panecillo y el vaso de café, de un simple cartucho de papel, una mañana desnuda de gente, en un Nueva York que comenzará a despertarse en pocos minutos.

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