El día del aniversario de Telemicro, puse un tuit dedicado a Don Miguelo que decía textualmente así:»@donmiguelo al César lo que es del César. Si vas a cantar, canta hermano, no ronronees. Si tú crees que eso es cantar estamos jodidos. Suena patético en la canción de Sergio. Así no. Realmente tú no puedes hacer lo que ellos. Eres buenísimo en reggaetón. Sigue ahí!»

Reconozco que tal vez fui un poco impertinente. Y pensé que Don Miguelo estaría de acuerdo que ese no fue su mejor momento dentro del show que hizo.

Pero ayer su respuesta fue bíblica: «Don Miguelo, @donmiguelo, 14h,
En respuesta a @alfonsoquinones
Y usted cree que me importa su opinión? Usted perdió la brújula del tiempo, yo hago lo q me dé gana no lo veeee?» (SIC)

Creo que Don Miguelo tiene la razón, he perdido la brújula del tiempo.

He perdido la brújula del tiempo porque soy de los fanáticos de Juan Luis Guerra, porque es el artista al cual jamás llegará a alcanzar ni al carcañal.

He perdido la brújula del tiempo porque cuando Don Miguelo no era ni un piropo, yo siendo un adolescente, amanecí por primera vez en la calle, en unos carnavales, escuchando la música grabada de Johnny Ventura su Patacón Pisao y otras maravillas del realismo mágico de sus merengues, que pasaron a formar parte de la banda sonora de mi vida.

He perdido la brújula del tiempo porque justo en estos momentos sigo adelante con los hijos de mi querido hermano Fernando Baez, nuestro documental «Joseito Mateo: El Rey del Merengue», que queremos estrenar en su centenario. Y su música es un legado tan impresionante que no creo que Don Miguelo tenga suficiente buen gusto para aquilatarla.

He perdido la brújula del tiempo, porque admiro con entusiasmo a Wilfrido Vargas, uno que sí puede hacer lo que le da la gana en música, capacidad que obviamente a él le falta.

Mi brújula se ha vuelto loca y se ha desfasado en el tiempo porque admiro a Los Hermanos Rosario y a Toño Rosario, a Rubby Pérez y a Eddy Herrera, a Kinito Mendez y a El Prodigio.

He perdido la brújula del tiempo porque disfruto si escucho Como un bolero, cantado por Sergio Vargas o Marola o La quiero a morir, por solo citar tres; o Mesita de noche, de Victor Victor, Ando buscando un amor o su maravillosa producción Bachata entre amigos; o a la inolvidable Sonia Silvestre en Yo quiero andar, Qué será de ti, Si pienso en nuestras canciones, Somos mucho más que dos, entre otros que iba escuchando cuando iba de la escuela a mi casa en hora de almuerzo, de radio en radio.

He perdido definitivamente la brújula del tiempo porque cuando escucho a Maridalia cantar Para quererte, Quien no sabe de amor, no sabe nada, o La pimienta es la que pica, con Milly Quesada (la de Llegó Juanita, Solo contigo y Entre tu cuerpo y el mío) y Fefita la Grande (Vamo a hablar inglé o La chiflera), al igual que siempre que escucho Por Amor, de Rafael Solano cantado por Nini Cáfaro, es como si fueran himnos de la dominicanidad.

Perdí claro todo tipo de saeta, todo tipo de astrolabio en la selva frondosa de las canciones de Anthony Ríos, La Z, La mancha, Si entendieras, Si Ud.supiera señora, Estás donde no estás, Si un día te sientes sola.

He perdido, claro está, la brújula del tiempo, porque escuchar a Fernando Villalona cantando Dominicano soy, o Payaso, o su nuevo éxito No quiero que nadie me controle, en un feat. con Vakeró, me llenan de regocijo y me dan unas ganas de bailar que él ni se imagina, porque soy bailador y tengo un sentido del ritmo que Dios me lo dio.

He perdido la brújula del tiempo, y seguramente del espacio, porque disfruto los merengues y bachatas y hasta las baladas del Torito con especial fruición. Paz en la tormenta, El anillo, Me vio llorar, Sin perdón, Que vuelva mi morena, etc., etc., etc.

Perdí sensatez, meses, años, el sentido de Chronos y la sensación de Kairós, cuando escuché a Jeffrey cantar Mi tierra, Cuéntale a él, Si yo me vuelvo a enamorar, Palabritas, o Voy a ser grande. Porque éste sí canta como pocos, dueño de una voz con un registro amplísimo, sobre todo en las agudas, Jeffrey tiene un sentido del ritmo y de la melodía, que le permite cantar lo mismo a contratiempo que rubatear felizmente.

Perdí brújula, lustros, estadías, mundos paralelos, porque soy seguidor de Pavel Núñez y sus temas Viene gente, Bethania, Dime si lo vez, lo mismo con su guitarra, que con su grupo de amigos de El Corredor de la 27, que con Big Band Núñez son un deleite para la inteligencia.

Ahora, donde sí he perdido todo sentido de la virtud y me he entregado como un imbécil que a veces soy, es con la música de Vicente García. ¿Conocerá Don Miguelo a Vicente García? ¿Lo habrá escuchado? Es el único joven dominicano que ha ganado tres Grammy Latinos de una sola vez. Ese sí hace lo que le da la gana con la música, porque estudia, investiga, tiene un talento desbordante y sabe andar por la vida. Bai bai bonita, Dulcito e coco, Carmesí, El Yeyo, Candela, El Reperpero, Bachata en Kingston, Ahí ahí, uffff es demasiado músico. Me gustaría que Don Miguelo lo escuchase y lo estudie. Vicente García es capaz de cambiarle la vida.

Brújula del tiempo perdí al escuchar el jazz de Josean Jacobo y la maestría musical de Antonio González. También cuando escuché por primera vez a una joven que responde al nombre de Carolina Solís, que para mí es la más auténtica y talentosa joven mujer de la música dominicana, solo que se dedica a otra cosa: trabaja en un banco. Si escuchara la producción Volver a comenzar, con Borra de café, Pasa la página, Canción de amor y sus otras siete canciones, se dará cuenta que es una joya de la música dominicana. Así como con Janio Lora, el de Viene y va, Arenas del desierto o Chúbale.

Richie Oriach, el de Prima tecata, La Guayaba, Esa flor, Viaje al infinito, hace que la brújula del tiempo dance un remolino. Zeo Muñoz es también muy original y tiene una manera de componer y decir sus canciones que no se parece a nadie. No sabía de ti, Difícil de entender, Millones de gallos rojos, Ayúdame a morir, Pa que usted viene ahora, Era el tiempo de cerezas, entre muchas otras, lo convierten en un conspirador contra las brújulas del tiempo.

Me he quedado atrás, lo juro, con ese cronista de la sobrevivencia y sus 17 lecciones que es Rochy RD, así mismo con su Sistema de gangster, El celular, Soy un infeliz, Ripiando una libra, etc. Rochy es un talento en formación todavía, y puede llegar lejos, si no cree que ya ha llegado y que hace lo que le da la gana, lo Veeeees? Talento tiene de sobra y una lírica diferente y auténtica.

Claro también me quedé atrás con Lápiz Conciente, un artista que tiene detector de m…, talento de sobra, capacidad de liderazgo, y es el papá del rap con su antológico Por qué, Yo soy papá, Nadie me va a callar, H.I.P. H.O.P., Eto e calle,… en fin, por ahí María se va, y yo pierdo sentido del tiempo y del espacio. Que el Lapiz es el mejor.

Vakeró es tan auténticamente caribeño que ocupa un lugar desde ya en algo que se llama trascendencia: porque Qué mujer tan chula solamente fue el preámbulo para que llegaran Echale agua, y casi todo el disco Mutación, con Guateque, Aguacero, Tirar parlante, El pique, etc.

De Mozart La Para admiro su capacidad de improvisación en el free style, aunque a veces sus rimas me suenan demasiado manidas, pero su talento es impresionante y su rapidez de pensamiento es admirable.

Aquí solo me he referido a mis admiraciones dominicanas. Faltaría mucha música de otros países. Eso sin contar los discos que yo mismo he producido, y que no menciono.

De Don Miguelo, más allá de las siete locas metidas en la piscina, que ha sido su único hit verdadero, ha tenido que dedicar su carrera a escandalizar, faltar el respeto, y hacer -supuestamente- lo que le da la gana. Sin embargo en Mi novia es una puta, rima ruta, con hooka y cuca, en un muy fino y alto alarde de virtuosismo lírico en las rimas (Perdón por la ironía). Y es tan pobre su impacto que el tema más reciente Yo nunca te la quité, lanzado el 5 de julio casi a un mes solamente ha sido visto por 513 mil y pico de personas. Lo cual para un artista que hace lo que le da la gana, es muy pobre.

Para ser justo, debo decir que su propuesta en el aniversario de Telemicro, fue colorida, e incluyó la banda en vivo, ademas de bailarinas en algún momento. La gente le hizo coro, sobre todo en los reggaetones, que es su fuerte: Llevo la vainita, Adicción al contacto. El mejor tema: 7 locas. Después La hoja se volteó. Fue excelente el sentido de la colaboración con algunos colegas como Lápiz Conciente, con quien regaló el mejor momento del show, al cantar Tan equivocao. Después subió Joa y cantaron los tres. El show subió de temperatura con Capea el dough. Un momento emotivo fue cuando invitó a escena a su hijo Diamond a cantar juntos El marido de tu mujer.

Ahora, en el tema de Sergio Vargas cuando intentaba cantar Si algún día la vez, le brotaba una vocecita, fingida, un poco ridícula, que sale de la zona del falsete, porque no sabe cómo colocarla y denota inseguridad. Algo innecesario y que es un defecto que se puede corregir tomando algunas clases de canto con la maestra Nadia Nicola, quien le podría enseñar cómo colocar la voz, cómo dejarla salir, a usar el diafragma. Digo, si es que de verdad quiere hacer lo que le da la gana… cantando.

Ahí no he perdido mi brújula. Sé lo que digo. Pero quizás la egolatría y la malcriadez no lo deje reconocerlo. A fin de cuenta, a quien le hace daño es a él. Yo cumplo con mi trabajo. La crítica profesional.

La prepotencia y la altanería para nada son buenas consejeras.

Definitivamente, Don Miguelo tiene razón, he perdido la brújula del tiempo. ¡Enhorabuena!

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