Portada del disco

El tenor venezolano Eleazar Mora, quien fuera miembro del grupo Tradiciones, amplia su obra discográfica, que ha tenido entre lo más reciente, álbumes como Bella Italia, Recordando Latinoamérica, Homenaje a los grandes, Venezuela habla cantando, Simón una orquesta y una voz.

Mora acaba de presentar«Javier Solis, Una Orquesta y Una Voz”, producido por Pedro Mauricio González (el mismo productor de El Malquerido, nominado a los Grammy) y grabado entre Venezuela, Perú y Estados Unidos y mezclado por Keith Morrinson en Miami, Florida y masterizado por Andrés Mayo en Buenos Aires, Argentina.

Eleazar Mora ha ganado dos medallas de plata en la edición 2019 del Global Music Awards, por este álbum «Javier Solis Una Orquesta y Una Voz» como vocalista masculino, dice una nota enviada por su oficina de relaciones públicas.

En esta producción se logró reunir a un nutrido grupo de músicos de orquesta quienes enfilaron la lista de “Javier Solis, una orquesta y una voz” dándole vida a esta producción musical que incluye algunos temas del repertorio del artista mexicano, como Entrega total, El Loco, Y háblame, Ojitos Locos, Lloraràs, llorarás, Gema, La entrega, Cuando tù me quieras, Sombras, Sabràs que te quiero y La clave azul.

Sombras… nada más

Entre las mejores interpretaciones de Mora se encuentra el tema Gema, y entre las más arriesgadas selecciones, el clásico Sombras, más conocido por su título original Sombras… nada más.

Es justo en el más conocido tema del repertorio de Javier Solís, donde el cantante lírico roza la desentonación -evidentemente resuelta con pro tools- cuando tiene que dar una nota más grave que es la zona mas insegura de Mora: exactamente cuando dice «perdido en mi soledad». Pero el casi fallo está en el disco, no así en la versión en vivo en el video de arriba. Porque Eleazar Mora es muy seguro en las notas altas y resuelve con gracia los que podrían ser los pasajes más difíciles de este bolero ranchera.

Vale la pena recordar que Sombras originalmente fue un tango con música de los argentinos Francisco Lomuto y letra de José Maria Contursi. El primer intérprete del tema fue Alberto Rivera, cantante de la Orquesta de Lomuto y lo grabó en 1943. Otros intérpretes del tango fueron Jorge Valdez con Juan D´Arienzo; Eduardo Adrián con Francisco Canaro; Libertad Lamarque con Alfredo Malerba; Francisco Fiorentino con Anibal Troilo; Susy Leiva con Martín Darre; Alberto Marino con «Pichuco» Troilo; Ernesto Falcón con Enrique Rodríguez; Argentino Ledesma con su orquesta; Jorge Abril con Porfirio Díaz; Nelly Vásquez con Anibal Troilo; Ruth Durante con Osmar Maderna, según ha recopilado el caldereño colombiano Rigoberto Escudero Osorio.

Sombras… nada más ha sido grabada también en ritmo de salsa y de merengue. Y entre los más reconocidos intérpretes en distintas versiones están la de los puertorriqueños Héctor Lavoe y Daniel Santos, el venezolano Felipe Pirela, y una maravillosa conjunción de voces entre la aguardentera de la finada Chavela Vargas y la finísima Ana Belén. Pero la mejor de todas, sin dudas es el bolero ranchero de Javier Solís.

Hace ocho años el salsero nicaragüense Luis Enrique publicó su versión propia. En el 2015, Jesús «Chino» Miranda grabó El Malquerido, un disco de homenaje a Pirela, quizás de lo mejor que ha hecho a lo largo de su vida artística, e incluyó un mosaico que arranca justamente con Sombras… nada más. Un tema que parece ser eterno en el repertorio latinoamericano. Tanto que ahora mismo el merenguero Eddy Herrera promueve su versión de bolero ranchera, grabado en México con un mariachi, de este clásico latinoamericano que, evidentemente, le queda mucha vida.

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