Teatro orquestal Dominicano (Fuente Externa)

SD. Estoy seguro que el actual ministro de Cultura Eduardo Selman está de acuerdo conmigo en que la primera tarea del sector cultural debe ser desbloquear en el Senado la aprobación de la Ley de Mecenazgo.

Según me han informado fuentes internas de la cartera, que pidieron el anonimato, el año pasado el Ministerio de Cultura, solo tuvo a su disposición el 0,30% del Presupuesto Nacional. Lo que resulta una cifra de sobrevivencia, con respiración boca a boca.

Y con los despojos que recogió el actual ministro, bastante pudo hacer. Sobre todo en reponer espiritualmente el cadáver exquisito del Ministerio de Cultura, que le había sido legado con huelga incluida.

Pasando la página de tantos horrores, el 2019 puede ser un gran año, sobre todo porque el señor Eduardo Selman ha demostrado ser una persona de sensibilidad especial, sentido común y decencia. Ha dicho, según he sabido, que a él vamos a tener que valorarlo por lo que haga desde ayer en adelante.

Honestamente creo que la gran meta del año 2019 por parte de todo el sector cultural, incluyendo el ministro, los viceministros, los directores, todos los funcionarios, los escritores y artistas, desde el más humilde (con más razón) al más encumbrado, debe ser lograr la aprobación de la Ley de Mecenazgo, que espera en el Senado porque la introduzcan en la Orden del Día y levanten sus manitas a favor.

Falta en buena parte de la clase artística dominicana ese ímpetu gremial que demostraron los bailarines y actores de las compañías que dependen del Ministerio de Cultura, que estaban en paro cuando apareció Selman en escena. Y falta empedrar a la población de la importancia de esta Ley.

Es hora de apretarse las correas y decir aquí estoy yo. En expresarse, hacerse sentir, meter presión, parece estar la aprobación de la ley que tienen en sus manos los senadores. Y que según parece… no quieren aprobar.

Lo bueno de la democracia es poder expresarse. El proyecto lleva ya varios años en proceso, y en él está la sobrevivencia de la cultura dominicana en muchos de sus aspectos más importantes.

En un país donde las realizaciones culturales andan por un patético 0,30% del Presupuesto Nacional, la Ley de Mecenazgo puede constituir un importante impulso al imprescindible desarrollo cultural del país, sobre todo en un panorama cada vez más difícil que tiene que ver con el riesgo de permanente desgaste producto de una inmigración de vecinos que no para, por una parte; la constante influencia de otras muchas culturas y seudo culturas foráneas gracias al uso masivo de la tecnología (léase Internet); y a los seudo valores que diariamente se siembran más, producto de la democratización de los medios en manos de cualquiera sin preparación cultural o educacional.

Insisto: La Ley de Mecenazgo debe convertirse en el reto número uno de todo el sector cultural en República Dominicano… Y su adecuada implementación.

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