Il Divo es un cuarteto de grandes voces líricas (Foto servida)

SD. ¿Qué es Il Divo? Una máquina eficiente para provocar emociones y sentimientos en un público más bien cándido, necesitado de palabras hermosas dichas por galanes.

Acompañados por la Orquesta Metropolitana dirigida por Miguel Almaguer, los integrantes de Il Divo volvieron 10 años después, en esta ocasión al Salón Filmore del Hard Rock Hotel & Casino Punta Cana, en una producción local de SD Productions de Saymon Díaz.

En este concierto ocurrió lo que sigue ocurriendo con pasmosa persistencia en todos los conciertos que se realizan en el país: que aún faltando 10 o 15 minutos para terminar, siguen llegando personas acostumbradas a llegar tarde y que pagaron sus entradas.

Excelente la narrativa visual que hoy se usa a manera de escenografía en pantallas led (Foto servida)

En la mayoría de los países de cierto desarrollo, no importa que Ud haya pagado grandes sumas por la boleta, llegó tarde y perdió su derecho.

Regresa a mi, el tema que significó el primer éxito de la multinacional agrupación vocal, provoca aplausos. Y coro, y otra vez aplausos. «Buenas noches Punta Cana, bienvenidos a nuestro nuevo show ‘Timeles 15 años’«, quien habla es David Miller, el tenor estadounidense. También hablaron el francés Sebastien Izambard y luego Carlos Marín, el barítono español.

Del disco Encore, segundo del grupo vocal creado por Simon Cowell en el 2003, en la Ópera de la Bastilla de París, el tema Pour que tú m’amais.

Muestra del público en el salón Filmore del Hard Rock Hotel & Casino Punta Cana (Foto servida)

Con Wicked game demostraron que son cuatro voces limpias, ricas en colores, potentes, aunque la de menos potencia es la del francés Sebastien, aunque es dueño de una voz dulce y bien colocada.

David Miller anuncia que van a cantar Caruso, el clásico de Lucio Dalas, tema que también provocó ovación. Luego hicieron Bésame mucho, el clásico de Concha Velasco, escrito cuando ella era una adolescente y aún ningún chico le había dado un beso. El arreglo resulta sin embargo, y por momentos, excesivamente dramático.

El suizo Urs Bühler, que saltó del heavy metal a la ópera y el pop, fue quien dijo «Y ahora es el momento para bailar», antes de que sonara Quien será. El tema provocó a las mujeres. Gritos y aplausos.

El tercer tiempo comenzó con el tango Por una cabeza, del disco de estudio -tienen ocho- Amor y pasión “el más sexy de los que hemos hecho” según reconoció Carlos. Por una cabeza. Donde intentaron bailar un tango.

Después «Un regalo que te dio la vida», una bonita versión de Halellulla, que fue muy aplaudida. Le siguió Isabel, escrita para Il Divo en el disco Encoré. De John Legend cantaron All of me. Subieron una joven turista argentina quien les confesó que no los conocía, aunque sí había escuchado la canción Regresa a mí y le encantaba, mas no sabía quiénes eran sus intérpretes; dijo que el más seductor es Carlos pero el más bonito es Sebastien. Y le cantaron del repertorio de Nat King Cole Unforgettable y hasta bailó con todos.

Luego cada uno tomó una banqueta y cantaron en español What a beautiful world, del inolvidable Louis Armstrong. Lo malo era que todo lo que decían al 95% era leído, cuando lo grande de esta canción es su interpretación en inglés.

Después hicieron Te et Moi. Y continuaron con La vida sin amor. Subió espontáneamente una joven que era menor hace 10 años y sé sintió frustrada por no poder estar en el show y ahora es mayor y pudo venir desde Santiago.

Agradecieron a Miguel Ángel Almaguer y a los músicos dominicanos. Cantaron Hasta mi final. Dijeron que era la primera vez que la cantarían en vivo.

El acompañamiento de la pantalla led fue discreto y eficiente, de buen gusto y por momentos de sorprendente magia.

El falso final fue con My way, versionado en español e inglés. El público se puso de pie y les dio ovación hasta que Sebastien salió cantando Amazing Grace; que logró uno de los momentos de mayor empaste en las voces, y donde el set de cuerdas logró el sonido similar a las gaitas. Y donde Carlos, el barítono y galán, dejó demostrado el poder de su voz. La ovación siguió y preguntaron Queréis más? Pues ahí les va Time to say good bye. Y chirrín chirrán, que este cuento se acabó…

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