(Fuente externa)

(Notaclave.com le da la bienvenida a nuestra colaboradora Jisell Espinal)

NUEVA YORK. Estoy fascinada con todas las posibilidades que se abren al conocer la mentalidad del Design Thinking, desde rediseñar una experiencia de servicio, una tecnología, un nuevo sistema sanitario, uno de votación, de transporte o de relación paciente y doctor, hasta diseñar nuestra propia experiencia de vida.

Bill Burnett y Dave Evans, profesores de la Universidad de Standford, lo explican en su libro “Designing Your Life: How to Build a Well-Lived, Joyful Life”, el cual han convertido en una certificación de la cual soy egresada.

¿A quién no le ha pasado que cuando evalúa su vida, siente insatisfacción? 

No esta siendo impactado por ningún acontecimiento malo, no pasa nada terrible en su vida, no vive una tragedia; No se siente bien, y simplemente no sabe que es lo que le pasa.

Entonces viene la gran pregunta: ¿Qué es lo que me hace estar así? 

Aquí viene el Design Thinking a dar respuesta a esta inquietud, si ya has agotado el recurso terapéutico más conveniente, te propongo explores la posibilidad de enfrentar esta pregunta con esta metodología.

Primero: Piensa en aquello que te gustaría hacer y pon en práctica la empatía para conocer a aquellas personas que realizan esas actividades, porque esas personas, como dicen Burnett y Evans, podrías ser tú en el futuro. Por eso debes informarte sobre cómo llegaron a su objetivo, cómo se organizan o si se sienten bien con lo que hacen.

Lo mejor que puedes hacer es conocer a otros que ya lo han conseguido y saber cómo llegaron a este punto

Ponte en el lugar de esas personas y vive la experiencia en primera persona. La mejor forma de saber si puedes alcanzar tu objetivo es a través de la prueba-error. Sólo así sabrás qué es lo que te funciona y lo que no para llegar a esta meta. 

Prueba incluso cuando creas que esas situaciones no te encajan o no siguen la línea de lo que la mayoría busca. Puedes sorprenderte a ti mismo. ¿Cómo sabes que un camino no es el correcto si no lo has probado?

Por ejemplo, si quieres llevar una vida sana, puedes probar a hacer varios tipos de deportes, incluso aquellos que jamás hubieras pensado que te gustaría practicar, o seguir varias dietas hasta ver cuál se adapta mejor a tus necesidades.

En definitiva, lo que Burnett, Evans y los defensores del Design Thinking para la vida, proponen es que, en lugar de marcarte propósitos para ser feliz o cambiar tu vida en algún sentido, deberías rediseñar tu vida, y yo estoy de acuerdo.

Debemos entender que si algo no nos gusta es nuestro deber pararnos y cambiarlo. La vida no tiene control remoto.

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