Ilustración de Cheops (Fuente externa)

A las 7:38 de la mañana del 29 de enero del 2020, hora peninsular española, se envió desde el Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial (INTA) en Madrid un comando al telescopio espacial Cheops para que abriera la tapa de su objetivo, y se abrió haciendo pasar electricidad por un componente que al calentarse se deformó, lo que liberó la tapa. Otro componente se encargó de atrapar la tapa y mantenerla abierta.

Sin embargo se necesitarán dos meses de calibraciones observando estrellas bien caracterizadas por otros telescopios para asegurarse de que todo funciona como es debido. Esto servirá al equipo de tierra como práctica para el procesamiento de datos que se reciban del telescopio, aseguran medios de prensa españoles.

Las primeras imágenes de prueba podrían publicarse en un par de semanas, aunque en realidad esas no serán las primeras imágenes que ha tomado el CCD de Cheops; de hecho ya lleva tomados cientos de imágenes con la tapa del objetivo cerrada con el objeto de calibrarlo correctamente.

Otra ilustración del CHaracterising ExOPlanets Satellite (Fuente externa)

Cheops, de CHaracterising ExOPlanets Satellite, o Satélite para la Caracterización de Exoplanetas, es una misión conjunta de Suiza y la Agencia Espacial Europea que tiene como objetivo estudiar planetas extrasolares con un radio comprendido entre el de la Tierra y el de Neptuno que orbitan estrellas brillantes en nuestro vecindario local. Aunque la idea no es que descubra planetas extrasolares nuevos, sino que estudie con más detalle aquellos descubiertos por misiones como CoRoT y Kepler. Para lo cual monta un telescopio Ritchey-Chrétien de 30 cm de apertura y 1,2 m de longitud y un único detector CCD que cubre las longitudes de onda visible y del infrarrojo cercano. Con él, utilizando el método de los tránsitos, que mide la bajada de la luz que nos llega de una estrella cuando un planeta pasa entre ella y nosotros, podrá determinar el tamaño de los planetas extrasolares que observe. Si combinamos ese dato con la masa del planeta obtenida mediante observaciones de otro telescopio podremos determinar su densidad, lo que a su vez nos permitirá estimar si se trata de un planeta rocoso o gaseoso, afirma la comunicación reseñada en los medios.

La duración prevista de la misión es de tres años y medio. Y como el 80% de su tiempo lo empleará en observar estrellas que ya sabemos que tienen planetas a su alrededor se espera que sea una misión muy productiva, aseguran los científicos detrás del aparato.

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