Benedicto XVI, papa emérito, fotografiado a inicios de julio (Fuente externa)

El Papa emérito Benedicto XVI se encontraría gravemente enfermo por una infección de herpes zóster en la cara, desde que regresó a Roma a finales de junio, tras la visita de despedida que le hiciera en Ratisbona a su hermano, el arzobispo Georg Ratzinger, quien murió el pasado 1 de julio, informa el Passauer Neue Presse, citando al biógrafo del Papa emérito.

Peter Seewald, biógrafo de Joseph Ratzinger, entregó el texto el sábado pasado al prelado de 93 años, quien según afirma el diario, se encuentra en un estado extremadamente delicado, aunque en su encuentro se mostró optimista a pesar de su enfermedad.

El biógrafo explicó que Benedicto XVI razona y mantiene la memoria clara, aunque su voz prácticamente es imperceptible, y que el Papa emérito declaró que si recupera fuerzas, posiblemente vuelva a escribir unas líneas.

El testamento espiritual de Benedicto XVI ya está redactado y será públicado tras su muerte, agregó el. Ratzinger ha expresado su deseo de reposar en la antigua tumba de su predecesor, el Papa Juan Pablo II, en la cripta de San Pedro. Juan Pablo II reposa entre tanto una capilla lateral junto a La Piedad de Miguel Ángel.

Seewald y Benedicto XVI han publicado conjuntamente cuatro libros de entrevistas con una tirada internacional de alrededor de tres millones de ejemplares. La de Seewald es la biografía más amplia y detallada del Papa emérito, va por la tercera edición tras su publicación este año y ya está previsto que se traduzca a otros diez idiomas.

En la presentación del libro en el Monasterio Mater Ecclesiae, en los jardines de la Ciudad del Vaticano, donde reside el Papa emérito desde que renunció en febrero de 2013, participó también su secretario personal, el arzobispo Georg Gänswein. Benedicto XVI dio las gracias a Seewald, a quien calificó de profundo historiador y «vivo narrador» de su historia personal.

La presentación personal del libro había tenido que ser aplazada varias veces debido a la pandemia del coronavirus.

El hermano del Papa emérito, que estaba gravemente enfermo, murió el pasado 1 de julio a los 96 años. Benedicto XVI le visitó en Ratisbona del 18 al 22 de junio pasado, tras volar desde el Vaticano a Múnich acompañado de su secretario personal, un médico, una enfermera, una de las personas que lo cuida y el comandante adjunto del Cuerpo de Gendarmería del Estado de la Ciudad del Vaticano.

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