SD. Cuando la emigración China a mediados del siglo XIX y a principios del siglo XX, muchas personas quedaron sin contactos con sus familias para siempre. Algunos pocos lograron regresar y reencontrarse con sus seres queridos, pero la mayoría no. Grandes y laboriosas comunidades de chinos se establecieron en las islas del Caribe, aunque pueden encontrarse en cualquier parte del mundo. De hecho muchas ciudades tienen dentro de sí El Barrio Chino.

Pero la historia de este desencuentro no ocurrió fuera del continente asiático, sino en la misma República Popular China, en la ciudad de Chengdu, capital de la provincia de Sichuan, con una población de 14 millones y medio de personas en un área de 12,300 kilómetros cuadrados.

Hace 24 años, en 1994, un joven vendía frutas en un puesto callejero, y a su lado tenía a su pequeña hija a su lado. En un descuido de este, la niña de tres años de edad, desapareció de su lado.

El taxista Wang encontró su hija (Captura de pantalla de Youtube)

Wang Mingqing no tuvo paz en su vida desde entonces. Después de buscarla junto a su esposa, pegando carteles en los postes y de diferentes maneras, en el 2015 se dedicó a taxear. Como chofer de taxi contó con la solidaridad de muchos compañeros quienes le ayudaron poniendo la pegatina en el cristal de sus carros, donde hablaba de la persona perdida y la historia muy sucintamente, así como una foto de la niña a la edad de tres años.

La historia que ha sido reseñada por el periódico Diario del Pueblo cuenta como Wang Mingqing utilizó su taxi y el de sus amigos para difundir la historia. En contacto con la policía y visitando orfanatos y hospitales, pasó todos estos años, casi un cuarto de siglo, pero ha sido en el taxi, contando la historia a más de 17.000 pasajeros, como el padre logró llegar a más gente. Uno de ellos le ayudó a hacer los postres que pegó en los cristales de los demás taxis de la ciudad.

La hija de Wang conoció el mes pasado a través de la prensa la búsqueda de su padre mediante el taxi, contactó con la policía y con sus padres el pasado 16 de marzo, y el 1 de abril se hizo una prueba de ADN que confirmó que era la niña perdida hace casi un cuarto de siglo. La prensa china ofreció imágenes de Wang y su hija hablando emocionados a través de un ordenador, y se espera que la familia se reúna esta semana.

¨Cuando hablamos ella me llamó papá y esa ha sido mi mayor felicidad en mi vida¨, dijo emocionado Wang Mingqing.

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