Pierden tiempo las editoriales que se niegan a publicar este o aquel libro u caen en un tipo de censura inadmisible en pleno siglo XXI. Ningún libro debería quedarse sin editar, sobre todo desde que los soviéticos llevaron adelante uno de los más atrevidos y valientes operativos de edición clandestina que hayan existido en el mundo. Desde los tiempos del stalinismo, pasando por la época de Nikita Jruchov, Leonid Illich Brezhnev, hasta que llegó al poder Mijael Gorbachov con la glásnost, aparecieron miles de samizdat (autoeditados), libros donde cada lector recopiaba a maquinilla un manuscrito de libro llegado hasta él y así se multiplicaba exponencialmente… como un coronavirus.
Ahora ha sido Woody Allen el autor a la que Hachette decidiera no publicar el libro de sus memorias Apropos of Nothing («A propósito de nada»), que debía salir el próximo 7 de abril, por las presiones de empleados, de la familia Farrow y por las acusaciones de presunto abuso sexual a su hija Dylan, que pesan sobre la figura del cineasta.
Esto del #MeToo en algunas ocasiones, ha sido como un deslave de lodo macarthista que se ha llevado por delante a personas -algunas de las cuales sin suficientes pruebas han sido llevados al cadalso- sino también obras fundamentales de la cultura contemporánea, como es el caso mismo de Woody Allen, en cuya defensa ha salido uno de sus hijos, Moses Farrow, negando todo lo que su madre ha alegado en contra de su padre.
Recuerda Moses que el 4 de agosto de 1992: «yo tenía catorce años, y estaba en casa con mi hermana pequeña, Dylan, que acababa de cumplir siete años; mi hermano Satchel, que tenía cuatro años y ahora se llama Ronan, y los tres hijos de Casey. Nos vigilaba nuestra niñera, Kristi, así como la niñera de Casey, Alison, y nuestra profesora de francés, Sophie. La casa estaba llena.
Había otro adulto en la sala de la tele aquel día, sentado en el suelo, viendo ¿Quién engañó a Roger Rabbit?, con el resto de nosotros: Woody Allen. En apariencia, no era diferente a sus visitas anteriores a nuestra casa de campo. Pero mi madre nos había avisado de que no debíamos perderlo de vista. Estaba comprensiblemente furiosa: siete meses antes se había enterado de que tenía una relación íntima con mi hermana de veintiún años, Soon-Yi, tras descubrir Polaroids de ella en el apartamento de Woody. Durante meses nos había estado taladrando las cabezas como un mantra: Woody era “malvado”, “un monstruo”, “el diablo”, y Soon-Yi estaba “muerta para nosotros”. Este era el estribillo constante, daba igual que estuviera Woody o no. (Lo repetía con tanta frecuencia que Satchel le anunció a una de nuestras niñeras: “Mi hermana se está follando a mi padre”. Satchel acababa de cumplir cuatro años.) Mi madre era nuestra única fuente de información sobre Woody, y era extremadamente convincente.
Como el mayor de los hijos en la casa en ese día de verano, me tomaba muy en serio las advertencias de Mia. Pensaba que mi trabajo era apoyar a mi madre y quería desesperadamente su aprobación, como todos sus hijos. También había aprendido en repetidas ocasiones que ir contra sus deseos tenía repercusiones. Estaría pendiente de Woody hasta que volviera mi madre. Pero en secreto estaba desgarrado.
Para ayudar a explicar por qué, voy a dar un poco de información sobre nuestra familia.
Aunque Woody y Mia nunca se casaron -y él nunca vivió con nosotros ni se quedaba a dormir en nuestro apartamento en la ciudad- solía venir a las 6:30 de la mañana, con dos periódicos y un puñado de magdalenas. Yo me levantaba antes de los demás, y él y yo nos sentábamos en la mesa de la cocina juntos para desayunar. Mientras leía The New York Times, yo cogía el Post e iba directo a los cómics y los crucigramas. Pasábamos un rato tranquilos antes de despertar a Dylan. Le hacía un par de tostadas con canela o miel y se quedaba mientras ella desayunaba. No tenía mucha pinta de monstruo.
Mis hermanos mayores eran todos hijos biológicos o adoptados de Mia y su exmarido André Previn. En 1985 Mia adoptó a Dylan. Dos años más tarde ella y Woody tuvieron a su único hijo biológico, Satchel. A los cuarenta y nueve años, Woody parecía encantado con su nuevo papel de padre«.
El texto íntegro de la extensa y esclarecedora carta de Moses Farrow puede leerse en el siguiente link:
https://www.letraslibres.com/espana-mexico/cultura/el-caso-woody-allen-un-hijo-toma-la-palabra
La carta publicada profusamente el 24 de junio del 2018, da a entender que la personalidad manipuladora de Mia Farrow ha hecho estrago en la psicología de algunos de sus hijos, como Ronan Farrow, quien ha atacado a su padre biológico de manera indigna y apasionada.
La autobiografía del artista
En las memorias de Woody Allen -dedicadas a su mujer Soon-Yi Previn, quien fuera la hija adoptiva de su exesposa Mia Farrow-, el propio autor aborda su infancia en la ciudad de Nueva York, su historia de amor con la actriz Diane Keaton y también las acusaciones de abuso sexual a su entonces hija de siete años Dylan Farrow.
Ese caso es, exactamente, uno de los puntos más controvertidos y polémicos del libro. En él, el director expone lo sucedido y niega haber abusado sexualmente de Dylan: «Nunca le puse un dedo encima a Dylan, nunca le hice nada que pudiera interpretarse erróneamente como abusar de ella; fue una fabricación total de principio a fin». Sí que admite haber colocado su cabeza en el regazo de Dylan durante una visita en agosto de 1992 a la casa de Farrow en Connecticut, pero sostiene que no hizo nada inapropiado. «Estaba en una habitación llena de gente mirando la televisión», explica. Asimismo, se compara con otros artistas como Henry Miller o James Joyce que, debido a diferentes injusticias, se vieron obligados a buscar su público lejos de su país.
Según un comunicado de la editorial enviado a Nota Clave, Woody Allen también profundiza sobre su relación con su exmujer y habla de su trabajo con ella en películas como Hannah y sus hermanas y Broadway Danny Rose.
Para el nuevo sello editorial que ha publicado las memorias, el libro es una aproximación «cándida y personal» de la vida de Woody Allen, desde su niñez en Brooklyn pasando por su «aclamada» carrera cinematográfica y sus incursiones en el teatro, la televisión o la comedia de «stand-up», así como sus relaciones familiares y de amistad.
La editorial Hachette había publicado algunos trabajos del periodista Ronan Farrow, ganador de un Pulitzer por destapar los abusos del productor Harvey Weinstein en la industria de Hollywood.
Al saber de la colaboración entre el director y Hachette en su momento, Ronan Farrow escribió un tweet demoledor en el que opinaba sobre lo «contradictorio» de que la editorial que publicó su historia sobre cómo hombres poderosos como Weinstein, o a su juicio Allen, han eludido su responsabilidad durante años, publique ahora las memorias de su padre.
La publicación del libro de Woody Allen se haría por Hachette el 7 de abril en Estados Unidos según el contrato, pero cuatro días después de haberlo anunciado, la editorial dio marcha atrás y canceló la publicación por la presión de Farrow y de sus propios empleados, especialmente después de que un grupo de más de 70 personas amenazara con marcharse.
Según la empresa, tras mantener conversaciones con el personal, la jefatura concluyó que «no era posible seguir adelante con la publicación». Se desconoce cuanto debió pagar por esto al escritor la editorial Hachette.
Ahora, a través de Arcade Publishing, y su sello Skyhorse Publishing, la autobiografía ha llegado a las tiendas sin previo aviso, este lunes 23 de marzo.
En la nota recibida por Nota Clave, la nueva editorial de Allen señaló que «en estos tiempos extraños en los que a menudo la verdad se califica de ‘fake news’, como editorial preferimos dar voz a un artista respetado en vez de hacerles caso a los que intentan silenciarle».
La editorial tiene a su haber la publicación de gigantes literarios como Samuel Beckett, Leon Tolstoy, Octavio Paz y Emil Cioran junto a voces más recientes como Andreï Makine e Ismail Kadare. En 2012, el novelista chino Mo Yan, publicado en inglés por Arcade Publishing, recibió el Premio Nobel de Literatura. El sello Skyhorse Publishing perteneciente al conglomerado de Arcade, es distribuido por Simon & Schuster en los EE. UU., Canadá y en el extranjero.
El libro de 400 páginas, es calificado por la editorial como «las memorias tan esperadas y enormemente entretenidas de uno de los grandes artistas de nuestro tiempo».
Título: Apropos of Nothing
Autor: Woody Allen
Idioma: inglés
Cantidad de páginas: 400
ISBN: 9781951627348
Imprenta: Arcade Publishing
Tamaño: 6 x 9 pulgadas
Encuadernación: Tapa dura
Precio: US$30
Alfonso Quiñones (Cuba, 1959). Periodista, poeta, culturólogo, productor de cine y del programa de TV Confabulaciones. Productor y co-guionista del filme Dossier de ausencias (2020), productor, co-guionista y co-director de El Rey del Merengue (en producción, 2020).