Ita O’Brien es la primera persona profesionalmente formada para preparar escenas de sexo en películas y series. Antes eran los propios directores que casi siempre le dejaban al asunto a que los actores se pusieran de acuerdo.
Tal vez si esta británica u otros como ella hubiesen existido antes en los plató, no hubiesen nacido en rodajes relaciones como la de Angelina Jolie y Brad Pitt, o Javier Bardem y Penélope Cruz, Ben Affleck y Jennifer Garner, o la de Robert Pattinson y Kristen Stewart, donde ella terminó siéndole infiel con el propio director.
Su rol es cada vez más importante, Ita O’Brien no está para evitar obviamente relaciones entre los actores de una película, sino para hacer el momento lo más profesional posible.
Quien ha estado alguna vez en un rodaje sabe muy bien que en las escenas de intimidad siempre hay otras personas, a veces más de las deseadas, en el rodaje de determinada escena de sexo, o desnudo.
Ella, junto a Vanessa Ewan, Meredith Dufton y Jennifer Ward Lealand desarrollaron en agosto del 2014 lo que llamaron las Pautas de Intimidad (Intimacy on Set) una ayuda invaluable a quienes luego aparecen en la pantalla grande o chica, en escenas fogosas, a veces tórridas, que mueven a sospecha si serán ciertas o solo fue actuando; pero ademas de eso una ayuda al propio director ay a la producción ene general, al ahorrar tiempo de rodaje, ya que gracias a esta técnica y asesoría, las escenas ya llegan preparadas al plató y si hay que repetirlas se repiten sin problemas.
O’Brien es una pionera en el poco conocido campo de la coordinación de la intimidad, que se centra en la coreografía de escenas sexuales, románticas e íntimas, incluida la desnudez de cualquier tipo y la masturbación, de la misma manera que una escena de pelea o baile: con exactitud. Cuando está en el set, O’Brien ayuda a los actores a establecer dónde se sienten cómodos al ser tocados, y cómo se desarrollará cada escena íntima, momento a momento, para que todos los involucrados sepan exactamente qué esperar. Junto con sus roles en el set, O’Brien, quien fue actriz hasta el 2006 en que comenzó a ser directora de movimientos en escena desde el 2006, también organiza talleres a los que los actores y directores pueden asistir para aprender sobre las mejores prácticas relacionadas con las escenas íntimas.
Ha sido la revista Bustle la que ha dado a conocer el rostro y la capacidad de esta mujer en una muy interesante entrevista, donde ha confesado que entre los ejercicios que realiza con los actores se encuentra la observación e imitación de los rituales de apareamiento de diferentes animales: caballos, gorilas e incluso caracoles, con lo cual les indica a probar un ritmo completamente diferente, de modo que puedan tener todas las posibilidades diferentes de expresión física, aparte de su propio hábito de cada cual. Así el actor puede aprender a distinguir su propia presencia física desde la de su personaje, que es crucial cuando se trata de realizar escenas íntimas. «Significa que pueden mantener su expresión privada e íntima en privado», reconoce en la entrevista.
Esta idea de proteger la privacidad de una persona forma la base del trabajo de intimidad de O’Brien. Lo que está tratando de hacer es equipar a los actores con herramientas que permitan que las escenas ficticias que realizan sigan siendo eso: ficción. Quiere que los actores entiendan que no necesitan confiar en sus experiencias personales para crear lo que se les pide en el set. Es algo que ella ha visto suceder una y otra vez durante sus 35 años en la industria.
Es muy interesante su explicación de cómo era antes, cuando los directores hablaban claramente con los actores y les decía que fueran y lo resolvieran por sí mismos. Pedía lo que quería, luego volvían y mostraban lo que habían resuelto. «Eso significa que los actores han pasado de estar en una situación profesional con el director a ser dos personas en un espacio por sí mismos. Tan pronto como dos personas están solas juntas, deja de ser profesional. Están en sus cuerpos personales».
Reconoce que el modo antiguo de rodar en el mejor de los casos, daba lugar a incomprendidos, a malentendidos y, en el peor, a traumas físicos, emocionales o psicológicos. Y pone como ejemplo un reconocido incidente que ilustra claramente este tipo de trauma: la última escena de Tango en París, en la que Paul (interpretado por Marlon Brando) se impone a Jeanne (Maria Schneider). En 2007, Schneider le dijo al Daily Mail que esta escena, que “no estaba en el guión original”, la dejó “humillada” y “un poco violada”, tanto por Marlon Brando como por el director italiano recientemente fallecido Bernardo Bertolucci.
Hay directores que sin embargo creen que este tipo de preparación quita espontaneidad y química a la escena, a lo que la experta responde que es lo mismo que si fuesen a hacer una escena de batalla, y le diera las armas a los actores y les dijera, vayan por ello, vamos a rodar. Y pone como ejemplo la popular en Reino Unido serie Educación Sexual (Sex Education), donde las escenas, que son montadas por ella, son incómodas, claramente poco atractivas y, en ocasiones, grotescas, pero, sobre todo, son creíbles. ha sido su éxito con esta serie la que ha disparado su popularidad internacionalmente, a tal punto que HBO ha adoptado la coordinación de la intimidad por completo y están escribiendo sus documentos sobre cómo el coordinador de intimidad se integra en toda la producción.
«La esperanza es que, dentro de cinco años, digamos, la industria ni siquiera soñará con hacer una escena de sexo sin un coordinador de intimidad», dijo O’Brien a la entrevistadora Rowena Henley, de la revista Bustle. Por ahora, sin embargo, continuará enfrentándose a la televisión y al mundo del cine una escena, un movimiento, un breve momento a la vez, hasta que cada actor pueda sentirse seguro y apoyado en lo que hace.
Obviamente, en tiempos del #MeToo, se hace cada vez mas necesario la asunción de este tipo de técnica por parte de la industria cinematográfica. Por ejemplo las tórridas escenas de Eva Arias y Josué Guerrero en la película dominicana En tu piel hubieran seguramente sido mucho más cómodas para cada uno de existir una Ita O’Brien dominicana.
Alfonso Quiñones (Cuba, 1959). Periodista, poeta, culturólogo, productor de cine y del programa de TV Confabulaciones. Productor y co-guionista del filme Dossier de ausencias (2020), productor, co-guionista y co-director de El Rey del Merengue (en producción, 2020).