Ayer 17 de septiembre trabajadores del mundo del espectáculo se manifestaron en 28 ciudades españolas para protestar contra la situación que ha dejado la pandemia al sector.
La movilización ha contado con la representación masiva de toda la industria que se mueve tras bambalinas para que actos culturales puedan llevarse a cabo: desde taquilleros, técnicos de sonido, de iluminación, promotores, conductores, backliners, y un larguísimo etcétera. En total, según reza el manifiesto calcula que son unos 700.000 puestos de trabajo en España y que suponen un impacto directo en el tejido económico del 3.8% del PIB.
Bajo el paraguas de Alerta Roja se han adscrito diferentes asociaciones, como M.U.T.E. (Movilización Unida de Trabajadores del Espectáculo) en ciudades españolas como Alicante, Albacete, Badajoz, Barcelona, Bilbao, Córdoba, Girona, Granada, Ibiza, Las Palmas, Lleida, Logroño, Lugo, Madrid, Málaga, Murcia, Oviedo, Palma, Pamplona, Santiago de Compostela, Sevilla, Tarragona, Tenerife, Valencia, Valladolid, Vigo y Zaragoza.
Los convocantes han definido la protesta como una movilización pacífica, con todas las medidas de seguridad para dar visibilidad a la situación crítica que viven. Aseguraron que no hay ni ánimo de lucro, ni intención política ni ideológica.
Qué piden los trabajadores de la industria del show
Las dos medidas urgentes que piden son:
Que se considere el mundo del espectáculo como uno de los principales afectados por la pandemia en España, al igual que ha sucedido con el turismo.
Que se reactiven las agendas culturales de ayuntamientos e instituciones locales con todas las medidas de seguridad.
Medidas concretas para trabajadores autónomos:
Prórroga de la prestación especial por cese de actividad, hasta su reactivación con una recuperación del 100% de aforos, a los que continúan con su actividad paralizada, con exención al 100% de la cuota del RETA, y posibilidad de acceso reduciendo el requisito de la disminución de ingresos al 30% en relación con los mismos trimestres del año anterior. Cotización escalonada según días trabajados.
Ayudas como reconocer a aquellos autónomos que no estuvieran en el sistema de seguridad social cuando se inició la pandemia, o el reconocimiento de cese de actividad Extraordinaria por fuerza mayor a los trabajadores autónomos con menos de 2 años de alta en el RETA.
Ayudas fiscales (reducción del tipo impositivo).
Para trabajadores por cuenta ajena:
Durante el periodo de inactividad, y hasta que se reactive con una recuperación del 100% de los aforos, los trabajadores no verán consumido su derecho a prestaciones y/o subsidios, teniéndose en cuenta el carácter retroactivo de esta medida desde el 14 de marzo del 2020.
Reconocimiento de la actividad como intermitente y adopción de medidas legislativas referentes al régimen de cotización y protección social.
Para empresas:
Recuperación de los ERTE por fuerza mayor total con exención del 100% de las cotizaciones en seguridad social, hasta que sea posible trabajar con el 100% de los aforos y mantener la prestación de todo el personal afectado por un ERTE en el 70% de la Base Reguladora.
Reducciones fiscales.
Para todo el sector:
Ayudas para empresas y autónomos que acrediten un descenso de ingresos por debajo del 50%.
Aplicación del IVA reducido.
Moratoria en créditos ICO hasta que se pueda reactivar todo con 100% del aforo.
Notas de las mejores agencias de noticias internacionales.