(Nota Clave agradece la generosidad de la actriz, directora y productora Judith Rodríguez, por permitir publicar el siguiente texto y su cortometraje documental el pasado lunes 11 de octubre, Día Internacional de la Niña)
Hoy es el Día Internacional de la Niña y Alba Rodríguez, directora de Save The Children y además una gran amiga, me había hablado de celebrar este día proyectando nuevamente nuestro corto. Justo hace una semana hoy, me pidieron, por cuestiones medicas que debo estar en silencio absoluto, es decir, no puedo hablar, ni cantar, ni reir mucho ni nada, imagínense esto en alguien como yo, los y las que me conocen saben que hasta por los codos en este cuerpo se habla, pero por suerte tengo amigas como Lia Briones que hoy leerá las palabras que con mi voz no puedo pronunciar.
He entendido, a una semana de vivir este proceso de no tener voz, que todo en esta tragi-comedia que es para mí la vida está interconectado. Cuando De Niña a Niña llega a mí como idea, yo no estaba buscando crear un evento artístico o cinematográfico, esa nunca ha sido la búsqueda con este proyecto, no hay intención estética cuando decido dejarme llevar por esto que iba a ayudar a contar. Yo quería propiciar un espacio y un momento seguro donde ambas niñas, Mariallis y Avril, sintieran total libertad de hablar, de decir con SUS VOCES, lo que ellas sentían o pensaban, decirlo desde ellas mismas, desde su verdad, sus miradas, sus pausas, sus sonrisas y su propio lenguaje verbal y corporal, todo lo que ellas quisieran decir, sin sentirse juzgadas.
Es irónico que hoy yo no tengo mi voz para poder decirles yo misma que este corto documental, esta conversación entre ellas, surge precisamente porque como Marillis hay miles y miles de niñas y jóvenes adolescentes en nuestra país que NO TIENEN VOZ, que viven en el silencio y que por ende, son olvidadas y completamente desprotegidas. El duro proceso de no poder decir las cosas con tu voz te lleva por varias, muchas veces, crueles etapas, al principio peleas duro para que te entiendan: escribes, haces las muecas mas grandes, las mímicas mas hiperexageradas, cosa que por lo general la gente no entiende, luego los demás, empiezan a decirte que si a todo, no entendiéndote te dicen que si, como para que la situación sea menos incomoda y nadie se sienta mal, obviamente una se da cuenta de que no es entendida, entonces una se empieza a conformar, empiezas a asumir que las cosas son así y dejas de hacer tanto esfuerzo para comunicarte. La conformidad llega, los demás dejan de escucharte, dejan de hacer el esfuerzo por entenderte y de a poco se olvidan de ti porque a ti te falta algo, un algo sumamente importante para convivir con los demás y para tú ser, te falta la voz y más que tu voz, te falta ser escuchada y entendida.
Cuando yo empecé a hablar con Mariallis y con varias niñas con la misma condición de Mariallis en la comunidad de Los Hoyos, en Rolón y en otras comunidades que visitaba con Save…, me di cuenta que cuando le preguntaba sobre lo que quería ser cuando grande ella no tenia respuesta, se quedaba en blanco, luego le preguntaba de sus sueños y ella no me entendía bien. Un dia, hablaba con Mariallis y le explicaba que los sueños son aquella cosa que uno imagina en su mente para luego volverlas realidad y ahí empezamos a hablar de las cosas que le gustaba hacer, pero era como si para Mariallis soñar no era una opción. Ella no tenía ese privilegio, como tampoco lo tuvo su madre, ni su abuela, y asi sucesivamente en ese circulo vicioso de la pobreza, y no hablo solo de la pobreza material.
Mariallis no tuvo el privilegio que hemos tenido la mayoría de las que aquí estamos presentes, pues aunque muchas de nosotras, como es mi caso particular, venimos de clase socioeconómica media baja, tuvimos la ventaja de tener padres que sabiendo que no nos heredarían cosas materiales, se enfocaron en que tuviéramos un arma potente para que nuestras voces y palabras sean escuchadas bien alto cuando fuese necesario, y esa es la educación. Pero no todas las niñas en dominicana tienen ese privilegio, esa ventaja que tenemos muchas y muchos de tener padres pobres en bienes materiales y ricos en conocimientos, y mientras eso ocurra de este modo, no existirá un verdadero empoderamiento femenino en nuestro país, porque si bien es cierto que empoderarse es muy personal, también es un hecho colectivo y que requiere que todas, sin excepción, estemos encaminadas en ese proceso para así poder, entre todas y con fuerza, lograr esos cambios que por tantos años se ha luchado y terminemos con la desprotección descarada por la que la mujer, las niñas y nuestras jóvenes dominicanas pasan día tras día.
Yo soy egresada, becada, de esta universidad, soy licenciada en comunicación Social de aquí de la PUCMM, en los dos años de periodismo que nos dan, maestras como: Vanessa Thiago (excelente maestra y periodista colombiana que tuvimos), Ana Belgica Güichardo, Elvira Lora, María Isabel Sordevilla y otras grandes me enseñaron una y otra vez sobre: Ser voz de las y los que no tienen voz, tener siempre responsabilidad y ética social y de cómo la comunicación y el periodismo son el cuarto poder del estado, y para mí el cine y el arte también se agregan a esto: SER VOZ DE LOS QUE NO LA TIENEN, de los que viven constantemente en la CONFORMIDAD porque no ser escuchada cansa y se hace lo que se puede con lo que se tiene.
Nosotras, este panel lleno de mujeres poderosas, esta sala lleno de mujeres y hombres poderosos, encaminándose a lograr sus sueños tienen en sus manos el poder de lograr un cambio real y preciso para todas y todos por igual, donde las cosas sean verdaderamente justas, donde todas importemos en igual medida, el mundo ya es otro, la verdad de eso está afuera, nosotras y nosotros aquí sentadas y sentados tenemos una cierta idea de que lograremos con nuestras existencias, alcanzaremos cierto éxito, metas y demás velas aromáticas, y yo sé que es bien difícil para todos, el sistema político dominicano se le ha olvidado POR AÑOS Y AÑOS QUE EL OBJETIVO, EL GRAN FIN DE UN ESTADO es que sus ciudadanas y ciudadanos sean SIMPLEMENTE FELICES, ESTEN protegidos y tengan igual oportunidades en derechos para cumplir con sus objvetivos de vida y obviamente con sus deberes, pero por años muchas de estas cosas se olvidan, porque un gran grupo de nosotras está en silencio cansadas, en conformidad y sin deseos de hablar, así que, está en nosotras no olvidar, no callar, usar nuestras ventajas y privilegios también a favor de las demás como Mariallis, que está ahí y cuyo mas grande sueño es que su hija sea feliz, eso es todo, que su hija sea feliz y que no viva lo que ella ha tenido que vivir, y muchas de sus amiguitas también. Yo volveré a tener mi voz de vuelta, yo seguiré buscando la manera de alcanzar mis sueños, eso no me lo quita nadie, ni siquiera el sistema, pero me pregunto si Mariallis, y todas las Mariallis del país, podrá lograr lo mismo. Esto no es con pena que lo vamos a resolver, es con acciones y somos nosotras las protagonistas de estos cambios con empatía, amor y fuerza por el futuro de nuestras hijas, de nuestras niñas y de la mujer dominicana. Feliz día de la niña para todas las niñas y para nosotras.
Muchas gracias a Avril por su sensibilidad, fuerza y empatía, a Mariallis por decir con tanta honestidad cada cosa y enseñarnos tanto, a ambas por ser ejemplo. A Save The children por creer, escucharme y confiar en mi, a mi equipo Tito Rodriguez, Edward, Ramon, Patz, a todo el crew! A este increíble panel, gracias por inspirar y a todas y todos ustedes por estar aquí.
Con amor
Judith R.
Domingo 10 de octubre, 4:40 pm
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