Los actores con comportamiento conflictivo cada vez la van teniendo peor en los plató, a tal punto que parecería que un movimiento subterráneo se encamina hacia esa dirección. Son ese tipo de actores que convierten el trabajo en un ambiente tóxico, estresante y poco productivo.
Es el caso de Shia LaBeouf quien según se acaba de saber -porque la verdad al final sale a flote-, fue despedido del rodaje de la nueva película de Olivia Wilde la cual lo había fichado el pasado mes de abril.
Cuando arrancó el 2020 parecía que la carrera de LaBeouf estaba resurgiendo. Se había apartado del cine comercial desde hacía algunos años para tomar parte tanto en películas independientes como en performances cada vez más descabelladas que daban cuenta de un comportamiento errático y potencialmente peligroso. Honey Boy, estrenada en 2019, se centraba en su vida y estando protagonizada por él servía de exorcismo para sus demonios del pasado, saldándose con un gran éxito crítico que LaBeouf compartimentó con el estreno de La familia que tú eliges. En 2020, donde ha participado tanto en Cuenta pendiente de David Ayer como en la potencialmente oscarizable Fragmentos de una mujer, una vez más parece que su camino se ha vuelto a torcer.
Cuando en abril Olivia Wilde lo fichó junto a Florence Pugh para su siguiente trabajo como directora tras la aclamada Súper empollonas, pareció una excelente señal. Don’t Worry Darling título del filme del cual fue despedido, suponía un thriller ambientado en una comunidad aislada, con Chris Pine y la propia Wilde como actores secundarios. En septiembre, sin embargo, se hizo público que LaBeouf había abandonado el rodaje por supuestos conflictos de agenda, siendo sustituido por Harry Styles. No obstante, y a tenor de un reciente reportaje de Variety, la verdad salió a flote: el comportamiento de LaBeouf era tan conflictivo que tuvo que ser despedido de forma fulminante.
“No es un tipo fácil con el que trabajar”, declaraba una fuente. Lo curioso es que Don’t Worry Darling ni siquiera había empezado a rodar cuando el actor fue expulsado de la película, teniendo lugar los conflictos en los primeros compases de preproducción. “Wilde es conocida por construir ambientes colaborativos con una política de no permitir capullos”, proseguía la fuente. Al parecer, sus roces con los actores en estos días iniciales acabaron provocando que Wilde en persona le despidiera, y recurriera a Harry Styles en su lugar.
Despedido y demandado
Coincide la noticia del despido de LaBeouf con la aún fresca de que FKA twigs, exnovia con quien empezó a salir durante el rodaje de Honey Boy, le haya demandado por maltrato y abuso sexual. La artista acusa al actor de intentos de estrangulamiento, repetidos actos de violencia tanto física como verbal y del contagio de una enfermedad de transmisión sexual. LaBeouf no ha negado ninguno de estos cargos, y varias personalidades de Hollywood se han puesto de parte de FKA twigs, incluyendo tanto a Olivia Wilde como a la propia Alma Har’el, quien dirigiera a la artista y a LaBeouf en Honey Boy.
Estos acontecimientos han obligado a Netflix a apartar a LaBeouf de su campaña de promoción en los premios para Fragmentos de una mujer, limitándose a potenciar el carácter premiable de la actuación de su compañera Vanessa Kirby, ganadora del galardón a Mejor actriz en el Festival de Venecia. Fragmentos de una mujer se estrenará en Netflix el próximo 7 de enero.
Notas de las mejores agencias de noticias internacionales.