SD. La NASA anunció que una fuga de aire por una orificio de 2 milímetros de diámetro ocurrió en la Estación Espacial Internacional, pero los astronautas no estuvieron, ni están en peligro, aunque reconocieron que de no haber sido reparada a tiempo algunos de ellos habrían regresado a la Tierra antes de lo programado.
Actualmente se encuentran en la estación seis astronautas comandados por A.J. Feustel y el ingeniero de vuelo, Ricky Arnold, ambos de la NASA, la integran igualmente Oleg Artemyev de Roscosmos, quienes arribaron el pasado 21 de marzo y regresa en octubre. En junio se sumaron los ingenieros de vuelo, Serena M. Auñón-Chancellor de la NASA, Alexander Gerst de la ESA y Serguei Prokofyev de Roscosmos.
La filtración fue identificada por los monitores desde la noche del 29 de agosto, sin embargo no se dispararon las alarmas. Fue hasta la mañana del día de hoy que tanto los astronautas a bordo de la Estación, como los controladores en Houston y Moscú se dieron a la tarea de encontrarla.
El orificio fue descubierto en la cápsula acoplada Soyuz MS-09, en la que viajaron a la estación tres astronautas el pasado mes de junio. El orificio fue sellado con cinta Kapton de manera provisional y la presión se estabilizó. Se trata de una cinta adhesiva especial, con extraordinarias características aislantes que la hace capaz de soportar un gran rango de temperaturas, desde -269 +400 ° C. La reparación temporal permitió a los controladores de vuelo en Moscú realizar un aumento parcial en la atmósfera de la estación utilizando el suministro de oxígeno de otra sección, esta vez del carguero Progress 70.
Aunque se desconocen aún las causas reales, se supone que el orificio pudo ser causado por el impacto de un micrometeorito o por escombro orbital.
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