Las inspiraciones para el álbum Motomami de Rosalía fueron tan variadas como las canciones que incluye, desde flamenco y bolero a dembow, reggaetón y balada, y hasta una grabación de su abuela, “la Motomami original” según la artista. La constante para esta producción lanzada el viernes fue la dedicación y el sacrificio que implicó para ella a lo largo de tres años.
Rosalía comenzó a trabajar en Motomami, su tercer y muy anticipado álbum tras “El mal querer” que la llevó a conquistar el Grammy y siete Latin Grammy, mientras estaba en medio de su gira en 2019. Al surgir la pandemia, tomó la decisión de permanecer en Estados Unidos para continuar trabajando en él, pese a que esto significaba estar a miles de kilómetros de su familia.
“Fue un sacrificio grande. Realmente nunca he estado tan lejos de mi familia”, dijo Rosalía el lunes en una conferencia de prensa en la Ciudad de México. “Muchas veces este contexto, el contexto de esta industria, puede ser hostil y a mí no hay nada que me reconforte más que constantemente volver a donde yo soy, volver con mi gente. Durante todo este proyecto, la mayoría del tiempo, ha sido lejos de todo eso y eso es un sacrificio grande y eso ha sido muy duro para mí, pero lo he hecho y lo volvería a hacer porque por lo menos el disco está acabado”.
Rosalía describió el disco de 16 canciones, que incluye los sencillos Chicken Teriyaki, La combi Versace con Tokischa y La fama con The Weeknd, como “una energía”.
El título, explicó, representa la dualidad de nuestro lado maternal y nuestro lado más rudo.
“Moto en japonés significa más duro. Mami la figura de la madre, las mujeres como poder de creación, como fuerza creadora”, dijo.
Sintiendo esa añoranza por sus seres queridos, y tratando de retratar esa dualidad, incluyó una grabación de la voz de su abuela, quien habla en catalán precisamente sobre la importancia de la familia.
“Era un mensaje de WhatsApp que mi abuela me mandó”, contó. “Dije, ¿por qué no voy a poner yo a mi abuela si mi abuela es la ‘motomami’ original? Y mi madre también, mi madre es para mí una inspiración muy grande, mi madre es una motomami de pies a cabeza. Cuando era pequeña me llevaba en (motocicleta) Harley, iba vestida en ‘leather’ (piel) negra. Iba con su chaleco negro de cuero, iba con sus botas, con su melena rubia, rizada”.
En la portada de Motomami, Rosalía aparece desnuda con un casco de motocicleta y el título del álbum escrito a modo de grafiti. Como en “El nacimiento de Venus” de Botticelli, que citó como inspiración, se cubre los senos con un brazo y la zona genital con el otro.
En sus canciones hay muchas otras figuras como referencias: la rockera Patti Smith, el poeta Ocean Vuong, el salsero Héctor Lavoe y el flamenco Camarón de la Isla, a los que sumó reggaetoneros veteranos como Don Omar, Yandel y Daddy Yankee.
A nivel sonoro, creó una paleta con énfasis en las percusiones, sin cuerdas y con muchos sintetizadores. Pero no deja de ser un experimento muy autobiográfico para Rosalía, quien trató de hacer una instantánea de un momento de su vida en el que pasó de estar rodeada de gente a estar en aislamiento por la pandemia, de la completa exposición a desaparecer de la mirada pública.
“Podría perecer que el ‘tracklist’ cuando lo oyes, como si hubiera mucho sube y baja, como si fuera un caos, pero no lo es para nada. Es un caos ordenado”, dijo Rosalía. “Para mí, hay un orden divino en el destino de las personas. Cuando uno está observando la vida de otra persona puede parecer un caos, pero para mí es un caos completamente ordenado y el ‘tracklist’ está hecho así adrede, buscando esa sensación”.
Rosalía dijo que no hizo decenas de canciones para descartar y conformar el álbum, sino que siempre tuvo claro cuáles quería trabajar y las fue produciendo con extrema meticulosidad, durante largas sesiones en el estudio. Al final algunas canciones tenían seis u ocho versiones diferentes, pero no paró hasta encontrar la perfecta.
“No ha sido fácil, ha sido el disco hasta la fecha que más me he tenido que pelear, de sangre, sudor y lágrimas, de mucha dedicación”, admitió. “Estoy contenta de no haber tirado la toalla”.
La lista de canciones de Motomami, lanzado por Columbia Records, incluye el bolero Delirio de grandeza; Bizcochito, que es para bailar, y Hentai, un tema abiertamente sexual que recientemente causó revuelo tan sólo con un adelanto de varios segundos.
“Yo pensaba que ya lo habíamos superado esto, que ya estábamos en otro lado, pero claramente me dan más ganas aún de seguir escribiendo por ahí”, dijo Rosalía sobre Hentai, que en japonés es una palabra para describir animes y mangas sexuales. “Eso para mí pone más en evidencia que se sigue esperando que las mujeres seamos femeninas y ya. Y, en cambio, yo me niego a eso. Yo soy muchas más cosas y entre ellas femenina”.
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