Un equipo de investigación la Agencia de Ciencia y Tecnología de la Tierra y el Mar de Japón (JAMSTEC) y la Escuela de Oceanografía de Graduados de la Universidad de Rhode Island ha reunido muestras de microbios del fondo marino de hasta 100 millones de años que han sido revivido, y se han multiplicado, en condiciones de laboratorio.
Los científicos lograron despertar microbios de 100 millones de años que se encontraban bajo el océano, en un lugar poco propicio para la vida, según un estudio publicados en la revista científica Nature Communications.
«Al principio era escéptico, pero resultó que 99,1% de los microbios de los sedimentos de 101,5 millones de años seguían vivos y dispuestos a comer», comentó Yuki Morono, el autor principal del estudio, este martes (28.07.2020).
Los resultados revelan las asombrosas capacidades de una de las formas de vida más primitivas aparecidas en la Tierra, que puede sobrevivir durante decenas de millones de años casi sin oxígeno ni nutrientes y renacer en un laboratorio.
Hace diez años, una expedición científica se dispuso a excavar las profundidades del océano Pacífico y a bordo del buque de investigación JOIDES Resolution, el equipo perforó numerosos núcleos de sedimentos y tomó muestras a 100 metros bajo el suelo oceánico (cerca de 6.000 metros bajo la superficie del agua), algunos de ellos desde la era de los dinosaurios.
En el fondo marino, hay capas de sedimentos que consisten en nieve marina (desechos orgánicos continuamente provenientes de la superficie del mar), polvo y partículas transportadas por el viento y las corrientes oceánicas. Pequeñas formas de vida como los microbios quedan atrapados en este sedimento. Según explica el autor principal del estudio citado, Yuki Morono, científico principal de JAMSTEC: «Nuestra pregunta principal era si la vida podría existir en un ambiente con tal limitación de nutrientes o si se trataba de una zona sin vida. Y queríamos saber por cuánto tiempo los microbios podrían mantener su vida en una ausencia de alimentos».
El equipo de investigación, dirigido por la agencia japonesa de ciencias y tecnologías submarinas, escogió el giro subtropical del Pacífico sur, la zona menos activa de todo el océano, pues carece de nutrimentos y por lo tanto es muy poco propicia para la vida.
Los investigadores pusieron las muestras en incubación, para ayudar a los microbios a «salir» de su letargo.
Para su sorpresa, descubrieron que lejos de haber estado fosilizados en los sedimentos, los microbios habían sobrevivido allí y eran incluso capaces de crecer y multiplicarse.
Los restos de oxígeno en los sedimentos habrían permitido a estos microbios mantenerse con vida durante millones de años sin casi gastar energía. Los microbios «de superficie», por su parte, no podrían sobrevivir en tales condiciones.
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