El primer trasplante de córnea artificial del mundo ha tenido lugar en el Hospital Beilinson (Israel), también conocido como Rabin Medical Center.
El implante CorNeat KPro está diseñado para reemplazar córneas deformadas, con cicatrices u opacificadas y restaurar la visión de pacientes con ceguera corneal inmediatamente después de la implantación.
Se trata de una cornea sintética que ha llegado de la mano de la startup israelí CorNeat, que tuvo preparando esta operación durante buen tiempo. Después de las investigaciones de rigor, la compañía seleccionó a 10 pacientes que sufrían ceguera debido a una deformación en la córnea, quienes se habían enfrentado a trasplantes que resultaron fallidos.
El implante que han llegado a lograr y que se ha dado a conocer, es capaz de reemplazar una córnea que se haya deformado o se haya vuelto opaca, impidiendo ver de manera normal. La cirugía para insertar el implante, desarrollado por CorNeat KPro, fue llevada a cabo por el profesor Irit Bahar, jefe del departamento de Oftalmología del mismo hospital, quien manifestó que la novedosa tecnología es «clave para cambiar el rumbo de la ceguera global».
El dispositivo fue diseñado con un nano tejido sintético no degradable que se coloca debajo de la conjuntiva, una membrana delgada que cubre la superficie del párpado y la parte blanca del globo ocular, la esclerótica.
El Dr. Gilad Litvin, director médico de CorNeat Vision e inventor del dispositivo KPro, dijo que el procedimiento de implantación es «relativamente simple» y toma menos de una hora.
«Esperamos que permita a millones de pacientes ciegos en todo el mundo, incluso en áreas donde no existe una práctica corneal ni una cultura de donación de órganos, recuperar la vista», dijo Litvin.
«El procedimiento quirúrgico fue sencillo y el resultado superó todas nuestras expectativas. El momento en el que quitamos los vendajes fue emotivo y significativo. En estos momentos, estamos cumpliendo con nuestra vocación como médicos, estando a la vanguardia de este proyecto emocionante y significativo que, sin duda, tendrá impacto en millones de vidas», aseguró por su parte Bahar, que fue quien además presentó el caso del primer paciente, un hombre de 78 años de edad, que desde hacía 10 años había perdido la visión.
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