Niño viendo contenido adulto en Internet (Fuente Externa)

(Tomado del sitio de Giovanny Cruz)

SD. «En Los Mameyes están reclamando, con pancartas y todo, que el presidente instale allí una pantalla gigante».

Este es un insultante chiste realizado a propósito del muy serio asunto que ha resultado ser una pantalla pública, en la avenida 27 de Febrero esquina Lincoln, en la cual alguien ha colocado horas de escenas pornográficas en la mañana del sábado 22 de septiembre. Asunto que alarmó a muchos y penosamente encantó a otros.

El caso es que, al parecer, un despedido joven, supuestamente disgustado, alteró la programación de cierta pantalla electrónica publicitaria y colocó, desde las 9:30 de la mañana, películas pornos en la referida pantalla.

El joven, que merece le recaiga el rígido peso de la ley por el crimen cometido, ha hecho un daño social que no vamos a lograr nunca correctamente cuantificar. Ok.

Pero, los payasos dominicanos que han subido a las Redes Sociales imágenes del asunto, son tan perversos como el delincuente que ha perpetuado este delito.

La cantidad de niños y adolescentes que han tenido que ver estas largas escenas pornos, seguramente han sufrido daños que los «graciosos» no han tomado todavía en cuenta.

Den por un hecho que muchos de los niños que fueron obligados a ver aquel asunto, serán traumatizados por las explícitas escenas. Algo que muchos individuos, algunos de ellos figuras importantes de nuestra TV y del Arte, no han captado; estúpidos como son casi todos.

La persona que ha fraguado el asunto, debe ser tratado como un criminal peligroso. Ha alterado un medio de comunicación, ha efectuado una suplantación de funciones, ha creado un desorden público de envergadura, ha llevado pornografía al gran conglomerado dominicano y ha afectado a niños nuestro.

Particularmente lo catalogo como un terrorista social que merece, por lo menos, veinte años de prisión y el olvido del lugar donde se guarde la llave de la cárcel a la cual lo destinen.

Empero, aquellos que, en la más descarada complicidad, han propagado en los medios el crimen perpetuado, habrán obtenido, momentáneamente, un par de sonrisas. De mí, sólo obtendrán repulsa, un sentimiento de rechazo total… y una severa condena intelectual.

Como tengo algo de nauseas, voy a tener que solicitar el consabido…

¡Telón!

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