SD. Pitingo es Mestizo y fronterizo, como el título del álbum que lanzó el pasado 18 de mayo, una impactante producción discográfica merecedora de Grammy, donde celebra el medio siglo del tema Soul Man junto a Sam Moore, en la que mezcla música gitana con soul, gospel y otras «ritmias» (el entrecomillado es mío) del corazón.
Antonio Manuel Álvarez Vélez, un chaval nacido en Ayamonte, Huelva, España, el 6 de noviembre de 1980, ese es Pitingo. Años atrás cargaba maletas en Barajas, ahora es una de las figuras más descollantes de la música española.
Nos conocimos en Punta Cana, en la inauguración del Breathless Resort y Spa, en el 2013.
La vez más reciente que nos vimos fue en el mismo aeropuerto de Barajas, en Madrid, donde antes cargaba maletas. Nos abrazamos corriendo, él iba para México a una extensa e intensa gira, yo para Francia. Allí me ha dicho que quiere volver a República Dominicana.
Ahora acaba de conceder una entrevista a la periodista Lorena G. Maldonado, del periódico El Español, donde el gitano que ha fusionado su ritmo con lo afronorteamericano, hace reflexiones muy interesantes sobre razas, culturas, pobreza, arte y ser humano.
«Un momento importante en mi carrera y que me abrió muchas puertas fue conocer a Roger Waters, de Pink Floyd, y, por supuesto, cuando di el paso de unir la música flamenca y la música afroamericana. Ese casamiento surgió porque me fascinaba Aretha Franklin y tampoco dejé nunca de escuchar a Camarón o a Enrique Morente. Te hacía Respect por bulerías, o te metía las palmas y el What a wonderful world… La mezcla fue de forma natural, aunque sabía lo que iba a pasar con los puristas… me decían de todo, y siguen. Al principio fue heavy», ha dicho.
Para Pintingo los negros y los gitanos tienen muchas cosas en común y se dio cuenta al escuchar a Aretha Franklin: «Cantamos desde la pobreza, la necesidad y el sufrimiento. Yo tanto como pobreza no he vivido, he vivido muy humilde pero gracias a Dios nunca me ha faltado un plato de comida encima de mi mesa. En los gitanos de generación en generación se transmite en el cante el sufrimiento de todos los anteriores. Mis abuelos fueron gente muy pobre. Mi abuela dormía en la calle y pedía platos en la calle, sobre todo en la posguerra… gitanos y no gitanos. Todo el mundo. Pero nosotros quizá, igual que los negros y la gente afroamericana… siempre que hay razas que han pasado mucha necesidad, no sé por qué tenemos una música diferente, más desgarrada», ha sentenciado.
Y remata: «Si has pasado necesidades… yo creo que eres más persona. Si te ha costado llegar, y te das cuenta de que para todo hace falta constancia, está claro. Yo no hubiese sido la misma persona si no hubiese pasado por todo ese proceso: nacer en una tierra humilde, en un barrio humilde…».
La alternativa la tomó en Chicago
Cuenta que se fue a Madrid y habla del aeropuerto. «Aquí trabajé mucho, cargué maletas, fui heladero, echaba todo el día y por las noches me iba al tablao. Prácticamente no dormía. Dormía 3 o 4 horas diarias, pero había que buscarse la vida. Desde muy jovencito me independicé. Necesitaba dinero pa’ vivir, claro. Mi primera actuación importante, importante, fue en Chicago, pero ahí fue cuando decidí dejar el aeropuerto. Dije “mira, ya no vuelvo, ya me voy a dedicar sólo a cantar”. Claro que en este país, desde las instituciones, se desprecia la cultura. Pero no queda otra que seguir pa’lante. Y ser nuestros propios empresarios. Es muy difícil, cada vez tenemos menos espacio y ayudas a los artistas, pocas. Hay que tener cuidado también con el creerse estrellita. Yo veo a los chavales empezando que van con unos aires… y pienso: “Ahorra, ahorra”. Lo digo siempre: “Hay que volar a la altura de las habas, pa’ que la hostia sea chiquitita”. Bajito, bajito», observa el intérprete de Soulerias.
Sus discos le han ido creciendo con la seriedad del rigor: Pitingo con habichuelas (2006), junto a Pepe y Juan Habichuela, Juan Carmona, Javier Barón y Carmen Linares. El antológico Soulería (2008) con Juan Carmona; Olé y amén (2010) con Juan Carmona, Juan Habichuela, Farah Siraj, Soul of Prophecy Gospel Choir y Luis Fonsi a dúo en Y Dios nos ayudará. Probablemente haya sido uno de los últimos artistas jóvenes en grabar a dúo con Juan Gabriel, con quien cantó a dúo Quiéreme mucho, del cubano Gonzalo Roig, bonus track de Malecón Street (2011); Cambio de tercio (2013); Soul, bulerías y más (2016) y ahora Mestizo y fronterizo (2018). Entre sus excelentes interpretaciones se encuentra la versión que hizo de A puro dolor, del panameño Omar Alfanno.
El cantaor confiesa que ahora que en España todo es política, el se pone «un documental sobre Camarón o Paco de Lucía y me alegra el alma, la verdad».
Las culturas del mundo
Sobre el mestizaje confiesa que «te hace avanzar mucho y ver las cosas de otra manera, porque ves lo bueno de un lado y lo malo también. Yo siempre digo que el libro perfecto sería uno que hablase sobre lo que sienten los mestizos. Porque le preguntan a una raza y a otra… y veo cosas en la tele que no me gustan tampoco, porque le ponen etiquetas a la gente, ¿sabes lo que te digo? Yo veo en la tele: “Una familia de gitanos” y sale una reyerta, no sé qué, o “un clan gitano se ha peleado”… yo creo que si hay una pelea o un robo no habría que nombrar que lo han hecho gitanos. Que digan “un payo roba”. Entonces todos los titulares serían así. Yo creo. Hoy en día. Y te digo que soy mestizo, que yo no estoy ni en contra de los gitanos ni de los no gitanos, yo soy pro, pro, pro… de todas las razas y todas las culturas. En el respeto está la base de la igualdad», según El Español.
Hijo de gitana y payo, ha experimentado los prejuicios en carne propia: «A mí de chiquitito en el colegio me hacían bullying de ese, que yo no sabía que existía esa palabra. De chico si se metían conmigo, me defendía y punto. Eso era como era. Y de mayor lo viví también. Dejé de vivirlo cuando me hice famoso, pero recuerdo muchos momentos… mi mujer tenía que bajar a pararme un taxi. O eso de no dejarme entrar a una farmacia, mucho antes de ser conocido. Pero también en la otra parte, en la parte gitana, también me han mirado raro por ser mestizo. Yo paso ya completamente del tema razas. El mensaje de este disco es este».
Biznieto de portuguesa, Pitingo se siente ciudadano del mundo: «El mundo. Yo soy, por supuesto, ayamontino, andaluz, español, sobre todo, y ciudadano del mundo y de la humanidad. Y después, de la galaxia. Yo estoy encantado y orgulloso de todas las culturas del mundo, pero de la que más, de la mía. A mí me encanta la bandera de España. Es maravillosa. Estoy orgulloso de ser español y respeto al que no quiera serlo, allá cada uno. Eso sí, yo no hago himnos. El único himno que hago es Estrella de Enrique Morente que es un himno a la igualdad y a que todas las guerras del mundo se acaben. Es una genialidad».
Alfonso Quiñones (Cuba, 1959). Periodista, poeta, culturólogo, productor de cine y del programa de TV Confabulaciones. Productor y co-guionista del filme Dossier de ausencias (2020), productor, co-guionista y co-director de El Rey del Merengue (en producción, 2020).